Cuando queremos adquirir un nuevo ordenador portátil, nos vienen muchas cosas a la cabeza. El tamaño de la pantalla es algo muy importante para la mayoría de usuarios, que preferirán un monitor que no ayude a que les suban las dioptrías. El sistema operativo también es una de las primeras cuestiones que tenemos en cuenta: ser de Windows o de iOS es comparable a ser fan del Real Madrid o del Barcelona. Dependiendo de nuestras necesidades, la balanza se puede decantar por un equipo con un procesador potente que nos permita realizar nuestras tareas con agilidad. Aunque, para muchos, el precio será el factor que determine quién será nuestro próximo compañero de fatigas tecnológicas.

De una forma u otra, hay una característica a la que no solemos prestar demasiada atención para decidirnos por uno u otro ordenador que, sin embargo, resulta imprescindible valorar si hablamos de equipos informáticos: la seguridad. Desde los empleados de una compañía multinacional hasta los autónomos que acaban de arrancar su negocio, todos se enfrentan a un sinfín de amenazas que pueden comprometer su seguridad en internet.

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Del mismo modo que tratamos de poner todos los mecanismos a nuestro alcance para estar protegidos en lo que respecta a nuestra navegación —utilizar contraseñas seguras, no recurrir a redes wifi abiertas…—, no está de más hacer lo propio en lo relativo al hardware. La información que consideramos importante puede caer en malas manos si no cuidamos uno de los principales refugios de nuestra vida digital.

  • Tecnología para acabar con las contraseñas

La contraseña más utilizada en el mundo durante el año pasado fue 123456, según indica un estudio de la compañía de seguridad SplashData. La segunda contraseña más popular, password, tampoco supone un derroche de originalidad. Aún teniendo en cuenta que tengamos la contraseña más segura del mundo, podemos quedar expuestos si la tecleamos mientras trabajamos en un lugar público.

Los sistemas biométricos no son perfectos, pero sí son más difíciles de hackear y pueden terminar por desbancar a las contraseñas como sistema de autenticación en el futuro. Además de ser un sistema más seguro que las contraseñas, se trata de una solución que goza de bastante popularidad. El 51% de los usuarios españoles estaría interesado en utilizar algún sistema biométrico para identificarse al pagar, de acuerdo a un informe de Visa.

El 51% de los españoles estaría interesado en utilizar algún sistema biométrico para identificarse al pagar

Hoy, existen soluciones integradas en el hardware que apuntan en esta dirección. Un ejemplo de ello es la herramienta SimplePass, que integran los ordenadores de la gama HP EliteBook, y que permite verificar la identidad de los usuarios mediante un lector de huellas digitales.

  • Hardware por si nos equivocamos

En ocasiones, no somos suficientemente precavidos cuando navegamos por la Red. Las webs de phising son cada vez más sofisticadas y difíciles de reconocer: podemos caer en la trampa y descargar software malicioso sin darnos cuenta. No obstante, existen soluciones basadas en el hardware que pueden protegernos cuando todo parecía perdido.

Es el caso de los ordenadores de la gama HP EliteBook, que integran la tecnología HP Sure Click, que ayuda a proteger el equipo del malware descargado accidentalmente a través de internet. Cuando un usuario inicia sesión en un navegador online, esta herramienta crea una sesión de navegación aislada basada en el propio equipo que imposibilita que un sitio web potencialmente malicioso infecte el sistema.

Existen otras funcionalidades muy prácticas como Sure Recover, que permite restablecer la imagen del dispositivo de forma rápida y sencilla utilizando solo una conexión de red. También son interesantes los dispositivos que cuentan con funciones de memoria integrada que garantizan la recuperación de datos incluso si tuviéramos que borrar el disco duro. En un equipo con estas características sería prácticamente imposible perder la información con la que estemos trabajando aunque fuéramos víctimas de un ataque.

Las amenazas informáticas no son las únicas que acechan nuestra seguridad digital. Ciertos ordenadores integran sistemas que permiten localizar la ubicación del dispositivo, una función muy práctica en caso de robo. También los hay que integran filtros de privacidad que permiten que el usuario que esté delante de la pantalla pueda ver el contenido mostrado, pero no quienes estén al lado. De esta forma, se pueden evitar miradas indiscretas cuando tenemos que trabajar en un lugar público.

Fuente: El País