En mitad de la crisis del Popular, el BBVA lo analizó en dos periodos para estudiar si presentaba una oferta, algo que finalmente no hizo. La primera ocasión en la que examinó al Popular fue entre el 6 y el 16 de mayo de 2017 y la segunda entre el 4 y el 6 de junio de ese año. El Popular fue liquidado la noche del 6 al 7 de junio y el Santander lo absorbió.

El análisis del BBVA, adelantado por EL PAÍS, concluyó que no procedía presentar una oferta de compra porque encontraron un gran déficit de provisiones para cubrir los créditos inmobiliarios y los de pymes, así como un gran riesgo por los posibles litigios legales de los afectados, por los créditos fiscales y por otros riesgos genéricos.

El BBVA calculó que, para absorber al Popular, necesitaba una ampliación de capital de 13.900 millones, casi el doble de la cantidad que precisó el Santander para adquirirlo. En la elaboración de las valoraciones, la entidad presidida por Francisco González contó con el asesoramiento de PwC, la firma que había auditado el Popular durante los últimos 30 años sin detectar salvedades en sus cuentas.

Fuentes de PwC y del BBVA no hicieron comentarios sobre esta cuestión por motivos de confidencialidad en sus contratos de colaboración. Esta colaboración no es ilegal ya que las auditoras tienen otros departamentos que realizan trabajos de asesoría y trabajan con el principio de “muralla china”, es decir, sin comunicación de información.

MÁS INFORMACIÓN

En las cuentas de 2016, en las que perdieron 3.485 millones, PwC no puso salvedades, pero introdujo un párrafo de énfasis, una especie de alerta, en el que advertía de la debilidad del capital, aunque también decía que la dirección había presentado medidas para elevar los ratios de recursos propios en los próximos meses.

Solo una vez quebrado el Popular, y vendido al Santander, PwC presentó la auditoría hasta junio de 2017 con 12.218 millones de pérdidas contables analizando el banco como empresa en liquidación.

PwC está investigada en la causa abierta en la Audiencia Nacional que investiga posibles delitos de falsedades societarias, administración desleal, falsedad documental y apropiación indebida supuestamente cometidas en la ampliación de capital del Popular realizada en mayo de 2016. En la causa están incluidos los expresidentes Ángel Ron y Emilio Saracho y miembros de su consejo de administración.

Se da la circunstancia de que PwC también es el auditor del Banco Santander. Le fichó en 2015 para ser el auditor externo de la entidad financiera y de su grupo consolidado y para que verifique las cuentas anuales de los ejercicios 2016, 2017 y 2018.

Fuente: El País