Jerome Powell defendió este martes ante el Senado su candidatura a la presidencia de la Reserva Federal. En su intervención el nominado por Donald Trump se ciñó esencialmente a la estrategia marcada por su predecesora, Janet Yellen. El alza de tipos de interés y la reducción de los activos que el banco central tiene en balance se hará de una manera gradual. También se muestra a favor de preservar los poderes de la Fed y el corazón de la regulación financiera.

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“Esperamos que los tipos suban algo más”, indicó en su discurso, en el que dijo lo que Wall Street quería escuchar. El consenso de mercado da por hecho que habrá un nuevo incremento en el precio del dinero en la reunión prevista para mediados de diciembre. «Está tomando forma», se limitó a decir ante las preguntas de los senadores. Lo que está en el aire es si con el nuevo presidente habrá tres subidas más en 2018, como este año, o una al trimestre.

Powell indicó en le turno de preguntas que el balance de la Fed se irá ajustado en función de la demanda que haya en el mercado por los activos de los que se está desprendiendo. El proceso para reducirlo comenzó en octubre, momento en el acumulana 4,5 billones de dólares en deuda. El gobernador explicó que llevará entre tres y cuatro años devolverlo a un nivel más normal, que estima en un tamaño próximo a los 2,5 billones. Antes de la crisis no llegaba al billón.

Los tipos están en una banda entre el 1% y el 1,25%. Powell insiste en que el objetivo es sostener la creación de empleo y permitir que la inflación se acerque al nivel de referencia del 2%. El gobernado reconoció el pasado verano que la debilidad con la que suben los precios era un misterio. Era otro de los puntos que tendrá que aclarar Powell en su intervención y el miércoles Yellen, en la que será su última comparecencia en el Capitolio antes del relevo en febrero.

El aspirante a presidir la Fed anticipa un crecimiento del 2,5% este año y el próximo. El paro, dice, podrá sostenerse en el largo plazo por debajo del 4,6%. Eso, combinado con los bajos tipos, debería contribuir al alza de la inflación. Sin embargo se refirió a la baja tasa de participación laboral y los salarios como signos de vulnerabilidad. Evitó hablar de los efectos de la reforma fiscal a la espera de que se concrete, pero no ocultó que le preocupa la sostenibilidad de las finanzas públicas.

El nominado, por tanto, se mostró a favor de seguir una política continuista. «La político que hemos seguido está funcionando», reiteró. Powell tuvo que responder también a los miembros del partido republicano que quieren aprovechar el cambio para limitar el margen de acción de la Fed. Powell defiendió la estructura institucional del banco central y que tenga la “flexibilidad” para ajustar su política ante situaciones inesperadas en la marcha de la economía.

Listos para intervenir

«Tenemos que estar preparados para responder de una manera decidida y con la fuerza apropiada ante nuevas e inesperadas amenazas a la estabilidad financiera de nuestro país y a la prosperidad económica», afirma en el texto introductorio del testimonio, «esa fue la motivación originales de la fundación de la Reserva Federal». El objetivo, asegura, es garantizar en la medida de lo posible que los actores del mercado son capaces de anticipar los movimientos de la Fed.

La Fed también actúa como supervisor de las grandes instituciones financieras. «El sistema es sin duda más fuerte y resistente. Nuestros bancos tienen niveles más altos de capital y liquidez y más conscientes del riesgo y están mejor paradados para manejarlo», asegura. Aunque se declara abierto a ideas que permitan relajan la regulación, defiende que se mantenga intacto el núcleo central de las reformas adoptadas tras la crisis hace casi una década.

Powell concluye diciendo que las decisiones de la Fed afectan a la vida del ciudadano corriente y su comunidad, por eso se compromete a adoptar las decisiones de una manera objetiva y basada en las evidencias del momento. Y al tiempo que preserva la independencia de la institución, se compromete, como sus predecesores, a hacer su trabajo más transparente. «En nuestra democracia, la transparencia y la responsabilidad deben acompañar la independencia».

Fuente: El País