Itwillbe es una ONG fundada en 2009 por Arancha Martínez, que hasta entonces había desarrollado su trayectoria profesional en multinacionales y banca de inversión, con el objetivo de optimizar el trabajo de las asociaciones del tercer sector aplicando el espíritu innovador de las start-ups. Con ese concepto surgió el proyecto de PPa, que ha ganado el premio del jurado de la Plataforma Talento Digital, un galardón impulsado por Volkswagen y dotado con 15.000 euros. PPa es una aplicación que permite la identificación de niños y el acceso a su historial clínico y social a partir de patrones biométricos: reconocimiento facial, dactilar y palmar. Su primer campo de acción es la India, donde se está comenzando a utilizar precisamente estos días. «El premio supone una ayuda importantísima y un refuerzo en un momento vital para el proyecto, estamos contentísimos», resume Martínez.

El jurado —compuesto por José María Lassalle, secretario de Estado para la Sociedad de la Información y la Agenda Digital; Laura Ros, directora de Volkswagen España; Javier Gomá, director de la Fundación Juan March; Silvia Leal, consejera y experta en inno-liderazgo y transformación digital; Manuel Lencero, CEO y fundador de UnLtd Spain; y Noemí Ramírez, directora de Desarrollo Digital en PRISA Noticias— eligió por unanimidad a la candidatura de Itwillbe de entre las más de 300 iniciativas presentadas a concurso. La decisión se basa en su «capacidad de transformación digital de la labor de las ONG y su escalabilidad global». Los miembros del tribunal destacaron «la idea, la visión talentosa de la iniciativa, un ejemplo de cómo la tecnología innovadora puede ayudar a tratar grandes problemas, como es la protección de la infancia en la India».

Introducimos la identificación palmar para los niños ya que las venas de la mano siguen un patrón que no cambia con el tiempo

Arancha Martínez, Itwillbe

PPa es un software que puede instalarse en tabletas, ordenadores y móviles (siempre que su sistema operativo sea Windows). Junto con un lector de huellas digitales y un escáner de las venas de la palma de la mano permite leer, clasificar y almacenar los datos biométricos de cualquier persona, lo que facilita un acceso inmediato a su ficha y evita posibles errores de identificación. La idea respondía a una necesidad concreta: «Inicialmente era un proyecto para la ONG Don Bosco en India, que se dedica a ayudar a niños que abandonan sus hogares, un problema que afecta a unos 10 u 11 millones de jóvenes de la India», revela Arancha Martínez, que vivió cinco años como cooperante en India y vuelve con regularidad. Al constatar la utilidad que PPa podía tener para otras asociaciones o instituciones, su ideóloga decidió diseñar la aplicación para que fuera adaptable a otros entornos.

El jurado de los premios Talento Digital. De izquierda a derecha: Silvia Leal, Manuel Lencero, Noemí Ramírez, Javier Gomá, Laura Ros y José María Lassalle.ampliar foto El jurado de los premios Talento Digital. De izquierda a derecha: Silvia Leal, Manuel Lencero, Noemí Ramírez, Javier Gomá, Laura Ros y José María Lassalle.

El padre Thomas Aquinas es el salesiano que se encarga de coordinar desde Bangalore la aplicación de PPa en la ONG Don Bosco. «Todo comenzó en 2013, cuando nos dimos cuenta de que hacía falta crear una base de datos de los niños que vienen a nuestros centros», relata. Don Bosco tiene 81 locales repartidos por las principales ciudades de la India que, según sus cálculos actuales, dan acogida a 55.000 niños que han huido de sus hogares o que directamente no tienen dónde ir. «Forman parte de nuestro programa Child MISS, que trata de registrar online toda la información posible sobre cada persona que viene a nosotros, con el fin de proteger su salud y su desarrollo», amplía Aquinas, ingeniero de software que se ordenó sacerdote hace ocho años en su India natal, tras una larga trayectoria de ayuda humanitaria. Si los datos están correctamente registrados permiten conocer sus enfermedades, su historia familiar y social, si ha sido víctima de trata o si hace falta alertar a las autoridades, y que los voluntarios que trabajan en Don Bosco sepan qué necesidades tiene cada niño y cómo aproximarse a él.

Los dispositivos de lectura dactilar y palmar que utiliza PPa, conectados a una 'tablet'.ampliar foto Los dispositivos de lectura dactilar y palmar que utiliza PPa, conectados a una ‘tablet’.

