
Ryanair ha amenazado con cerrar las bases de Las Palmas y Tenerife Sur el próximo 8 de enero, y también la de Girona, debido al retraso en la recepción de los aviones Boeing 737 Max tras la suspensión de la producción por problemas de seguridad, según han denunciado los sindicatos españoles USO y Sictpla tras la reunión que han mantenido este miércoles con la dirección de la aerolínea para la negociación del convenio colectivo.
La empresa ha alegado que la demora en la entrega de los aviones, y la caída de resultados por el alza del combustible y el incremento de los costes laborales le obliga a un recorte de gastos que pasa por el posible cierre de esas tres bases, aunque no han cuantificado los despidos, según los dos sindicatos de tripulantes de cabina.
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Este miércoles los representantes de los trabajadores, los sindicatos USO y Sitcpla, se han reunido por enésima vez con la empresa en el Servicio de Intermediación y Arbitraje (SIMA) para «desbloquear» el parón al que llegaron después de la última reunión para conseguir el primer convenio colectivo de la empresa.
Los sindicatos han respondido a la amenaza de la empresa señalando que irán a la huelga en septiembre en defensa de sus puestos de trabajo y la mejora de sus condiciones laborales en una fecha aún por determinar.
Por su parte, la empresa, ha señalado que las posibles medidas que se vayan a adoptar forman parte del plan anunciado el pasado 16 de julio de que debido a la entrega tardía de hasta 30 aviones Boeing 737 MAX este invierno, varias bases de Ryanair se reducirán o se cerrarán este invierno. “Estas consultas se están llevando a cabo con nuestra gente en las bases afectadas actualmente», indicaron en fuentes de la aerolínea irlandesa.
La empresa aclaró que ninguna ruta se verá afectada ya que serán atendidas por vuelos desde otras bases a partir de noviembre cuando comience el horario de invierno.
Boeing paralizó las entregas de los 737 MAX el pasado marzo después de que se produjeran dos accidentes de este modelo en seis meses y fuera vetado por los reguladores aéreos mundiales. Ahora el fabricante estadounidense debe mejorar su sistema de estabilización y conseguir la autorización de dichos organismos para volver a volar.
Tras presentar sus cuentas el pasado mes de julio, el consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary, advirtió que que se vería obligada a acometer despedidos, que se aplicarán a finales de septiembre, y de nuevo tras la Navidad, tras la caída de beneficios. El directivo indicó que que a la compañía le sobran 500 pilotos y 400 tripulantes de vuelo.
«Atropello a la plantilla»
Los sindicatos se han mostrado “consternados” por el anuncio de esta medida. “En este momento estamos consternados ante la actitud de la empresa, pero, sobre todo, sentimos rabia por su manera de actuar basada en constantes atropellos a su plantilla. No tenemos aún fecha para esta huelga, pero por los plazos legales establecidos, que nosotros siempre cumplimos, será ya en septiembre”, explica Gustavo Silva, secretario general de USO-Ryanair.
“Es injustificable este victimismo de supuestas pérdidas, cuando es una empresa en constante aumento de beneficios y que, por delante quiere efectuar despidos y por detrás, está en pleno proceso de reclutamiento de personal con varios procesos abiertos, algunos de ellos en España”, añadió Manuel Lodeiro, vocal de Sitcpla.
La reunión de hoy, a la que estaban citadas ambas partes por el SIMA, tenía como objetivo constituir la mesa negociadora del primer convenio colectivo de la aerolínea irlandesa, tras levantarse Ryanair de la reunión constitutiva sin querer siquiera firmar un acta de desacuerdo, según denunciaron los sindicatos.
Los recortes también afectarán a Portugal ya que Ryanair ha anunciado que va a cerrar su base en el aeropuerto de Faro a partir del próximo año, lo que supondrá la pérdida de 120 puestos de trabajo, según ha señalado el sindicato de tripulantes de cabina portugués SNVPAC, que había convocado una huelga entre el 21 y el 25 de agosto.
Fuente: El País