Telefónica afrontará un nuevo ajuste de empleo que puede afectar hasta a 5.000 empleados, aproximadamente una quinta parte de los 25.000 con que cuenta la operadora en España. Las condiciones de salida se comenzarán a negociar con los sindicatos aunque serían similares al Plan de Suspensión Individual de Empleo (PSI) que se aplica desde 2016 y que se ha saldado con la salida definitiva de 6.300 empleados, informaron en fuentes de la negociación.

Esas condiciones incluían el pago del 68% de la retribución bruta hasta la jubilación a los trabajadores que hayan cumplido 53 años y con cierta antigüedad, haciéndose cargo la empresa del coste de la Seguridad Social y manteniendo beneficios sociales como el seguro médico.

El plan se discutirá mañana en la reunión del consejo de administración que ha convocado el presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, dos semanas antes de lo previsto. Si el consejo da el visto bueno a la medida, se trasladará a los sindicatos en la reunión que mantendrán este miércoles para la negociación del convenio colectivo.

En marzo pasado finalizó el plazo para adherirse al PSI, un plan voluntario de bajas con condiciones tan ventajosas para los trabajadores que la empresa no ha podido satisfacer alrededor de un 10% de las peticiones de los trabajadores que cumplían las condiciones, tras prorrogarlo durante un año.

Coste de 3.800 millones

El problema para Telefónica es su coste ya que el PSI ha costado 3.800 millones de euros en tres años y, aunque la empresa dispone de una caja poderosa, un nuevo desembolso comprometerá sus cuentas sobre todo en los primeros ejercicios cuando se contabilice la provisión por las bajas.

La plantilla de Telefónica no ha hecho más que adegalzar en los últimos años. Entre 1999 y 2013 sumó 31.500 bajas por distintos expedientes de regulación de empleo (ERE), peor las críticas por el coste que suponían para el Estado estas bajas en forma de menores cotizaciones y desempleo llevó a la operadora a buscar otras fórmulas.

Desde 2015, la empresa ha pasado desde 31.100 a 25.000 empleados por estos planes de bajas voluntarias. Si se confirma la salida de otros 5.000 hasta 2022, querrá decir que en 7 años se habrá reducido en una tercera parte la plantilla de Telefónica en España. La desaparición de las centrales de cobre y la digitalización de todos los procesos de la compañía permiten prescindir de ese personal.

Fuente: El País