Tendam, la antigua Cortefiel, no tiene prisa por salir a Bolsa. Pero aprovechará la oportunidad si esta se produce el próximo año. «Existirá una ventana a partir de septiembre si las cuentas anuales que presentará el próximo 26 de junio se sitúan a la altura de las expectativas», señala un banquero de inversión conocedor de la marcha de la eventual operación. La valoración del grupo parte de los 1.400 millones de euros.

Los fondos PAI y CVC están preparados para devolver al propietario de Cortefiel, Springfield y Women’secret al mercado, después de que lo sacaran de él en 2006, junto a Permira, tras una opa que lo valoró en unos 1.400 millones. Han fichado a Nomura como asesor y a Credit Suisse y Morgan Stanley como coordinadores. El siguiente hito será el 28 de enero, con los resultados de los nueve primeros meses del ejercicio.

Mientras, la compañía sigue poniendo orden en su balance y reduciendo deuda. Así, utiliza sus picos de tesorería para recomprar parte de los bonos que colocó en septiembre de 2017. Ese mes vendió 600 millones en deuda con nota inferior al nivel de inversión (high yield, en la jerga) en dos tramos. El primero, por 275 millones con un cupón fijo del 5%, y el segundo, por 375, que paga 525 puntos básicos más el euríbor a tres meses.

La empresa señala en un documento que está abierta a comprar la deuda que tiene en el mercado, que se paga muy por debajo del 100% del nominal. Ambos tramos cotizan ligeramente por encima de sus mínimos históricos del pasado octubre, en el entorno del 90%. «Como parte de nuestros esfuerzos para administrar nuestro perfil de deuda, de vez en cuando podríamos recomprar nuestra deuda antes de su vencimiento programado», afirma.

Esos bonos, que sirvieron para liquidar toda la deuda bancaria que tenía la compañía, expiran en septiembre de 2024, pero el objetivo es llegar a Bolsa lo antes posible con los deberes muy avanzados. En agosto, Tendam recompró 4,3 millones de estos bonos, que luego canceló, de forma que su ratio de endeudamiento bajó hasta las 2,9 veces, frente a las 3,4 veces de cierre de mayo.

La empresa recortó sus ventas en el primer semestre de su ejercicio fiscal un 1,6%, hasta los 554,4 millones, debido en parte a la «adversa situación climática hasta mediados del mes de junio». Su ebitda bajó un 5,5%, hasta los 79,4 millones, mientras que logró dejar atrás los números rojos en la última línea de la cuenta de resultados, al pasar de unas pérdidas de 0,3 millones a beneficios de 38,9. En su último ejercicio completo, cerrado en febrero, también dejó los números rojos ganando 98 millones, por los 24 perdidos en el anterior.

La firma destaca que en el primer semestre se ahorró 32,1 millones de euros en gastos financieros, después de que CVC y PAI compraran la participación de Permira en julio de 2017, e inyectaron 398 millones para recortar un 40% su pasivo neto. Este era de 479,6 millones, frente a los 939,8 del 30 de agosto de 2017.

Fuente: El País