El Qatar Financial Centre (QFC), un centro de negocios ubicado en Doha, busca inversiones en España. El boicot de los países vecinos de Qatar ha hecho que los catarís se movilicen para liberalizar y diversificar su economía. Pese al bloqueo de Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Egipto y Bahrein, se prevé que el PIB crezca este año un 2,8% gracias a la subida de precios de gas y petróleo. Y el QFC quiere aprovechar los planes de desarrollo de infraestructuras y la preparación del Mundial de Fútbol en 2022 para atraer empresas.

Compañías españolas como Iberdrola, cuyo principal accionista es la Qatar Investment Authority, Ferrovial, Acciona o Sacyr ya están en Qatar. Pero los catarís quieren más. En especial ahora que Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Egipto y Bahrein le han impuesto un boicot, acusándolo de financiar terroristas. De ahí que los catarís hayan tenido que reaccionar. Han encontrado rutas alternativas para el comercio. Sus exportaciones de gas y petróleo, que suponen el grueso de la economía, no se han visto afectadas.

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Y han estrechado vínculos con países como Kuwait, Omán, Pakistán e Irak. Pero sobre todo han aprobado un plan liberalizador para facilitar el desembarco de empresas extranjeras, incluyendo visados, ventajas fiscales, procedimientos simplificados, el 100% de repatriación de beneficios y permitiendo el 100% de propiedad extranjera en las empresas.

«El boicot es una oportunidad para nosotros. Ahora si una compañía quiere operar en Doha no lo puede hacer desde otro país del Golfo. Tiene también que estar aquí. Lo consideramos una oportunidad», señaló ayer el consejero delegado de QFC, Yousuf Mohamed Al-Jaida, en un roadshow ayer en Madrid.

En PIB per capita, Qatar es uno de los países más ricos del mundo. Y está desarrollando su aeropuerto, el metro, los ferrocarriles y los estadios del Mundial. En total, más de 30.000 millones en proyectos solo por esas partidas.

Fuente: El País