¿Endeudarse para irse de vacaciones? Si esta práctica no es tan habitual entre los españoles, alrededor del 13% afirma que este año sí tiene la intención de pedir un préstamo para sufragar los gastos extraordinarios generados en los días de viaje y ocio, según un estudio del comparador bancario iAhorro. Ante la falta de recursos económicos inmediatos para hacer frente a los desembolsos que las vacaciones conllevan, sin embargo, la urgencia de obtener financiación es muy mala consejera, sobre todo si se hace a cualquier precio.

Que contraer una deuda para pagarse las vacaciones sea una buena idea o no “dependerá de las deudas acumuladas que tenga la persona”, según el experto en finanzas José Antonio Díaz Campos. “Si la carga financiera anual se incrementa a consecuencia de financiar las vacaciones, será preciso considerar hasta qué punto la renta de la persona o la familia puede soportar ese mayor gasto”, agrega. Por ello, los expertos aconsejan prudencia y cumplir con unos pasos previos sencillos pero importantes, para endeudarse si no se puede evitar, pero con cabeza.

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Revise sus finanzas. Lo primero será repasar su propia situación financiera en la que escudriñará, por un lado, “su renta, sus ingresos, sus gastos y, por otro, sus activos y sus pasivos”, sugiere Campos. ¿El objetivo? Antes de todo, “evaluar si conviene añadir deuda o no”, para luego prever “el impacto que tendría la devolución del préstamo sobre sus finanzas”, añade este economista. Asimismo, esta revisión le brindaría la oportunidad de tener un listado de sus activos que le permita eventualmente considerar la posibilidad de vender alguno de ellos como plan alternativo de financiación.

Elabore un presupuesto. Realizar un presupuesto exhaustivo de todos los gastos en los que va a incurrir durante sus vacaciones es, en palabras de Campos, “de suma importancia”. Es la única manera de saber qué importe necesita realmente y si, por su situación personal y financiera, puede permitírselo o no. “Es muy importante hacer números antes de solicitar un préstamo, para que sea lo más ajustado posible y no nos endeudemos por encima de nuestras posibilidades”, dice, en la misma línea, el director de préstamos y tarjetas de iAhorro, Eduardo Zafra.

Mire con lupa el contrato. Si, después de haber evaluado atentamente su situación personal y financiera, llega a la conclusión de que puede permitirse financiar sus vacaciones, Campos aconseja “prestar especial atención a los detalles del préstamo”. ¿Qué deberá observar con especial detenimiento? En primer lugar, que el importe se ajuste al máximo al gasto que tiene previsto realizar. “No tendría sentido pedir un importe mayor, ya que eso incrementaría el coste de la financiación”, advierte este experto. Y, en segundo lugar, ojo con el plazo de la operación. “¿Tendría sentido un plazo de tiempo largo para financiar unas vacaciones?”, se pregunta Campos. “Probablemente no, ya que si al siguiente año necesitamos volver a financiar las vacaciones y ya tenemos un préstamo por las del año anterior, va a ser más difícil que nos lo concedan”.

Tenga cuidado con el tipo de interés. “En la actualidad las financieras ofertan una gran variedad de productos y, entre ellos, minicreditos y préstamos rápidos, que dan una cantidad pequeña de dinero, pero con una disponibilidad casi inmediata”, explica Zafra. “Estos productos suelen tener unos intereses mucho más elevados que los comercializados por las empresas tradicionales”, avisa. A este aspecto, Campos añade dos consejos. “Yo prestaría especial atención también a las comisiones y a todos los gastos asociados a la financiación, y comprobaría que no existen productos vinculados, para evitar cualquier sorpresa”, dice este experto. En otras palabras, el dato relevante será la TAE (o tasa anual equivalente, que recoge no solo el tipo de interés sino también todos los demás gastos) y no el tipo de interés nominal (TIN).

Compare mucho. Un error muy común, según Campos, es aceptar la primera oferta que nos hagan, sin comparar con otros préstamos concedidos por otras financieras. Tanto es así que solo el 21,3% de los encuestados por iAhorro —una muestra de más de 2.100 personas, representativa de la población española— afirma cotejar distintas opciones antes de firmar un préstamo. “Somos capaces de comparar viajes, precios de coches u operadoras de telefonía y sin embargo en financiación en general aún nos cuesta”, reflexiona Zafra, quien, por el contrario, destaca que “las prisas por conseguir la financiación nos llevan a elegir los primeros que nos ofrece nuestra entidad y esto puede ser un error porque es posible que encontremos un mejor tipo de interés en otra”.

Fuente: El País