Movimiento estratégico de calado de Vodafone. Tras varios meses de negociaciones, la teleco ha llegado a un acuerdo para adquirir las operaciones de Liberty Global en Alemania, Rumanía, Hungría y República Checa. La transacción supera los 18.400 millones de euros y supone la mayor adquisición realizada por Vodafone desde la compra en 2000 de la alemana Mannesmann. De igual forma, es la mayor operación de consolidación en el sector de las telecomunicaciones en Europa en una década.

En un comunicado, Vodafone señala que la compra acelera su estrategia en el área de las ofertas convergentes fijo-móvil. La empresa asegura que se ha convertido en el líder de las compañías en redes de nueva generación (NGN) en Europa con más de 54 millones de hogares ya conectados con fibra y cable y una cobertura de red de 110 millones de casas y negocios, incluyendo los acuerdos mayoristas con otras operadoras (hasta ahora, los mercados más fuertes en este ámbito para el grupo británico eran Alemania y España).

Con este movimiento, Vodafone desafía a Deutsche Telekom en el conjunto de Centroeuropa y a Telefónica en el propio mercado alemán. La empresa que dirige Vittorio Colao explica que ha creado un grupo nacional capaz de retar al incumbente germano (Deutsche Telekom), con el objetivo de traer conexiones de 1 Gbps a cerca de 25 millones de hogares en Alemania, en la fecha primer mercado en generación de ingresos de Vodafone. La operadora incorporará así Unitymedia, filial en el país de Liberty, para establecer un segundo proveedor nacional digital con poco solapamiento regional con sus actuales operaciones.

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Vodafone señala que espera obtener unas sinergias, por capex y costes, cercanas a 535 millones de euros por año antes de costes de integración en el quinto año posterior al cierre del acuerdo, con un valor presente neto de 6.000 millones después de la integración. Además, prevé unas sinergias por ingresos en valor presente neto por encima de 1.500 millones con la venta de productos cruzados en su base de clientes.

La empresa señala que se han valorado los activos en 12,5 veces el flujo de caja libre operativo y 8,6 veces el ebitda ajustado en 2019, y 10,9 veces el ebitda antes de sinergias.

La adquisición provocará una auténtica sacudida financiera para Vodafone. La empresa ha señalado que intentará financiar la adquisición con su actual caja, con nuevas emisiones de deuda, incluida la colocación de híbridos, y cerca de 3.000 millones de euros en bonos convertibles. La operadora ha precisado que mantendrá la opción de la recompra de acciones durante los vencimientos de los convertibles con el objetivo de evitar la dilución.

La teleco ha señalado que defendido que la compra aumenta su exposición a los ingresos de los servicios convergentes, que son más resistentes. Vodafone ha indicado que el objetivo de que el ratio de deuda a largo plazo se sitúe entre 2,5 y tres veces el ebitda, manteniendo un rating con un sólido grado de inversión. Además, el grupo ha confirmado su intención de seguir aumentando el dividendo cada año.

La transacción debe recibir la autorización de las autoridades de la competencia de la Comisión Europea, así como de los accionistas de Vodafone y Liberty. Ambos grupos han establecido una cláusula por la que Vodafone pagará 250 millones de euros si no se cierra el acuerdo. Vodafone prevé cerrará la compra a mediados de 2019.

Fuente: Cinco Días