La Audiencia Provincial de Cantabria ha desestimado el recurso interpuesto por la Asociación de Sidra Asturiana (ASSA) y ha ratificado que un productor de sidra cántabro puede utilizar el modelo de botella denominado molde de hierro, el que se usa tradicionalmente para embotellar sidra asturiana, modelo que fue registrado como marca por esa asociación. La Audiencia confirma así la sentencia dictada por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Santander que rechazó la pretensión del colectivo asturiano de que el productor cántabro dejase de usar dicho modelo y que, además, decretó la cancelación del registro de la botella en la Oficina de Patentes y Marcas.

El litigio data de noviembre de 2016, cuando la asociación de productores del Principado presentó una demanda contra un lagarero cántabro, propietario de la marca de sidra natural Somarroza, por infracción de marca, al embotellar su bebida en botellas del modelo molde de hierro, que ASSA había registrado en 2000 como marca notoria identificativa de la sidra natural producida por los lagareros asturianos y para diferenciarla de otros tipos de sidra y de la sidra de otros lugares, como era el caso del productor de Somarroza, que no tenía lagar en Asturias.

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Entendía la asociación de lagareros que además de infracción de marca, cometía “un acto de competencia desleal consistente en la confusión, imitación y aprovechamiento de la reputación ajena”. Por tanto, pedía que el fabricante cántabro dejase de comercializar su sidra en la botella molde de hierro y a retirar las que tuviese en el mercado. Solicitaba igualmente una indemnización por daños y perjuicios equivalente al 1% de las ventas logradas con esa botella. Los responsables de Somarroza pidieron que la demanda fuera desestimada y que se anulase el registro de las marcas relativas a la botella en la Oficina de Patentes y Marcas.

Sin embargo, el juzgado de lo Mercantil número 1 de Santander dio la razón al empresario cántabro hace un año y declaró legal que éste siguiese usando el modelo de botella denominado molde de hierro, conocido como botella de Gijón. Esta botella, afirmaba la demanda de ASSA, fue creada en 1880 por la vidriera gijonesa La Industria “para dar respuesta a las necesidades técnicas y el tipo de envase demandados por los fabricantes asturianos y los usos de los consumidores”. Se aportó a la demanda un informe de un investigador etnográfico que certificaba que el diseño de la botella fue desarrollado como “un modelo diferente, único y propio para la sidra natural asturiana (…) personalizándolo impecablemente para una capacidad ligada a las medidas tradicionales de uso en Asturias (la puchera, una jarra de entre 600 y 700 centímetros cúbicos) y para las particulares necesidades de servicio de la bebida a la que iba destinada (escanciado) ”. La demanda apelaba a la notoriedad de la botella a la hora de identificar la sidra asturiana al usarse de forma ininterrumpida desde finales del XIX.

El juez santanderino estimó los argumentos del productor cántabro, que adujo que la botella era de dominio público y cuestionaba la notoriedad de la botella como marca, sino tan solo como envase de una bebida. Además, sostenía que las características de la botella eran de tipo técnico y no podrían encajar con la protección de la propiedad industrial.

Contra esta sentencia, ASSA recurrió a la Audiencia Provincial, que ha fallado este lunes de nuevo en su contra. Tras conocerse la sentencia de la Audiencia, la asociación ha emitido este lunes un comunicado en el que señala que van a seguir «luchando por defender y proteger el uso exclusivo de este bien material tan representativo de nuestra cultura», para lo que utilizarán «todos los recursos técnicos y herramientas legales» de los que puedan disponer. Considera que la botella representa un bien de interés cultural asturiano que «debe estar exclusivamente ligado a nuestra sidra natural».

Fuente: El País