Abanca tomará finalmente el control de Nueva Pescanova. La entidad gallega ha anunciado que ha cerrado un acuerdo con Banco Sabadell y CaixaBank para adquirir un paquete de títulos equivalente al 39,8% de su capital por lo que, tras esta compra, Abanca será titular del 80,46% de las acciones de la pesquera. La operación se formalizará en las próximas semanas y según detalla el banco tiene el objetivo de «salvaguardar una empresa fundamental para Galicia».

Tal como había informado CincoDías, el objetivo inicial de Abanca era llegar hasta el 93% del capital de Nueva Pescanova y por ello ofreció para el conjunto de los accionistas (a excepción de los minoritarios que controlan el 7%) 200 millones de euros, de los que 150 millones era en dinero y 50 millones en deuda garantizada, pero su oferta inicial fue rechazada por CaixaBank (que controlaba el 15,3%), por Bank of America (con el 9% del capital) y por Brookfield (que tenía el 4%). En principio, solo Sabadell, que controlaba el 24,5%, estaba por la labor de acceder a la oferta del banco propiedad de Juan Carlos Escotet.

Ahora, con la compra del citado 24,5% de Saba­dell y el 15,3% de CaixaBank, la entidad gallega apostará por reflotar a Nueva Pescanova, que se encontraba en una situación financiera delicada. Finalmente, el banco gallego pagará 115 millones a los bancos —que recogen pequeñas plusvalías y pueden así liberar capital y reducir la morosidad— e inyectará 50 millones en la compañía, para aliviar su deuda. Abanca se hará también cargo de la deuda concursal.

Abanca siempre había expresado su deseo de controlar esta compañía ya que su vocación es de permanencia en el accionariado, mientras que el resto de sus accionistas han asegurado en reiteradas ocasiones que su objetivo era vender los títulos de la compañía, dado que la firma gallega no es parte de su negocio core. La intención de estos accionistas (CaixaBank, Sabadell, Bank of America y Brookfield) era salvar en lo posible a esta sociedad originaria de la antigua Pescanova cuando quebró. Por ello, una vez cumplido este objetivo, la idea era salir de su capital.

Abanca ya tiene diseñado un plan preliminar para la empresa pesquera que incluye el objetivo de «reforzar la estructura financiera» del grupo, así como sus principales ámbitos de actividad corporativa y comercial, según detalla el banco. De acuerdo con esa hoja de ruta, Abanca retendrá una participación «importante» en el accionariado de Nueva Pescanova para avanzar en la búsqueda de un socio industrial que permita construir un proyecto a largo plazo y que genere alto valor añadido para la firma.

Además, entre los objetivos establecidos por Abanca se encuentra el de «devolver los órganos de decisión de la compañía a Galicia» y «reforzar el apoyo de Abanca al complejo industrial relacionado con el mar».

De esta forma, la operación pondrá fin a un proceso desarrollado a lo largo de los últimos años a través del cual Abanca ha venido incrementando poco a poco su participación en el accionariado de Nueva Pescanova, desde el 5,465% inicial hasta el 40,66% previo a esta compra de títulos.

Precisamente, Nueva Pescanova se encuentra en una situación en la que aborda un nuevo plan estratégico para los próximos tres años. De momento, el pasado ejercicio cerró con pérdidas de unos 50 millones de euros, como consecuencia de la caída del precio del gambón en Argentina y de una menor demanda de este y otros productos por parte de China, según las previsiones recogidas en un informe realizado por Deloitte para Pescanova, y encargado por Abanca para diseñar el nuevo plan estratégico

Pese a ello, todos los expertos consultados destacan que 2019 fue un buen ejercicio, ya que sus ventas fueron récord, con más de 1.100 millones de euros de negocio, mientras que en 2018 facturó 1.008 millones de euros y obtuvo un beneficio de 5,4 millones de euros.

Fuente: Cinco Días