Los nuevos modelos de Seat Arona, Seat Ibiza y Volkswagen Polo tendrán que pasar por el taller en las próximas semanas, según han informado este viernes las dos marcas de automóviles. El «problema técnico» que tienen estos modelos, cuya solución ya ha sido identificada por los fabricantes, está en los anclajes de los cinturones de seguridad del lado izquierdo. En determinadas ocasiones, «existe la posibilidad de que se desabrochen inintencionadamente», detallan los comunicados. Los vehículos que Seat llamará a revisión cuando las autoridades lo permitan son 200.000 en todo el mundo entre los modelos Arona e Ibiza, mientras que Volkswagen revisará 220.000 coches de su último modelo Polo.

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Los datos globales de los vehículos que serán llamados a revisión rondan las 420.000 unidades, entre los modelos de Seat y de Volkswagen. En España, según los datos de producción, los Polo afectados son casi 20.000 vehículos. Por su parte, los coches que Seat podría revisar en España, también según los datos de producción, son 50.000 Ibiza y 8.000 Arona.

El fallo solo aparece «en determinadas ocasiones». Por ejemplo, según detallan los fabricantes, en un repentino y brusco cambio de carril con cinco pasajeros en el vehículo, y solamente cuando en el asiento trasero las posiciones central e izquierda estén ocupadas al mismo tiempo. Con estas circunstancias, es posible que el cinturón del lado izquierdo se desabroche. «La seguridad es un prioridad absoluta y ya se ha identificado una solución técnica que evita que esto ocurra», afirman los comunicados. Las marcas recomiendan «no usar la posición central del asiento posterior hasta que el coche haya sido equipado con la nueva fijación del cinturón de seguridad».

El fallo fue detectado en primer lugar por una revista finlandesa especializada en motor, Tekniikan Maalima, que probó primero el Seat Arona con tres pasajeros en los asientos traseros. En una maniobra brusca, el peso del pasajero del medio y el contacto entro los dos anclajes desabrocha involuntariamente el cinturón de seguridad del pasajero del lado izquierdo.

La revista hizo la misma prueba en los Seat Ibiza (precedente del SUV compacto Arona) y en los Volkswagen Polo. Aunque el fallo no se produjo en todas las pruebas, las marcas, al ser avisadas, decidieron iniciar el protocolo de revisión, que se activará en las próximas semanas. La solución se aplicará ya en las cadenas de montaje de los vehículos en cuestión, tanto en la fábrica de Seat en Martorell como en la de Volkswagen en Navarra.

Fuente: El País