Peter Bofinger, uno de los economistas más influyentes de Alemania y miembro del club de cinco sabios que asesora al Gobierno de Angela Merkel, come un sándwich a toda prisa mientras atiende a EL PAÍS en la sede de Funcas en Madrid. Acaba de pronunciar una conferencia sobre el futuro de Europa y tiene que salir pitando hacia el aeropuerto. En media hora de conversación, Bofinger (1954, Pforzheim) explicará por qué se alegra del fracaso de las negociaciones para formar Gobierno en Alemania, sus miedos ante el futuro de la eurozona e ironizará sobre cómo se siente en minoría, defendiendo tesis contrarias a las de la ortodoxia económica y política de su país.

“España superó la crisis no por la reforma laboral, sino gracias a tener déficits públicos”

La inédita crisis política que vive Alemania no es, para Bofinger, motivo de pánico, sino más bien “una buena noticia”. El profesor de Economía Política en la Universidad de Wurzburgo se alegra de que los liberales del FDP, a los que critica por euroescepticismo, no vayan a formar Gobierno con los democristianos de Merkel y los verdes. “La coalición que negociaban corría el riesgo de llevar a Alemania a la parálisis por las visiones enfrentadas de liberales y verdes. Ahora podemos estar medio año sin Gobierno, lo que tampoco sería bueno para Europa. Pero soy optimista y creo que es posible la formación de una gran coalición con los socialdemócratas, que sería más proeuropea. Esta sería la mejor solución”, asegura.

Bofinger destaca por un europeísmo superior a la media de su país. Así, considera que el mayor riesgo para la eurozona es la falta de mecanismos que impidan su ruptura en caso de crisis, tal y como estuvo a punto de ocurrir en 2012. Y para ello, este profundo crítico del ordoliberalismo reclama progresos sustanciales como la transferencia a escala europea de fondos o responsabilidades que ahora recaen en los Parlamentos nacionales o la mutualización de deuda para proyectos paneuropeos. Un discurso poco popular ahora mismo en Berlín o Fráncfort.

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“Siendo realistas, que [la ultraderecha de] AfD sea tan fuerte, hace que ningún Gobierno alemán, sea el que sea, vaya a apostar por una mayor integración en la eurozona en los próximos años”, explica. Mientras, los riesgos que asolan a la unión monetaria son ahora principalmente políticos. “Sin esos mecanismos de transferencias, un país cuya economía no mejore corre el riesgo de dar el poder a partidos que aboguen por abandonar el euro”.

Sobre la salida española de la crisis, Bofinger se aleja del discurso habitual en Bruselas o Berlín. Este profesor pide no “sobrevalorar” los efectos de la dura reforma laboral, y considera que si España logró escapar del agujero no fue gracias a la contención del gasto público, sino todo lo contrario. “España tuvo éxito con unas políticas de inspiración keynesiana, con las que mantuvo unos déficits muy altos durante años. Si hubiera hecho como Grecia, tratando de ajustar las cuentas a toda costa, habría sido un desastre”.

Bofinger pide acabar con la “peligrosa obsesión por la moderación salarial”

Bofinger se alegra de que la Comisión Europea o el BCE pidan ahora algo que él lleva años reclamando: poner fin a la “peligrosa obsesión con la moderación salarial”. ¿Este cambio se explica solo por la necesidad de impulsar la inflación o es también el reconocimiento tácito de que la crisis ha dejado atrás a amplias capas de las clases medias? “Ambos son buenos argumentos, ¿no cree?”, responde. “Sería importante que Alemania, que se lo puede permitir, subiera más los salarios. En caso contrario, el BCE, haga lo que haga, no va a cumplir su objetivo de inflación cercana al 2%”.

Hablando del BCE, ¿qué siente tras años de críticas de sus colegas alemanes a las medidas extraordinarias impulsadas por Mario Draghi, a las que achacaban efectos inflacionarios, un riesgo que no se ha cumplido? “Ya decía en 2010 que el riesgo de deflación era mucho mayor que el de inflación”. ¿Le dice a sus colegas que era usted el que tenía razón? “Es cierto. Pero soy demasiado educado para ello”, responde con una sonrisa.

“Cataluña se cortaría las dos piernas si se independiza”

Al llegar al inevitable tema catalán, Peter Bofinger compara los efectos que la hipotética independencia tendría con la otra gran ruptura que está viviendo Europa: la salida de Reino Unido de la UE. “Para mí, el Brexit fue como alguien que de repente decide cortarse una pierna sana. Pues bien, la independencia de Cataluña equivaldría a cortarse las dos. Sería aún más difícil que el Brexit”, asegura. El profesor en la Universidad de Wurzburgo no tiene ninguna duda que la crisis catalana supone una amenaza para la economía española; pero también de que, en caso de consumarse la secesión, la parte más perjudicada sería Cataluña. “Ningún Estado de la UE la reconocería. Sería un desastre”, añade.

Por continuar con los símiles, Bofinger subraya las dificultades colosales que está afrontando Reino Unido para iniciar el proceso de salida de la UE. “Estamos viendo lo complicado que es la separación de dos personas que vivían en distintos apartamentos. Imagínese cómo sería si lo hacen dos que ahora viven en el mismo”, concluye.

Fuente: El País