Con el sistema actual tenemos dificultades para cotejar la identidad de los chicos con su nombre o foto, porque crecen. PPa soluciona estos problemas

Padre Thomas Aquinas, Don Bosco India

«El problema es que nuestro sistema ahora mismo tiene muchos fallos, y esos fallos pueden poner en riesgo a los niños. Hay miles de jóvenes que vienen a nuestros centros, muchos viajan de ciudad en ciudad en tren y se quedan junto a las estaciones. Allí es donde corren más peligro y donde ubicamos nuestros locales para protegerlos. Pongamos que registramos a un niño llamado Jim en Bangalore y le hacemos una foto para identificarlo. Tratamos de devolverle a casa pero al cabo de un tiempo vuelve a aparecer, esta vez en Bombay. Jim ha cambiado, posiblemente ya no se le reconozca, posiblemente tengamos otros 20 Jim en nuestros ficheros y puede que incluso nos diga que se llama Ram. Así no sabemos si tiene enfermedades: muchos de los chicos tienen VIH y necesitan medicación diaria. Tampoco sabemos si es víctima de trata o si puede haber huido de traficantes de órganos. Tenemos que conocer su caso para poder ayudarle», expone el padre Aquinas.

La tecnología de PPa evita esas dificultades. «Con PPa logramos vincular a cada niño con tres verificaciones biométricas: dactilar, facial y palmar. La huella dactilar no es fiable en edades tempranas, así que hay que reforzarla. La identificación facial también puede fallar. Por eso introdujimos el escáner palmar, ya que las venas de la mano siguen un patrón que no cambia con el tiempo», valora Arancha Martínez. Es la primera vez que Fujitsu, desarrolladora de este sistema bautizado como PalmSecure, lo utiliza en niños (y en entornos de movilidad con dispositivos portátiles). Desde la compañía japonesa explican que el escáner, utilizado habitualmente para el acceso a edificios empresariales, hoteles, o a documentos confidenciales, hace una lectura con infrarrojos de las venas que tiene menos posibilidades de fallo que los lectores de retina o iris. Una vez incorporadas a los servidores en la nube las lecturas biométricas se elabora la ficha de cada niño, totalmente editable, y cada vez que se identifica a esa persona queda patente dónde, cuándo y cómo ha ocurrido, y la actuación que se ha llevado a cabo.

Don Bosco acaba de comenzar a utilizar el sistema esta misma semana en sus cuatro espacios de Bangalore, con el objetivo de registrar a unos 70.000 niños durante el próximo año. Tanto la ONG salesiana como Itwillbe esperan que el proceso avance para analizar los resultados, corregir las deficiencias que puedan surgir y tener un material sólido para extender el proyecto a otras instituciones. «No hemos llevado a cabo este desarrollo para una sola asociación, sino para todo el sector. Pensamos que su utilidad puede ser muy variada y que puede adaptarse a un gran número de situaciones. Estamos totalmente abiertos a compartir y colaborar con quien esté interesado», insiste Martínez desde Itwillbe. Ahora preparan una rueda de prensa para el próximo 29 de noviembre, en colaboración con Fujitsu y en la sede de la Fundación Botín, en la que darán a conocer PPa a entidades públicas y organizaciones no gubernamentales.

«Tenemos un programa flexible, universal, que se puede usar de manera independiente y que puede servir para la ayuda a refugiados, la gestión de emergencias o para evitar corrupción en cualquier entidad. Tener un registro inequívoco de todas las personas que se tratan es siempre una forma de saber si el dinero se usa bien o no», asegura Martínez, que comenta que ya está en conversaciones con otras ONG interesadas en el producto. «Lo comercializaremos con un modelo de SaaS [Software as a Service, una vía de negocio común en el mundo de las start-ups]. Para ellos hemos creado una empresa social, cuyos beneficios irán íntegramente destinados a financiar el proyecto. Tenemos un plan de tres años y esperamos estar cubriendo gastos para el segundo», anuncia la fundadora de Itwillbe, asociación desde la que ya se han invertido más de 200.000 euros en diseñar PPa en colaboración con sus socios tecnológicos, Neoris. En su trabajo junto a Don Bosco, Itwillbe ha desarrollado la aplicación y proporciona también el hardware, mientras que la ONG aporta su infraestructura y su personal en las grandes ciudades de la India, un modelo distinto al que Itwillbe quiere adoptar con el resto de organizaciones.

Hasta el momento buena parte del sustento de la asociación que preside Martínez ha sido gracias a los premios. «Galardones como el que recibimos del jurado de Talento Digital, el Momentum 2017 de BBVA, el Talento Solidario de la Fundación Botín o el Connecting for Good de Vodafone nos  permiten continuar y aprender, y presentarnos ante otras entidades con una credibilidad reforzada. El premio de Volkswagen y EL PAÍS refuerza nuestro compromiso y es un orgullo que se reconozca así nuestro trabajo», afirma la fundadora de Itwillbe, que tiene claro cómo va a invertir los 15.000 euros de premio: «Podremos enviar más kits de identificación biométrica y mejorar nuestra estructura, para continuar el proceso de instalación en India junto a Don Bosco. Nos llega en muy buen momento». El del jurado es el segundo galardón con esta dotación que entrega la Plataforma Talento. La app de planificación de rutas turísticas Travelest se hizo con el pasado octubre con el premio de los lectores tras una votación realizada a través de la web de EL PAÍS.

Fuente: El País