La reestructuración que ha llevado a cabo Abengoa en los últimos tiempos ha provocado una mejora en la evolución del negocio. En los primeros nueve meses del año la firma de ingeniería y energías renovables registró un ebitda de 165 millones, lo que supone un 44% más que en el mismo periodo del año anterior, impulsada por la mayor generación de ventas.

De esta forma, la compañía andaluza registró una facturación de 1.069 millones de euros (+19%). Igualmente, se apuntó un beneficio de 2.171 millones de euros que contrastan con las pérdidas de 213 millones obtenidas entre enero y septiembre de 2018. No obstante, este resultado se debe a un efecto contable derivado de la segunda reestructuración financiera de la empresa de ingeniería, firmada en marzo de este año. En aquel momento el contrato suscrito con las entidades financieras le aportaron 97 millones de euros en dinero nuevo y la posibilidad de emitir bonos convertibles por valor de 1.423 millones.

Por otro lado, el endeudamiento financiero bruto de Abengoa se redujo un 39% en comparación con septiembre de 2018. De esta forma, la deuda financiera asciende a 3.447 millones de euros (1.229 millones de euros corresponden a deuda de sociedades clasificadas como mantenidas para la venta; 631 millones pertenecen a financiación de proyectos; 741 millones de euros están registrados a largo plazo y 846 millones de euros a corto plazo).

El patrimonio neto aumentó un 52% hasta alcanzar los -2.022 millones de euros, lo que supone un incremento de 2.229 millones de euros, comparado con los -4.251 millones de euros al cierre de 2018. Al igual que con el beneficio neto, este incremento en el patrimonio neto se atribuye, principalmente, al resultado del periodo como consecuencia del proceso de reestructuración.

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En los nueve primeros meses de este año, la compañía alcanzó un volumen de contratación de 795 millones de euros, gracias a la adjudicación de nuevos proyectos en los Emiratos Árabes Unidos, Chile y España, entre otros países.  Entre los proyectos adjudicados destacan el de Taweelah, la planta de desalación de ósmosis inversa más grande del mundo con una capacidad de 909.000 metros cúbicos de agua de mar al día que garantizará el suministro de agua a la ciudad de Abu Dabi durante todo el año, valorado en más de 700 millones de dólares (unos 634,2 millones de euros) y siendo la parte que corresponde a Abengoa de aproximadamente 243 millones de dólares (unos 220 millones de euros) en los próximos tres años. 

Teniendo en cuenta estas adjudicaciones, la cartera de ingeniería y construcción del grupo asciende a aproximadamente 1.670 millones de euros.

De hecho, la compañía detalla que la citada mejora del ebitda en el periodo se debió «principalmente a la entrada en operación del proyecto A3T y la reducción de gastos generales». Durante los nueve primeros meses del año, estos gastos se situaron en 49 millones.

Por áreas de negocio, las ventas en la actividad de ingeniería y construcción alcanzaron los 833 millones de euros y un Ebitda de 48 millones de euros, frente a los 756 millones de euros y 56 millones, respectivamente, del tercer trimestre de 2018. Mientras, las ventas de la actividad de infraestructuras de tipo concesional alcanzaron los 236 millones y un Ebitda de 147 millones, comparado con 140 millones y 79 millonesen el tercer trimestre de 2018, respectivamente.

Fuente: Cinco Días