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Uber se prepara para ampliar su presencia en el continente europeo, pero esta vez lo hace lejos de su conocido servicio para pasajeros particulares con el que hace competencia al taxi. En un comunicado emitido este miércoles, la compañía estadounidense anuncia la expansión de su aplicación Uber Freight, el servicio que pone en contacto a empresas o empresas que buscan transportar una carga con propietarios de camiones dispuestos a llevarla a su destino.

Esta aplicación lleva más de dos años funcionando en Estados Unidos y, según describe la propia compañía, su objetivo es «conectar a las empresas de camiones de carga de cualquier tamaño, proveer un precio final antes de su contratación, otorgar pagos rápidos y crear la oportunidad de reservar un envío de carga con solo tocar un botón». Al mismo tiempo, promete ampliar la red de transportistas «fiables», mientras el cliente controla en tiempo real el estado de su carga. 

Si bien Uber no ha especificado fechas, si ha anunciado que Holanda será el primer punto europeo en contar con el servicio «en las próximas semanas». A partir de allí esperan poder expandir la aplicación a otras partes del continente «en un futuro próximo». 

La compañía reconoce que el ámbito logístico es parte fundamental de la economía europea y por eso se muestra «comprometida a proveer ese servicio». Tal como destaca la plataforma, el mercado europeo de camiones de carga mueve miles de millones de euros anuales, posicionando a Europa como uno de los mayores demandantes de este tipo de servicio, por detrás de China y Estados Unidos. 

Este anuncio se produce después de varios incidentes en los últimos años que han puesto en evidencia una tensa relación entre Uber y el continente europeo. En 2015 el Tribunal Superior de Fráncfort prohibió el servicio UberPOP, el cual permitía que cualquier persona con vehículo propio puede trabajar con la plataforma. Poco después, en 2017, la compañía californiana vio como el organismo que otorga o deniega las licencias en la capital del Reino Unido, Transport for London, se rehusaba a renovar su licencia de funcionamiento por considerar que no cumplía los requisitos de seguridad adecuados. Más recientemente, el servicio de transporte se vio en pie de guerra con los taxistas españoles, quienes exigían una mayor regulación de las VTC. Tras 16 días de huelga, los taxistas en Madrid anunciaron una «tregua» con la amenaza de volver a las protestas si no mejoraban los condiciones antes del verano. En Barcelona, la plataforma decidió dejar de proveer sus servicios tras el nuevo decreto ley aprobado por la Generalitat, en el que se obliga a precontratar un coche VTC con 15 minutos de antelación

Fuente: El País