La vivienda en alquiler interesa a las empresas. Incluso a aquellas que en principio están alejadas de ese negocio. Es el caso de la promotora Neinor Homes que en la actualidad está estudiando la posibilidad de entrar en ese mercado como propietario de edificios, como reconocen fuentes de la empresa a Cinco Días.

Neinor Homes actualmente es una promotora de viviendas de obra nueva, con una previsión de entregas de 2.000 casas para este año e iniciar obras para otros 3.000 pisos. La firma surge tras la compra, por parte del fondo estadounidense Lone Star, de la antigua inmobiliaria de Kutxabank. En 2015 ficha a Juan Velayos como consejero delegado y dos años después la empresa fue la primera de estas promotoras en estrenarse en Bolsa tras una década que arrasó al sector del ladrillo. A día de hoy, su principal accionista es el fondo israelí Adar, con el 28,6% del capital.

La compañía estudia ahora entrar en el negocio patrimonialista, una actividad en la que en los últimos años han brillado las socimis (sociedades cotizadas de inversión en el mercado inmobiliario). Desde la empresa se explica que no hay ninguna decisión tomada y mantienen todas las opciones abiertas.

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Básicamente se trata de optar entre tres alternativas, si finalmente la compañía decide dar el salto a esa actividad. Por un lado, la construcción de viviendas en arrendamiento, edificios encargados por inversores o socimis como proyectos de llave en mano. Como segunda opción, la empresa estudia establecer joint ventures con inversores y, por último, convertirse en propietario de las casas que construya.

La compañía recibe el asesoramiento de Goldman Sachs en el posible negocio del alquiler, tal como adelantó ayer el diario El Confidencial, aunque desde la compañía se explica que son varios bancos de inversión los que están colaborando en distintas propuestas.

Hasta ahora, diversos expertos del sector inmobiliario han indicado que las grandes promotoras del sector están interesadas y en fase de estudio de proyectos de arrendamiento, pero sobre todo de llave en mano para inversores fundamentalmente extranjeros que buscan este tipo de propiedades. Esta nueva actividad permitiría diversificar el negocio y cubrir la demanda de construir un parque de casas destinadas al alquiler. Aunque levantar proyectos para terceros tiene una rentabilidad menor que el negocio tradicional de construcción y venta de viviendas.

Para Neinor, dar el siguiente paso de convertirse en propietario significa, además, una mayor inversión y una rentabilidad menor. Pero entraría en un segmento más estable a los cambios de ciclo que la construcción, ya que supone recibir mensualmente rentas a muy largo plazo. