Uno de cada tres niños europeos vive en casas que suponen un riesgo para su salud. Entran en esta categoría las viviendas que presentan alguna de estas cuatro deficiencias: humedades, iluminación natural insuficiente, frío o exceso de ruido. Esa es la principal conclusión del Barómetro de la Vivienda Saludable 2019, una iniciativa de la empresa Velux, dedicada a la fabricación de ventanas, que se realiza desde hace cinco años y de cuya elaboración se encargan instituciones independientes.

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Tras la edición de este año, presentada este jueves en París y a la que EL PAÍS ha asistido por invitación de los organizadores, se encuentra Rand Europe, un instituto de investigación sin ánimo de lucro. España sale mejor parada que la media europea, ya que es el noveno país de los Veintiocho con menor porcentaje de población de entre cero y 15 años habitando en casas insalubres, un 29%.

El estudio se basa en los datos de Eurostat, a partir de la encuesta sobre Ingresos y condiciones de vida que elabora el instituto demoscópico de la UE, y se completa con investigaciones propias. Si en anteriores ediciones se había llegado a la conclusión de que uno de cada seis europeos vive en casas poco saludables, este año se ha profundizado sobre las condiciones de los 79 millones de menores de 15 años de la Unión Europea. La conclusión es que 26 millones de ellos habitan casas insalubres. 

Según los investigadores, los niños que viven en una casa con uno de esos cuatro defectos son 1,7 veces más vulnerables a ciertas enfermedades relacionadas con las viviendas insalubres. En el caso de los que viven en lugares donde se dan las cuatro deficiencias a la vez, las posibilidades de enfermar son de 4,2 veces más que las del resto de niños.

¿De qué pueden enfermar los menores que viven en casas inadecuadas? El estudio identifica, a partir de la literatura científica y de investigaciones publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), siete dolencias: bronquitis, asma y alergias, problemas respiratorios, resfriados y virus, neumonía, eccemas y rinitis aguda. Todas pueden tener su causa, o verse agravadas, por las malas condiciones de los edificios, ya que los europeos pasan, como media, un 90% de su tiempo bajo techo.

Centrándose exclusivamente en los hogares, el barómetro destaca que 11,5 millones de niños de la UE viven en casas con humedades a causa de malos aislamientos de tejados, suelos, puertas y ventanas o paredes. La insuficiente iluminación natural afecta a 4,2 millones de menores, mientras que seis millones habitan en hogares que no pueden mantenerse a una temperatura adecuada cuando hace frío. De los cuatro problemas identificados, el ruido excesivo es el que mayor incidencia tiene: 13 millones de niños sufren la contaminación acústica derivada del tráfico o de otras fuentes de ruido.

El problema incide más sobre los menores que sobre los adultos porque “los países con más viviendas insalubres son aquellos que tienen más niños” y por la propia estructura de hogares de la UE, explicó la vicepresidenta del grupo Velux Ingrid Reumert, encargada de presentar el estudio junto con la diputada francesa Marjolaine Meynier-Millefert.

Aunque según Reumert, “si vives en una vivienda insalubre tienes las mismas posibilidades de enfermar independientemente de tu posición socioeconómica”, el estudio sí destaca que los hogares de bajos ingresos son los más vulnerables. El motivo es que son los que más dificultades tienen para encontrar una casa adecuada o paliar las deficiencias del lugar donde viven. Así, las familias cuyos ingresos se encuentran en el 20% más pobre de la UE tienen un 25% más de posibilidades que el resto de tener una vivienda con deficiencias. Otro de los factores de riesgo que se ha identificado es el de vivir en áreas de la periferia de las ciudades, lo que se relaciona con el hecho que las viviendas unifamiliares presentan más deficiencias que los bloques de pisos porque su mantenimiento es más complicado.

España cuenta con 6,9 millones de niños, y un 29% (alrededor de dos millones) habitan viviendas con deficiencias que pueden incidir sobre su salud. De nuevo el ruido, que afecta a un millón de niños españoles, es el problema más frecuente. 840.000 viven en casas con humedades, 600.000 en viviendas con temperaturas demasiado bajas y 280.000 en hogares sin la suficiente luz natural.

Pero los investigadores no se han detenido en lo que pasa en los hogares. Puesto que las escuelas son el lugar donde los niños europeos pasan gran parte del tiempo, con entre 170 y 190 días lectivos al año según cada país, el estudio ha analizado la incidencia de las enfermedades provocadas por hogares inadecuados sobre el aprendizaje y también las condiciones en las que se encuentran los propios colegios.

En el primer caso, una de las conclusiones es que las enfermedades relacionadas con viviendas insalubres provocan que los niños europeos falten a clase 2 millones de veces al año. De esos, a España le corresponden 95.000 ausencias. Por otro lado, el barómetro se basa en investigaciones recientes de la Comisión Europea, de ediciones anteriores y de otros especialistas para afirmar que “las escuelas y guarderías son también fuente de humedades, insuficiente iluminación, problemas de ruido y de ventilación”. “Lamentablemente -señala la investigación- la ventilación en las aulas europeas se encuentra frecuentemente por debajo de los estándares que recomiendan las autoridades nacionales y comunitarias”.

El barómetro calcula que mejorar esa ventilación tendría un beneficio para el conjunto de la Unión Europea de casi 253.000 millones de euros en el año 2060. Meynier-Millefeurt, que además de ocupar un escaño en la Asamblea Nacional de Francia capitanea el Plan de Renovación de Edificios de ese país, estima que los problemas de ventilación cuestan a Francia unos 19.000 millones al año. Aunque el estudio se encarga a una institución independiente y parte de investigaciones rigurosas que frecuentemente llevan a cabo organismos oficiales, es evidente que en Velux están satisfechos con las conclusiones a las que se llega. La empresa danesa, conocida por inventar las ventanas para tejados en vertiente hace ocho décadas, basa una parte importante de su estrategia de venta en la mejora de la ventilación, iluminación y aislamiento de los espacios interiores.

Fuente: El País