El difícil momento por el que atraviesa la gestión de activos está obligando a hilar cada vez más fino en la búsqueda de estrategias de inversión. Los expertos insisten en sus recomendaciones para este año en que el ciclo alcista de la economía, y de la Bolsa, todavía no ha concluido y que incluso en un momento de desaceleración económica y desconfianza como el actual hay oportunidades en la renta variable. El consejo está lleno, sin embargo, de matices y de la advertencia de que se hace necesario ser cada vez más selectivo. La inversión en Bolsa ya no se hace a trazo grueso, por ciclos, países o sectores concretos, sino más bien por valores, analizando en detalle el negocio y la valoración. Pero con una perspectiva de inversión a largo plazo, con la que mirar más allá de lo que suceda este año en la Bolsa, las gestoras han comenzado también en los últimos tiempos a poner el foco en la inversión por tendencias. Se trata de comenzar a apostar con claridad por una serie de compañías y sectores que van a estar en el foco de los grandes cambios económicos de cara al futuro.

La comunidad inversora coincide en que hay nichos de negocio que van a ser fuente cierta de crecimiento de beneficios en las próximas décadas. Las empresas relacionadas con tendencias demográficas imparables, como el envejecimiento de la población y el creciente gasto en salud y dependencia, aquellas vinculadas al desarrollo de nuevas tecnologías como la robótica o la ciberseguridad, al suministro de alimentación y agua a una población mundial en alza o a todo lo relacionado con el cambio climático son vistas por los gestores con un atractivo añadido para invertir.

“A veces hay un indiscutible componente de marketing en la oferta de fondos de inversión en megatendencias, pero sí está claro que hay algunas, como el envejecimiento de la población o el cambio climático, que son una evidente oportunidad”, reconoce José María Luna, director de análisis de Profim. En UBS advierten de que “los vaivenes cíclicos y geopolíticos introducen volatilidad coyuntural mientras que progresan algunas tendencias inexorables que ofrecen una oportunidad de crecimiento defensivo y diversificado”. La inversión por tendencias es, por tanto, una vía con la que añadir diversidad a la cartera al tiempo que se le da un sesgo más defensivo. En este sentido, Vafa Ahmadi, director de renta variable temática de CPR AM (del grupo Amundi), apunta al interés de invertir en tendencias de crecimiento a largo plazo en un entorno de menor crecimiento económico. “Como las inversiones temáticas podrían ofrecer una mejor diversificación, su demanda a nivel mundial se ha incrementado considerablemente”, reconoce Ahmadi.

El envejecimiento de la población es uno de esos fenómenos a largo plazo más predecibles, con grandes implicaciones económicas y sociales. Así, una de cada tres personas superará los 60 años en 2050, “lo que supone un cambio sustancial en los hábitos de ahorro, alojamiento, ocio y consumo, que crea grandes oportunidades para los sectores privados”, señalan desde UBS. Todo lo relacionado por tanto con la gestión de activos para la jubilación, las residencias de ancianos, los servicios de salud y el gasto farmacéutico son nichos de negocio en expansión, en especial en el mundo desarrollado. En el mundo emergente, los desafíos a futuro tienen más que ver con la urbanización y el aumento de la renta. De hecho, según apunta UBS, “emergentes y tecnología son los grandes motores del crecimiento global”. Así, a estas alturas, ningún inversor duda de que las empresas con un claro componente disruptivo –capaces de modificar a través del uso de la tecnología hábitos de consumo y de trabajo y que tienen a Amazon como uno de sus grandes exponentes– serán una clara apuesta de futuro.

Identificadas las grandes tendencias de crecimiento a largo plazo, la selección del fondo correcto pasa por identificar a aquellos con cierto track record –o al menos con gestores de reconocida trayectoria en Bolsa– dentro de una industria relativamente reciente, según advierten desde Profim.

1. Tecnologías disruptivas: A la búsqueda del nuevo Amazon

Un dron para reparto de la compañía Amazon. Un dron para reparto de la compañía Amazon.

