La fintech española MytripleA no es la primera plataforma de crowdlending que se lanzó en España, pero sí presume de haberse convertido en la líder del sector por volumen tras poco más de cuatro años de actividad intermediando entre inversores particulares e institucionales y empresas (pymes) que necesitan un préstamo. En 2018, y según los datos de la Asociación de Crowdlending Española (ACLE), estas plataformas prestaron 118 millones de euros de financiación en España, y solo MytripleA llegó a 27 millones. Pero la compañía superará este mes los 53 millones de euros prestados acumulados desde que arrancara en 2015. Así lo cuenta Sergio Antón, su cofundador y consejero delegado, que asegura que llevan duplicando el volumen de operaciones e ingresos dos años seguidos, “y la previsión es que este año ocurra lo mismo”. El directivo, que puso en marcha la plataforma junto a su hermano Jorge Antón, detalla que hasta la fecha han financiado a un total de 350 compañías, que generan 8.592 empleos en España.

Los préstamos que venía concediendo históricamente MytripleA estaban en torno a los 120.000 euros de media, pero este año la fintech ha empezado a hacer operaciones de entre 500.000 y 3 millones de euros. Las empresas a las que financia tienen más de cinco años de actividad, facturan un mínimo de 2-3 millones hasta 300 millones y, sobre todo, “valoramos al empresario que hay detrás, al que vemos, conocemos y tocamos”, subraya Antón.

Esta plataforma de financiación participativa, que tiene en la actualidad a unos 4.500 inversores (entre acreditados y no acreditados, según establece la normativa), obtuvo unos ingresos de 708.000 euros en 2018 y su previsión para este año es alcanzar los 1,4 millones. “Nuestra proyección es estar en ebitda positivo en 2020 y generar caja positiva en 2021. El objetivo es llegar a intermediar unos 500 millones de euros al año en un plazo de cinco años”, dice el fundador de MytripleA, que ve una gran oportunidad de mercado en España.

“Piense que en este país se mueven 200.000 millones de euros en préstamos a pymes y, según el Banco de España, hay un hueco que la banca no financia de 50.000 millones acumulados desde 2010. Eso da idea del recorrido que hay. También otro dato: en Reino Unido, las plataformas de crowdlending prestaron el año pasado 6.000 millones. Allí, el 9,5% del volumen de crédito nuevo a pymes se emite vía plataformas similares a la nuestra, mientras en España no llega a un 1%”, continúa Antón, que anima a los reguladores españoles a adoptar algunas medidas ya tomadas en Reino Unido, que impulsarían el negocio de estas plataformas.

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En concreto, Antón habla de tres. La primera, en Reino Unido se ha obligado a los bancos a referir a plataformas lo que rechazan, “porque con la nueva regulación bancaria las restricciones para estas entidades para prestar dinero son cada vez mayores y porque la concentración bancaria que ha habido tanto en Reino Unido como en España ha hecho que haya menos disponibilidad de crédito hacia las pymes”. Las otras dos medidas clave, destaca, es que allí se invierte dinero público a través de plataformas como la de MytripleA y se han creado incentivos fiscales para los particulares que invierten a través de préstamos a empresas”.

Un acicate para el sector

Antón explica que desde ACLE están trabajando activamente, “y ya estamos conversaciones muy avanzadas con diferentes administraciones públicas para que se invierta dinero público en España a través de estas plataformas de crowdlending. Esperamos lograrlo este año, y estoy convencido de que será un hito tan relevante como cuando se reguló nuestra actividad en 2015. Eso cambió la percepción que había sobre nuestro sector, y esto también le dará un empujón muy importante”.

El consejero delegado de MytripleA resalta que su compañía está negociando con varios bancos españoles y dos internacionales para llegar a acuerdos de colaboración para que estas entidades les pasen clientes que ellos rechacen. “Se trata de hacer lo mismo que en Reino Unido aunque aquí no sea obligatorio por ley”, matiza el directivo, que apunta que ya están cerca de alcanzar la primera alianza. “Ahora mismo es una de las líneas de actuación en la que más énfasis estamos poniendo, y nos estamos encontrado con bastante receptividad por parte de los bancos, cuyos departamentos de innovación están trabajando duro en mover los cimientos de la banca y sus procesos internos para poder llegar a acuerdos de este tipo”.

Estos acuerdos, resalta Antón, son cada vez más frecuentes fuera de España. Por ejemplo, MarketInvoice, una plataforma de factoring (anticipación del cobro de las factura como vía también de financiación a las pymes), llegó recientemente a un acuerdo con Barclays en Reino Unido por el que “no solo le refieren operaciones que ellos no pueden hacer, sino que en algunos casos les ayudan a fondearlas”. Antón aclara que entre los inversores de su plataforma hay bancos, “porque les generamos un activo interesante” y “pronto podremos comunicar un acuerdo con uno que va a abrir su plataforma a la nuestra para que sus clientes puedan invertir a través de MytripleA sin salir de su plataforma”.

El directivo reconoce que, pese a la gran oportunidad de negocio que hay en España para las plataformas de préstamos entre particulares, la actividad es complicada como demuestra el reciente cierre de Loanbook y avanza que habrá concentración en el mercado, como ya ha ocurrido en Reino Unido.

Para crecer, MytripleA ha diversificado su negocio. En 2018 lanzaron otra plataforma de factoring (MytripleA Factoring) y ahora, tras contar con la autorización del Banco de España, han desarrollado una tecnología para prestar servicios de pago a otras plataformas a través de la marca Pay Area, “y ya estamos negociando con cinco plataformas”, dice Antón. Este detalla también que en su portal de préstamos tienen dos productos: préstamos garantizados a través de SGR (Sociedades de Garantía Recíproca) y no garantizados”. El ejecutivo explica que en estos han dado en los dos últimos años una rentabilidad neta cercana al 5% más euribor, similar a lo que ofrecen en factoring, y entorno al 2% más euribor en los préstamos garantizados.

El sector está trabajando duro para que en España se invierta dinero público a través de las plataformas de ‘crowdlending’

Antón explica que la tecnología es clave en MytripleA para gestionar el riesgo y es donde más inversión realizan. “Ahora mismo estamos trabajando en un modelo de prospección y en un proyecto de big data y algoritmos de inteligencia artificial. Según crecemos tenemos más datos y todo ello nos ayudará a elegir aún mejor a los buenos candidatos para recibir préstamos y elevar el número de empresas a las que financiamos. Ahora mismo aprobamos el 8% de todas las peticiones que nos llegan. En 2018 recibimos solicitudes por más de 600 millones de euro”.

Según Antón, algo que les diferencia de la banca es que esta es muy buena analizando las cuentas pasadas de las empresas, “pero nosotros, además de mirar los estados financieros, alimentamos nuestro algoritmo con otros datos como su historial de pagos, sus comportamiento con proveedores y clientes, y todo el entramado de relaciones con administradores sociales. Eso nos ayuda a innovar, crecer y nos permitirá escalar el proyecto”.

MytripleA, controlada en un 60% por los dos fundadores y en un 15% por el fondo GLI Finance (el resto está en manos de inversores privados), planea salir a otros mercados en dos o tres años. En Europa, miran hacia Italia, Francia y Portugal, y en Latinoamérica, a Colombia, Chile y México. La firma planea financiar su crecimiento aumentando capital (prevé hacer próximamente una ronda de financiación) y deuda. “Lo invertiremos todo en tecnología, talento y expansión internacional”.

Fuente: Cinco Días