A río revuelto, ganancia de pescadores. Histórico rival de Hong Kong en la pugna por empuñar el cetro de las finanzas asiáticas, Singapur ha empezado a obtener beneficios de los más de cinco meses de protestas callejeras en la excolonia británica, que mantienen en vilo a compañías e inversores. Pese a que la apacible ciudad-Estado se impone como alternativa para los que huyen de la inestabilidad imperante en Hong Kong, varias circunstancias sugieren que no lo tendrá tan fácil para salir triunfante a largo plazo.

El anquilosamiento de la crisis en Hong Kong, donde miles de manifestantes protestan desde junio por una creciente injerencia de Pekín en los asuntos hongkoneses, ha contribuido a que la región semiautónoma china se precipite al vacío, entrando en recesión técnica en el tercer trimestre. El PIB registró entonces su crecimiento más bajo en una década, contrayéndose un 2,9% interanual, lastrado por la caída del consumo privado, el impacto de la guerra comercial entre China y Estados Unidos y una menor demanda externa. Un panorama sin visos de mejora, salvo la que derive de la relajación de las tensiones entre Pekín y Washington, que ha llevado a inversores y empresas a buscar puertos más seguros.

Singapur resulta una alternativa familiar. La próspera isla del sureste asiático y Hong Kong tienen características similares: son territorios pequeños (5,6 millones de habitantes y 7,4 millones, respectivamente), con mayoría de población de origen chino (el 95% en Hong Kong y el 74% en Singapur), sin recursos naturales y con gran dependencia de los sectores financiero y de servicios. Las dos han sabido atraer a empresas y personal extranjero: la ciudad-Estado es el segundo lugar más fácil del mundo para hacer negocios, según el Banco Mundial, mientras la antigua colonia británica ocupa el cuarto puesto, gracias a regulaciones sencillas, bajos impuestos corporativos (del 17% en Singapur y del 16,5% en Hong Kong, por debajo de la media mundial, del 24%) y su estabilidad política.

Hasta ahora. La aparente pérdida de autonomía de Hong Kong, reconocida por el modelo de “un país, dos sistemas” que definió las relaciones con el Gobierno chino tras recuperar en 1997 la soberanía del territorio de manos británicas, ha favorecido a Singapur. La ciudad-Estado “puede ofrecer un verdadero sistema de un país, un sistema que le dé una ventaja política y económica frente a Hong Kong”, opina Alfonso Esparza, analista de Oanda. David Skilling, director de la consultora Landfall Strategy Group, está de acuerdo en que Singapur, gobernado por el Partido de Acción Popular (PAP) desde su independencia de Malasia en 1965, “puede parecer más estable como centro financiero regional”. Esto se traduce, añade, “en gente y firmas trasladando su dinero a la ciudad-Estado debido a las protestas de Hong Kong”.

Según Goldman Sachs, Hong Kong podría haber perdido entre 3.000 y 4.000 millones de dólares en depósitos bancarios a favor de Singapur entre junio y agosto. “Hemos hallado un modesto escape neto de depósitos en dólares de Hong Kong y una modesta entrada neta de depósitos en moneda extranjera en Singapur”, apuntó en octubre. Y la Autoridad Monetaria de Singapur, el banco central de la isla, concretó que los depósitos en moneda extranjera realizados por clientes extrabancarios aumentaron un 52% en agosto, en pleno apogeo de las protestas, hasta la cifra récord de 1.630 millones de dólares.

Un dato más. Según la encuesta de septiembre de la Cámara de Comercio de Estados Unidos de Singapur, el 22% de las compañías con operaciones en Hong Kong consideran salir del territorio y un 90% se decanta por Singapur como destino.
Intereses

Pero la situación no es tan prometedora para la isla como parece. También afectada por la disputa comercial entre China y EE UU, Singapur prevé crecer entre el 0% y el 1% este año, el ritmo más bajo desde la pasada década. La estabilidad política de la que hace gala tampoco es una certeza; la ciudad-Estado, que combina el sufragio universal con el control de las libertades, celebrará como pronto en 2020 unas elecciones que despedirán a la “dinastía” Lee. El actual primer ministro, Lee Hsien Loong, hijo del “padre” de la patria, Lee Kuan Yew, ha descartado presentarse, lo que genera incertidumbre sobre el futuro de la nación.

En cualquier caso, el mayor obstáculo para que Singapur se convierta en el principal centro financiero asiático es casi infranqueable: su falta de acceso directo al mercado chino. Puerta clave de entrada a China, Hong Kong cuenta con un parqué conectado con los de Shenzhen y Shanghái, permitiendo a inversores comprar y vender acciones en ambos. “La plaza hongkonesa está dominada por bancos e inversores chinos, por lo que es fácil para las empresas chinas hacer ofertas públicas de venta o emisiones de deuda y encontrar demanda. Pero no es el caso de Singapur”, afirma Alicia García Herrero, analista de Bruegel.

Así, aunque el conflicto con Pekín se encalle, no significa que todas las pérdidas de Hong Kong sean ganancias para Singapur. El Gobierno chino tiene en la retaguardia a la ciudad sureña de Shenzhen, a la que planea convertir en centro de negocios global. Además, la ciudad-Estado recela de cualquier protesta callejera por el efecto contagio que pueda suscitar, y tiene intereses propios en la estabilidad de Hong Kong, su quinto socio comercial y el cuarto destino de su inversión extranjera. En palabras de un portavoz del Ministerio de Comercio singapurense citado por el oficialista Business Time: “Un Hong Kong estable y pacífico es bueno para la región, y también para Singapur, ya que hay muchas áreas en las que ambos pueden trabajar juntos para avanzar en el desarrollo económico regional”.

El gran beneficiado: el turismo

En agosto, el número de turistas que entró en Hong Kong descendió un 39% interanual, con los de nacionalidad china (casi un 80% del total de las visitas) cayendo hasta un 42%. Por el contrario, Singapur experimentó un aumento del 4% interanual de los turistas provenientes de China (un 21% del total) ese mes, según datos de sendas oficinas de turismo. Mientras el menguante número de viajes contribuyó a que las ventas minoristas en Hong Kong registraran un derrumbe histórico en agosto; según Merrill Lynch, los hoteles de Singapur cuentan con niveles de ocupación inusuales desde hace meses.

Por otro lado, la inmobiliaria Colliers International Group apunta que las protestas de Hong Kong podrían haber contribuido a que las ventas de viviendas de lujo en Singapur hayan llegado a las cifras más altas desde 2008.

Fuente: El País