La situación se complica para el Santander porque se abre la vía judicial sobre el caso Orcel. La demanda del alto ejecutivo no es un movimiento sorprendente, ya que planteó la cuestión en alguna entrevista en prensa; pero fuentes del mercado apuntan que el banco había abierto una línea para negociar. Ahora, con la demanda presentada, si no está roto este canal de negociación, al menos se ha enrarecido mucho. El Santander tiene hasta final de julio para presentar sus alegaciones al juzgado.

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Todo empezó hace casi un año, cuando el Santander anunció el fichaje de Orcel como consejero delegado en septiembre de 2018, pero nunca procedió a su nombramiento y por eso le ha demandado, según publicó este miércoles El Confidencial. En enero anunció que renunciaba a su contratación por el “inaceptable” coste de compensarle por el bonus que el banquero iba a dejar de percibir en UBS al irse al banco español. Se habló de que los ingresos diferidos a los que tenía derecho Orcel de UBS ascendían a 50 millones. El banco suizo consideró competidor al Santander y se negó a pagárselos, como esperaba la entidad presidida por Ana Botín.

Días después del rechazo del Santander trascendió la intención de Orcel de demandar al banco; señaló que la oferta contractual que había recibido sería su principal baza en la demanda. Tras encontrar dificultades para que le representase algunos de los mayores despachos españoles, Orcel acabó contratando al bufete de abogados De Carlos Remón para estudiar las posibles acciones legales.

Orcel ha formalizado ahora su demanda en un juzgado. El financiero pide que se respete su fichaje como consejero delegado (algo inviable porque ya está ratificado en este cargo José Antonio Álvarez). En su defecto, reclama que se le compense por daños y perjuicios por la situación en la que ha quedado ante el mercado, así como que le compense por el sueldo que ha dejado de cobrar en UBS.

Los 102 millones superan todo lo que esperaba percibir por el contrato con el banco por sus funciones de consejero delegado durante el periodo de su nombramiento. El proceso está plagado de incógnitas, entre ellas si Orcel ha cobrado el sueldo diferido de UBS, algo lógico ya que no trabaja para ninguna entidad competidora.

Según Bloomberg, Orcel está considerando iniciar un pequeño banco de inversión en Londres y ha mantenido conversaciones informales con otras entidades para trabajar en el futuro.

Fuente: El País