No solo IAG e Iberia tienen problemas por el Brexit. Sus principales rivales Ryanair e EasyJet también están implementando planes de contingencia para salvaguardar sus permisos de vuelo en la Europa continental ante los distintos escenarios de la salida del Reino Unido.

El más preocupado y el que se ha mostrado más agresivo tanto con las autoridades británicas como las comunitarias ha sido Ryanair. Su consejero delegado, Michael O’Leary, no ha dudado en señalar con motivo de la presentación de los últimos resultados trimestrales el pasado mes de octubre que el riesgo de que se se suspendan miles de vuelos por el Brexit en toda Europa está siendo “subestimado”.

“Si bien esperamos que se acuerde un acuerdo de transición de 21 meses a partir de marzo de 2019, los eventos recientes en el Reino Unido han agregado incertidumbre, y creemos que el riesgo de un Brexit difícil, lo que podría llevar a que los vuelos se queden en tierra durante un período de días o semanas, está siendo subestimado”, dijo el directivo.

Mientras llega o no ese acuerdo, la aerolínea irlandesa trata de blindarse para seguir manteniendo su dominio en los cielos europeos y españoles, ya que es la primera compañía en España, concentrando el 18% total del tráfico de los aeropuertos de la red de Aena.

La aerolínea de bajo coste ya ha comunicado a sus accionistas que no son miembros de la UE de que perderán sus derechos de voto, aunque sean de Reino Unido, con el objetivo de garantizar el requisito comunitario que establece que más del 50% del capital debe estar en manos de accionista de la UE.

“En caso de un Brexit duro, la Junta restringirá los derechos de voto de todos los accionistas no pertenecientes a la UE y los limitará a vender sus acciones solo a ciudadanos de la UE para garantizar que Ryanair siga siendo de propiedad mayoritaria y esté controlada por los accionistas de la UE, para evitar que nuestra licencia de aerolínea de la UE esté en riesgo”, señaló la aerolínea en un comunicado.

El consejo de la aerolínea se reserva el derecho además de forzar la venta de acciones de aquellos inversores que no sean comunitarios como figura en los estatutos de la compañía, aunque ya han tranquilizado a los mismos asegurando que no recurrirán a esta medida extrema.

La compañía valoró incluso introducir en los billetes una “cláusula Brexit” para advertir a los clientes de que sus tickets a partir del 29 de marzo pueden no ser válidos en caso de que no haya acuerdo entre la UE y el Reino Unido.

EasyJet, con sede en Luton, también tiene un plan de emergencia por si el Brexit sale mal. La aerolínea, que tiene capital mayoritariamente británico, ha hecho varias giras (road show) por Alemania y Francia para convencer a inversores de estos dos países de que entren en el accionariado, participado en más de un 50% por inversores británicos.

Sus estatutos también le permiten restringir el derecho de voto de los inversores británicos así como a forzarles a vencer su participación, para evitar que se comprometan las operaciones.

La aerolínea británica solicitó un certificado de operador en Austria para poder seguir volando en la Unión Europea sin trabas tras el Brexit, y creó una nueva compañía —EasyJet Europe— con sede en Viena, para seguir volando a la vez a través de Europa y en vuelos domésticos en países europeos.

Filial austriaca

La filial austriaca concentra ahora una flota de 110 aviones y alrededor de 1.400 pilotos, a quienes se les han otorgado otorgarán licencias emitidas por Austria, ya que dependiendo del resultado de Brexit, las licencias de piloto emitidas en el Reino Unido podrían no ser válidas dentro de la UE.

Norwegian también está “monitorizando continuamente la situación y evaluando los pasos para mitigar cualquier riesgo” por el Brexit. “Estructuralmente, Norwegian está bien posicionada para proteger sus derechos de vuelo tanto en Europa como en el Reino Unido, incluso en el improbable caso de un Brexit sin acuerdo”, ha señalado la aerolínea.

Por su parte, el gigante aeronáutico como Airbus —que genera alrededor de 2.000 millones de euros anuales solo en impuestos en el Reino Unido— también se estaría preparando para trasladar la producción de sus plantas en el país a otros de la Europa continental, China o Estados Unidos, según informó la empresa el pasado mes de junio.

La agencia de calificación Moody’s advirtió de que la retirada del Reino Unido de la Unión Europea sin un acuerdo sería un suceso evento “significativamente negativo para las aerolíneas europeas”, según señalaba en un informe publicado en septiembre pasado.

Moody’s identifica varios riesgos para las aerolíneas de la UE a partir de un resultado sin acuerdo. Uno es que se pierdan los derechos de tráfico entre el Reino Unido y el Espacio Común Europeo de Aviación. Asimismo, también estarían en peligro los derechos de vuelo entre el Reino Unido y otros terceros países que tienen acuerdos de aviación con la UE, incluidos los EE UU.

El riesgo adicional surge de la necesidad de cumplir con las condiciones de propiedad y control para conservar licencias de operación. Además, un signo de interrogación cuelga sobre la continuidad del Reino Unido como miembro de la Agencia Europea de Seguridad Aérea.

El informe de Moody’s identifica a British Airways , EasyJet, Ryanair , Thomas Cook, TUI, Virgin Atlantic y Norwegian como algunas de las compañías “más expuestas” en el caso de un Brexit sin acuerdo

Fuente: El País