Buscó socios españoles para presentar su solicitud de capacidad en la red ferroviaria a partir de diciembre de 2020 y, una vez ganado en solitario uno de los paquetes que dan acceso a competir con Renfe, el gigante francés SNCF sigue dispuesto a negociar una alianza con potenciales compañeros de viaje, según fuentes cercanas a la compañía pública.

La filial Rielsfera se hizo el miércoles con el paquete ‘C’, el de menor capacidad de los tres en juego. En su propuesta a Adif se ha comprometido a operar el 100% de los surcos reservados a partir del banderazo de salida de la liberalización. Lo hará con una decena de trenes Alstom Dúplex, trayendo a España el modelo low cost que ya exprime en el país vecino bajo la marca Ouigo.

En el entorno de Rielsfera se muestra satisfacción tras captar el lote de capacidad por el que había apostado, y se subraya que si ha sido capaz de llegar hasta aquí sin socios, tiene capacidad para arrancar con su accionista único. Durante meses, los responsables de este operador entrante en España trató con los dueños de Air Nostrum, Acciona o Globalia. Pero la línea roja de no ceder el liderazgo en el capital habría impedido que floreciera el deseado pacto.

Los operadores pueden variar la composición de su accionariado siempre que mantengan la solvencia y las propuestas realizadas a Adif

La posición de SNCF en Rielsfera es ahora de mayor fortaleza aún. Además de poner el material rodante y su experiencia como operador, la compañía se ha convertido en caballo ganador al hacerse con preadjudicación de surcos en los tres grandes corredores de alta velocidad: Madrid-Barcelona-Frontera francesa; Madrid Levante, y Madrid-Sur (cinco viajes diarios de ida y vuelta en cada uno de ellos).

En el sector se aprecia, sin embargo, que uno o varios socios entrantes en Rielsfera podrían cubrir puntos débiles en su oferta como es el de la necesidad de consolidar el canal de venta, e incluso dar una pátina de españolidad a una presencia en la red largamente temida por la propia Renfe por el volumen y experiencia del rival. Con perfil más bajo irrumpe la pública Trenitalia, que se ha aliado con los propietarios de Air Nostrum en el capital de Ilsa.

Inversión millonaria

Al margen del paquete de capacidad ‘A’ ganado por Renfe, entre las empresas que han mostrado interés por entrar en el AVE se estima que operar las frecuencias que otorgará el paquete ‘B’ precisa una inversión inicial de 600 millones (principalmente en trenes), por los 300 millones que se calculan para arrancar en el ‘C’. Unas cifras a la que hay que añadir el coste comercial y los cánones que cobra Adif.

El proceso de asignación de capacidad a diez años vista, por parte de Adif, permite los cambios accionariales en los grupos preadjudicatarios siempre que se mantengan las condiciones acordadas de operación y que los accionistas continúen cumpliendo los criterios de solvencia económica. Una vía que da margen para el baile de accionistas tanto en Rielsfera como en la propia Ilsa (55% en manos de los propietarios de Air Nostrum y 45% propiedad de la pública Trenitalia).

Consultadas por este periódico, fuentes de Ilsa comentan que “es pronto para decidir si es necesario compartir accionariado con otro socio”. Sin llegar a descartar la apertura de la sociedad a nuevos inversores, los dueños de Air Nostrum iban a ser minoritarios en la alianza que planearon con Acciona y SNCF para acudir a este histórico proceso de liberalización del tren de pasajeros.

Decepción en Eco Rail

En la andaluza Eco Rail, una de las que ha acudido sin éxito a la liberalización, ha decepcionado el resultado de un proceso copado por el capital público. La firma rozó la adjudicación tanto del paquete ‘B’ como del ‘C’, que se llevaron Ilsa y SNCF. El hecho de que quede vacante alrededor de un 20% de la capacidad a largo plazo sin que se abriera la fase de coordinación de la demanda ha causado sorpresa. Adif recurrió al reparto de los surcos en paquetes ante la sobredemanda recibida y la incompatibilidad entre propuestas.

Fuente: Cinco Días