Portugal rozará el déficit cero en 2019. En el presupuesto del último año de legislatura presentado en la mañana del martes por el ministro de Finanzas, Mário Centeno, se prevé un déficit del 0,2 y una deuda del 118,5%, diez puntos menos respecto a la de este año.

Ya con el visto bueno de sus socios parlamentarios —PC y Bloco de Esquerda— Centeno se presentó exultante ante los medios de comunicación, exhibiendo unos datos macroeconómicos casi sin mácula. «Este es un presupuesto que continúa caracterizándose por un crecimiento sostenible», ha dicho. Para el próximo año prevé que el paro baje al 6,3%. «El crecimiento del empleo es de mejor calidad porque el 80% de los nuevos contratos son permanentes», ha aclarado.

El déficit, que fue del 2% en 2016, del 0,9% en el 2017, del 0,7% en este, caerá en el próximo al 0,2%, «una meta creíble». Centeno recordó que Portugal cumple por tercer año consecutivo sus previsiones presupuestarias, sin rectificación alguna. Frente a las críticas de sus socios a la izquierda de sacrificar déficit para inyectar más dinero público, Centeno recuerda que gracias a esa confianza internacional (todas las agencias de ratings han sacado de la basura los bonos nacionales), Portugal se financia más barato cada año. «No hay forma más saludable de crecer de la que aquí presentamos».

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Protestas en la sanidad pública

El presupuesto satisface a sus socios a la izquierda con un aumento de 800 millones de euros para la Función Pública. «El salario medio de los funcionarios crecerá 68 euros. El mayor aumento en el sector de la última década». También aumenta el salario mínimo a los 600 euros, aunque no se descarta que en el debate parlamentario se pacte una mayor subida para mediados del año -en octubre habrá elecciones legislativas-.

El euro es muy fuerte como para ser perturbado por el presupuesto de uno de sus Estados miembros [Italia]

La gran crítica social a este Gobierno ha venido del lado de los servicios de salud. Hoy mismo los enfermeros inician una nueva huelga -llevan más de 100 días en este año- por «la dignificación profesional». Según Centeno, se destinan 1.200 millones de euros más al refuerzo de la sanidad pública en esta legislatura, con una subida del 5% en el presupuesto del año próximo. «Vamos a lanzar un proyecto piloto que altera el modelo de financiación de los hospitales para reducir su endeudamiento».

El crecimiento del país se cifra en el 2,2%, frente al 2,6% de este año.»Casi diez puntos en estos cuatro años», explicó. «Este Gobierno ha demostrado que había una alternativa a la austeridad». La inversión pública es la que apenas tiene aumento, pero Centeno se agarra a que hoy en día la inversión pública es «invisible», pues no se trata solo de hacer obras públicas sino también de administrar hospitales.

Subida en pensiones y más impuestos al tabaco

Al bolsillo del ciudadano le llegan también pequeños cambios, como un aumento de 10 euros en las pensiones, rebaja del IVA en parte de la factura eléctrica, jubilación sin penalización a los 63 años y 40 de cotización. Baja al 6% el IVA de espectáculos culturales -con la excepción de la tauromaquia-, también el de las pelucas a personas con cáncer y el de las bebidas en restauración. Suben las tasas sobre el tabaco, los refrescos con azúcar, los coches contaminantes y las bolsas de plástico (12 céntimos).

La deuda que, cuando llegaron al Gobierno en 2015 estaba por encima del 130%, caerá al 118,5% en 2019, según las cuentas de Centeno, que siempre han cuadrado. Centeno tiene el poder de parar cualquier gasto de los ministerios, aunque hayan sido aprobados en presupuestos, si ve que se desvían las cuentas. Es lo que ha hecho cada año, maniatando la autonomía de los ministerios pero cuadrando año tras año los presupuestos para ejemplo de Bruselas, a la vez que conseguía el apoyo -aunque crítico- del Pc y Bloco, clave para mantener en el poder al Gobierno socialista de António Costa.

A preguntas de los periodistas, Centeno tuvo que ponerse también el sombrero de presidente del Eurogrupo para responder sobre el presupuesto de Italia. «El euro es muy fuerte como para poder ser perturbado por un presupuesto por uno de sus Estados miembros».

Fuente: El País