En poco más de 15 años, Facebook y Google han puesto patas arriba la industria de la publicidad, Netflix ha acabado con los videoclubs y ahora amenaza a las productoras de series y películas, y Amazon se ha convertido en el verdugo de alguno de los grandes gigantes de la distribución. Esa capacidad para redibujar los perfiles de una industria es lo que ha catapultado a todas estas compañías. Sus primeros inversores han multiplicado por más de mil su de­sem­bolso inicial. Para los cazadores de tendencias de inversión la pregunta del millón es: ¿quién será el nuevo Amazon?

“El sector tecnológico es muy dinámico, hay que saber bien qué hace cada compañía, quiénes son sus rivales y cuáles son sus nuevas propuestas”, explica Flavio Muñoz, asesor del fondo especializado en esta temática. El Renta 4 Multigestión Andrómeda Value Capital logró acabar 2018 en positivo (+5,3%), a pesar de las caídas bursátiles generalizadas. En el arranque de 2019 se ha revalorizado otro 10%. “Ahora estamos siguiendo de cerca la industria de los videojuegos, donde puede haber un vuelco con la generalización del acceso a contenidos en streaming. También nos interesan las firmas que ofrecen soluciones informáticas para empresas, como servicios en la nube. Es otra de las revoluciones pendientes”, apunta.

En la última década, el almacenamiento en internet ha crecido de forma exponencial, reduciendo los costes de infraestructuras para las empresas y transformando los modelos de negocio. En 2021, el gasto en la nube se elevará a 300.000 millones de dólares, casi el doble de los 153.000 millones invertidos en 2017, según la compañía de análisis de mercado Gartner. “El movimiento de la carga de trabajo de la tecnología a la nube está elevando la demanda de los servicios de Amazon Web Services y Microsoft Azure, los líderes en la computación en la nube”, recuerda Richard Carlyle, director de inversión en Bolsa de Capital Group.

Para jugar este tipo de megatendencia, Patricia Juste, del equipo de análisis de A&G Banca Privada, recomienda el fondo CPR Disruptive Opportunities. “No se limita al sector puramente tecnológico, sino que busca todo tipo de empresas que puedan generar un verdadero cambio en su sector”, explica esta especialista. La firma tiene posiciones en compañías de almacenamiento en la nube (como Nutanix, The Ultimate Software), así como firmas de pagos por internet, como Paypal. En 2019 lleva un 11% de rentabilidad, aunque en 2018 cayó un 8,1%.

Para los expertos de la gestora Amundi, comprar empresas disruptivas equivale “a invertir en el mundo del futuro”. Para especializarse en esta estrategia el gigante francés cuenta con su filial CPR. Dentro de esta temática, han detectado oportunidades en la economía digital, la industria 4.0, las ciencias de la salud…

Otro fondo especializado es el Parvest Disruptive Technology, que ha logrado una rentabilidad media anual del 20% en los últimos cinco años. En la actualidad, su cartera está compuesta por las grandes tecnológicas estadounidenses, Alphabet (matriz de Google y Youtube), Microsoft, Apple y Amazon, junto con la empresa de tarjetas de crédito Visa.

Otro de los mejores fondos en tecnología de la última década es el BlackRock World Technology Fund, que tiene cinco estrellas Morningstar. Su rentabilidad media anual en los últimos 10 ejercicios ha sido del 19,09% y el año pasado logró esquivar los números rojos. Además de los grandes gigantes estadounidenses también tiene en cartera a las chinas Tencent y Alibaba, y a la empresa taiwanesa de semiconductores TSMC. También cuenta con una participación en el fabricante de coches eléctricos de lujo Tesla.

“El cambio en los estilos de vida, los hábitos de consumo y la forma de trabajar van a catapultar a todo este tipo de compañías”, afirman desde Amundi.

2. Envejecimiento: Farmaceúticas y aseguradoras dominan las carteras

Siete ideas de inversión para subirse al carro de las megatendencias

La inversión ligada a la tendencia imparable de envejecimiento de la población abarca múltiples facetas, en su mayoría ligadas al mayor gasto sanitario que se prevé a nivel mundial. Las compañías farmacéuticas son el principal objetivo de los fondos que invierten en esta tendencia, junto a gestoras que planifican el ahorro para la jubilación, o compañías especializadas en geriátricos, como la francesa Orpea.

