Thomas Cook sigue en caída libre. Las acciones del turoperador británico caían un 17% poco después de abrir la Bolsa de Londres este viernes y a medida que pasaban las horas el ritmo del desplome se aceleraba: a las 14.00, hora española, ya se habían dejado un 29,7% de su valor. Este es el segundo día consecutivo en el que las acciones del grupo se hunden: el jueves retrocedieron un 14,75%, su precio más bajo desde 2012 —hasta los 19,6 peniques (22 céntimos de euros)—, tras presentar los resultados de su primer semestre fiscal, que finalizó el 31 de marzo pasado y cerró con unas pérdidas netas 6,6 veces superiores al mismo periodo del año anterior. Este viernes, el precio de la acción estaba en 13,79 peniques (0,15 céntimos de euro). Los analistas de Citigroup consideran que las acciones de la compañía ya no valen nada, según recoge Bloomberg. El jueves, EY había puesto en duda la misma viabilidad del grupo.

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El operador turístico, que ya había publicado varias advertencias rebajando sus previsiones sobre los resultados futuros de la empresa, anunció el jueves unas pérdidas de más de 1.645 millones de libras (1.880 millones de euros). Los ingresos se redujeron un 6,4% y las pérdidas operativas fueron de 1.687 millones de euros, frente a los 292 millones. El consejero delegado del grupo, Peter Fankhauser, aseguró el jueves en la presentación de resultados que la compañía ya había recibido «múltiples ofertas» para la adquisición de su negocio aéreo, que puso en venta el pasado febrero.  

El segundo turoperador a nivel global achacó los números rojos al retraso en la reserva de viajes por parte de los clientes, una situación que se vuelve a repetir después de la ola de calor en Europa del año pasado y agravada por la gran incertidumbre del Brexit, siendo el británico su principal mercado. El jueves, el consejero delegado de la compañía también mencionó el impacto adverso derivado de la fusión con MyTravel por 1.100 millones de libras esterlinas (1.259 millones de euros) y el mal comportamiento del mercado alemán, y recordó que la empresa está en una fase de cambio de estrategia para diversificar su negocio. 

La deuda neta de la firma fue de 1.428 millones de euros al término del primer semestre fiscal, por encima de los 1.014 millones de euros del año anterior. El beneficio bruto de explotación subyacente (Ebitda) registró pérdidas de 155 millones de euros, y el resultado neto de explotación (Ebit) fue negativo, con unos números rojos de 81 millones, una caída superior al 20,3%. Según Bloomberg, las acciones de la compañía han bajado alrededor del 90% en los últimos 12 meses.

Fuente: El País