
MÁS INFORMACIÓN
Ryanair Holdings ha informado este martes a través de un comunicado de que procederá al cierre temporal o indefinido de las bases en algunos aeropuertos con bajo rendimiento a partir de noviembre de este año. La causa a la que apunta la aerolínea irlandesa es al retraso en las entregas de los aviones 737 MAX que esperaba recibir para el verano de 2020, lo que provocará una reducción en el tráfico de pasajeros y en la tasa de crecimiento de la compañía. Boeing paralizó las entregas de los 737 MAX el pasado marzo después de que se produjeran dos accidentes de este modelo en seis meses y fuera vetado por los reguladores aéreos mundiales.
Concretamente Ryanair ordenó para mayo de 2020 a Boeing 58 aparatos 737 MAX200s, una variante del avión MAX, que necesitan ser certificados por separado por la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) y la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA). Según ha indicado el consejero delegado de la compañía irlandesa, Michael O’Leary, esperan que los 737 MAX vuelvan a ser operativos a partir de septiembre, lo que supondría que los MAX200 serían aprobados cerca de noviembre y que las primeras entregas a Ryanair se llevarían a cabo entre enero y febrero de 2020.
«Como Ryanair solo puede recibir entre seis y ocho aviones nuevos cada mes, estamos organizando nuestros horarios de verano de 2020 asumiendo que solo nos llegarán 30 B737 MAX para finales de mayo, en lugar de las 58 aereonaves originalmente programadas», ha señalado el consejero delegado antes de matizar que estas fechas pueden variar dependiendo de cuándo los B737 MAX vuelvan al aire.
Por el momento la aerolínea no ha indicado cuáles serán las bases que cerrarán sus puertas, pero sí ha detallado que algunos de los primeros recortes se realizarán en noviembre de 2019. La empresa asegura que ya empezó una serie de conversaciones con los aeropuertos y los sindicatos para determinar cuáles son las bases con menor rendimiento y cuál es la mejor forma de llevar a cabo los cierres.
Según los cálculos de Ryanair, el no recibir los aviones supondrá la reducción del tráfico de pasajeros de 162 millones a 157 millones hasta marzo de 2021, un 3,1% menos. Esto, a su vez, supondrá una reducción en la tasa de crecimiento de verano de 2020 de un 7% a un 3%.
Compromiso con Boeing
A pesar de apuntar a Boeing como el principal causante del cierre de las bases y la reducción del su tráfico de pasajeros, O’Leary ha despejado cualquier duda sobre si seguirá trabajando con el fabricante: «Es decepcionante que tengamos retrasos y es decepcionante que el crecimiento para el próximo año sea un poco más lento de lo que habíamos anticipado, pero seguimos confiando en el avión, todavía pensamos que es un gran producto», ha afirmado el consejero delegado en una audioconferencia con los inversores. «Mientras podamos organizar estas entregas con Boeing, mantenemos nuestra intención de contar con los 135 aviones que hemos pedido para los próximos cinco años», ha agregado.
Boeing suspendió las entregas de los 737 MAX en marzo tras los dos accidentes mortales de este modelo en Etiopía e Indonesia el pasado año. El fabricante trabaja para corregir los fallos en el sistema que los provocaron, aunque recientemente la FAA ha identificado además un nuevo riesgo potencial que Boeing debe abordar en su 737 MAX antes de que el modelo pueda volver a volar.
La industria aérea mundial ha instado a los reguladores de aviación, en cuyas manos está decidir cuándo se levantará el veto al Boeing 737 MAX, a que coordinen sus acciones de cara a analizar los cambios acometidos por el constructor estadounidense en el software del avión, si bien han reiterado su plena confianza en el sistema.
Fuente: El País