Qatar ha cumplido diez meses de bloqueo económico por parte de cuatro países vecinos (Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto) que pasaban también por ser uno de sus principales socios comerciales. El cierre de su frontera terrestre y la amenaza de bloqueo marítimo tuvieron un efecto negativo en la salida de depósitos por parte de un importante número de ciudadanos de esos países, aunque también tuvo un impacto positivo inesperado. “Muchas compañías hacían negocios en Qatar, volaban y se iban en el mismo día. Con el bloqueo, esas empresas han tenido que instalarse en Qatar y eso ha significado más empresas y más empleados”, recalca Yousuf Mohamed Al-Jaida, consejero delegado de Qatar Financial Center (QFC), la autoridad encargada de atraer y financiar inversión extranjera en el país. Una delegación de este organismo estuvo la pasada semana en Madrid, en la que mantuvieron reuniones con un nutrido grupo de empresas del sector financiero y de infraestructuras para contarles las oportunidades que pueden encontrar. Desde el bloqueo, la llegada de empresas ha experimentado el mayor crecimiento de su historia, con un aumento del 66%.

¿Qué es el Qatar Financial Center y cuál es su principal labor?

QFC es un centro financiero y de negocios, creado en 2005, para desarrollar el sector de servicios financieros en Qatar. Nuestro principal objetivo, especialmente desde la imposición de sanciones, es atraer inversión directa en la economía catarí, crear más empleos, avanzar hacia una economía abierta a otros países y desarrollar el sector financiero, tanto bancos, aseguradoras como empresas de gestión de activos. Lo que hemos generado es un ecosistema atractivo para que las compañias extranjeras puedan disponer de marcos fiscales y regulatorios adecuados. Somos una plataforma para que la industria se instale en Qatar.

¿Qué balance hace de los encuestros empresariales en Madrid?

«Queremos 100 grandes empresas extranjeras en cinco años y que al menos diez coticen en el Qatar Exchange”

Nuestra visita en Madrid ha servido para enseñar una foto realista de la situación económica de Qatar después del bloqueo y para mostrar las importantes oportunidades que existen. Solo en infraestructuras tenemos un programa de inversión de 150.000 millones de dólares en los próximos cinco años relacionado con transporte, logística e infraestructuras. Sin embargo, nuestro principal objetivo es atraer servicios financieros. La oportunidad que hemos puesto encima de la mesa de las empresas españolas es que estamos ofreciendo nuestra plataforma no solo para hacer negocios en Qatar, sino para hacerlo también en otros países. Ofrecemos el centro, instalaciones y ventajas fiscales no solo para que hagan negocios en Qatar, sino en la región entera. QFC apoyará la inversión, el crecimiento y los planes de negocio en otros países como Omán, Irak o Pakistán.

¿Cuáles son las principales ventajas que ofrecen a las empresas españolas?

Las compañías solo pagarán un 10% en el impuesto de sociedades si se instalan para hacer negocios en Qatar. Pero si lo hacen para cubrir toda la región, no pagarán impuestos. Incluso permitimos que lleguen al 100% en la propiedad, tanto en el sector industrial como en el financiero. Ya no será necesario que entren en el mercado catarí de la mano de un socio local. Los servicios financieros son nuestro gran objetivo y nuestro objetivo es que los bancos españoles abran delegaciones en Qatar. Sin embargo, los incentivos no están restringidos solo a los bancos.

En esa búsqueda de socios alternativos también se encontraba EE UU, con el que estaban negociando un tratado de libre comercio. ¿Cómo se encuentran ahora mismo las negociaciones?

En este momento no hay novedades con respecto a esa negociación debido a que han cambiado las prioridades desde la llegada de Donald Trump. En la actualidad tenemos más de 66 acuerdos bilaterales de libre comercio. A cualquier empresa que se instale en Qatar a través de QFC se le aplicarán esas condiciones ventajosas, como sucede con España, donde hay un tratado para evitar la doble imposición.

Otro de los grandes proyectos de Qatar pasa por reducir la dependencia económica del petróleo. Para ello han elaborado un plan denominado Visión 2030. ¿Cuáles son sus grandes líneas maestras?

Queremos potenciar otros sectores que no estén ligados a los hidrocarburos para diversificar la economía y generar empleo. Es un plan a cinco años, queremos atraer a más de 100 empresas, crear 10.000 empleos y que al menos 10 de ellas acaben cotizando en el Qatar Exchange. Nuestra economía es excesivamente dependiente del petróleo y del gas. Nuestro objetivo es reducir la dependencia del petróleo e impulsar el gas natural licuado. En diez años vamos a ser el mayor exportador a Asia, con China, Japón, Corea del Sur e India como principales clientes.

Como todos los productores de petróleo, Qatar ha sufrido con la depreciación del barril de Brent. En el último año, gracias a la reducción de oferta, la cotización ha vuelto a subir y ya se ha situado por encima de los 70 dólares. ¿Se sienten cómodos con ese nivel de precios?

Siempre hemos tenido una posición moderada respecto al petróleo y no nos sucede como a otros países, en los que la bajada del precio supone un fuerte castigo presupuestario. Siempre hemos hecho las previsiones macroeconómicas con mucha cautela y una previsión del barril de crudo en torno a 48 dólares. Todo lo que esté por encima de ese nivel representa un superávit. Dicho esto, los precios altos del crudo son buenos para la economía catarí, en cuanto a que suponen más gasto público.

Fuente: Cinco Días