Desde A&G Banca Privada destacan el fondo Generali Ageing Population, que en 2018 perdió el 10% y en 2017 ganó el 15,8%. La gestora valora que abarca tres principales jugadas, dentro de la temática de envejecimiento de la población: finanzas, donde pretenden explotar la necesidad de la población actual de planificar a su jubilación. Ocio enfocado a un sector de la población en crecimiento, la tercera edad. Y, por último, sanidad. “Una ventaja adicional de este fondo es que es de los pocos centrados en Europa, ya que la mayoría tienen una ponderación casi total a EE UU”, añaden en A&G. En Profim, destacan el Lombar Odier Golden Age y el Global Life de Janus Henderson, que gana este año el 8,5% y renta el 7,3% anual en los últimos tres. En ambos fondos, las posiciones de más peso son las compañías farmacéuticas, con nombres como Merck, Novartis o Abbott Laboratories.

3. Emergentes: Marcas de referencia para la clase media asiática

Siete ideas de inversión para subirse al carro de las megatendencias

La población mundial crece de forma exponencial, y también su riqueza. La principal causa es la demografía propia de los países emergentes. En el sureste asiático y en América Latina las tasas de natalidad siguen siendo altas, la esperanza de vida se ha disparado y cada vez hay más clases medias que aspiran a tener acceso a los mismos bienes y servicios que las clases medias de los países desarrollados. Esta megatendencia es la responsable de que las marcas de lujo encuentren en Asia su principal mercado de desarrollo. El fondo Pictet Premium Brands trata de sacar provecho a esta dinámica invirtiendo en firmas como Apple, Louis Vuitton, Diageo (productor del whiskey Jack Daniels, la ginebra Tanqueray y la cerveza Guiness) o Essilorluxottica (fabricante de lentillas).

Los inversores en renta variable global tienen muy presente esta tendencia. Por eso apuestan por compañías chinas de internet, como Alibaba, Tencent, JD.com o 58.com, en bancos de la India (uno de los países con mayor crecimiento de su población) o en compañías brasileñas de comercio electrónico, como Mercadolibre.com.br.

El fondo Pictet Global Consumer Trends Equities también trata de captar esta tendencia. Su rentabilidad media anual en los últimos 10 años ha sido del 18,9%. Invierte en Alphabet, Nestlé, Disney o Paypal.

4. Cambio climático: Tecnología para consumir menos energía y renovables

Siete ideas de inversión para subirse al carro de las megatendencias

La apuesta por valores de compañías con actividades que respetan el medio ambiente y se adaptan a la prevención de los rigores del cambio climático es una tendencia que va más allá de la inversión responsable. Ha llegado para quedarse, con la prueba de que es capaz de generar rentabilidad, a la vista de la buena marcha bursátil de las compañías dedicadas a la energía renovable. Los grandes inversores ya han visto el atractivo de estos negocios y, al margen de cierto componente especulativo, pequeños valores como Audax o Solaria se apuntan fulgurantes revalorizaciones.

Para invertir en este sector a través de fondos, en Profim aconsejan de forma rotunda el Nordea Global Climate Environment. El año pasado sufrió una pérdida, común al mercado, del 13,3%, si bien viene de registrar ganancias anuales de entre el 10% y el 16% entre 2014 y 2017. Sus principales posiciones están en la estadounidense American Water Works, en Linde PLC, empresa de ingeniería y gas industrial, y en Quanta Services. El Robeco Smart Energy es otro de los fondos recomendados por Profim y tiene entre sus principales posiciones a los proveedores de semiconductores Xilinx y ON Semiconductor, con soluciones para disminuir el consumo de energía, y a la compañía estadounidense de renovables Pattern Energy.

