Más de 3.000 trabajadores reinvindicaron ayer en una concentración en la planta de Opel de Figueruelas la permanencia de la fabricación del Corsa, después de conocer los planes del grupo PSA-Opel de paralizar las inversiones vinculadas a nuevos modelos.
La pausa de 18 minutos para tomar el bocadillo congregó al 90% de la plantilla que trabaja en el turno de mañana y en el central, unas 3.000 personas, según estimó la presidenta del Comité de Empresa, Sara Martín, tras una concentración masiva dentro de las instalaciones.
Es la primera medida que lleva a cabo la plantilla después deque la empresa anunciara el miércoles que paraliza todas las actividades relacionadas con la fabricación en la planta de Figueruelas del nuevo Corsa así como las inversiones vinculadas a nuevos modelos.
Según Martín, esta “amenaza” que PSA ha puesto sobre la mesa, “están en juego unos 2.000 empleos”, aunque recalcó que siempre han conseguido “al final terminar las negociaciones de una o de otra manera” por lo que espera que “esta no sea la excepción”.
La dirección y la plantilla tuvieron una primera reunión hoy por la mañana en la que no avanzaron en las negociaciones del convenio colectivo. Tras esto, el director de la planta, Antonio Cobo, se reunió con el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán y posteriormente, por la tarde, el Gobierno de Aragón recibe al comité de empresa y a la dirección de la planta de nuevo para tratar de mediar y acercar posturas.
El convenio, que afecta a los trabajadores de Opel España caducó en el 2017 y es el primero al que se enfrenta la firma tras su compra por parte de PSA. Las negociaciones empezaron el pasado mes de octubre pero las partes no han logrado acercar posturas.
El pasado martes, los sindicatos anunciaron que suspendían las negociaciones hasta que la empresa hablase de los puntos “prioritarios”. Ante la postura de los representantes de los trabajadores, Opel y PSA anunció que frenaba el plan del nuevo Opel Corsa.
Fuente: Cinco Días