5. Biotecnología: Ingeniería inmunológica y terapias genéticas

Siete ideas de inversión para subirse al carro de las megatendencias

La biotecnología es una de las megatencencias más de moda. “Pensamos que esta industria se encuentra en el mismo punto en que estaban las tecnológicas en 1996. Desde entonces hemos visto lo que ha pasado con compañías como Facebook, Google o Amazon, y creemos que ocurrirá lo mismo con empresas de terapia genética, ingeniería inmunológica o nanotecnología quirúrgica”, explica Armando Cuesta, médico y cogestor del único fondo español especializado en esta materia, el Abante Biotech Fund. Este vehículo, de reciente creación, se ha revalorizado un 13,15% solo en el mes de enero. El fondo ha invertido en Illumina, que trabaja en la secuenciación genética; Catalyst Biosciences, que investiga para combatir la hemofilia; Zogenix, que desarrolla medicamentos contra la migraña y la esquizofrenia; o Solid Biosciences, con innovaciones en el ámbito de la lucha contra la distrofia muscular.

Fuera de España, uno de los fondos que ha logrado desde hace años un resultado mejor que el de su índice de referencia es el Candriam Biotechnology. Su rentabilidad media anual en la última década ha sido del 21,5%. Entre sus principales posiciones está Biogen, que trabaja para luchar contra enfermedades neurodegenerativas y autoinmunes; Amgen, con fármacos oncológicos; y Regeneron Pharmaceutical, que combate los eczemas severos y el colesterol.

6. Robótica: Intuitive Surgical, ayuda extra para los cirujanos

Siete ideas de inversión para subirse al carro de las megatendencias

La robótica y la inteligencia artificial se va internando cada vez más en nuestro día a día: desde asistentes domóticos que nos ayudan a programar los electrodomésticos o ajustar la calefacción, a drones que ayudan a los agricultores en el control de plagas. Una de las empresas que más gusta entre los inversores en esta temática es Intuitive Surgical, que tiene los robots más avanzados en el apoyo a los cirujanos en las intervenciones quirúrgicas que requieren más precisión. Su modelo Da Vinci Surgical System está en hospitales de todo el mundo y ya factura más de 3.000 millones de euros al año. Otra faceta muy atractiva dentro del mundo de la robótica es la automatización industrial. Varias compañías, como Fanuc, Caterpillar, Siemens o Schneider Electric se han especializado en diseñar y fabricar máquinas que ayudan a ganar eficiencia en todo tipo de procesos industriales.

Uno de los pocos fondos de inversión centrados exclusivamente en las compañías de robótica es el Pictet Robotics. El vehículo ha logrado un 18% de rendimiento anual en los tres últimos ejercicios. El AXA WF Framlington Robotech es más joven, pero ha rentado un 9,5% en los últimos 12 meses. Una de sus principales posiciones es el gigante Alphabet (matriz de Google), que tiene varias filiales de coches autónomos e inteligencia artificial.

7. Agua y agricultura: Suez, Veolia, fertilizantes y plantaciones

Siete ideas de inversión para subirse al carro de las megatendencias

El aumento de la población implica una demanda obvia de agua y comida. Las infraestructuras relacionadas con el abastecimiento de agua potable y la gestión de residuos concentran la inversión de los fondos especializados en agua. Como recuerdan desde Allianz Global Investors, para producir una lechuga son necesarios 40 litros de agua, mil litros para producir un kilo de manzanas y 15.000 litros, para obtener un kilo de carne de vaca. El fondo Robeco Water Fund, uno de los recomendados por Profim, tiene entre sus principales posiciones a la francesa Suez y la estadounidense Ecolab, especializadas en el tratamiento de aguas y en servicios de salud e higiene, y cuenta con otros nombres como Waters Corporation o Veolia.

En el terreno de la alimentación, uno de los referentes en el mercado español es el fondo Panda Agriculture & Water Fund. 2018 fue el primer año en que registró pérdidas, del 15,95%, desde su fundación en mayo de 2013. En lo que va de año, recupera valor con una ganancia del 9,4%, con una rentabilidad anual en los últimos cinco ejercicios del 4,6%. El fondo, que ha sufrido la caída de los precios de las materias primas agrícolas, tiene en cartera empresas de plantaciones agrícolas y de fertilizantes y a finales de 2018 dobló su inversión en Cresud, el mayor propietario agrícola privado del mundo.

Fuente: El País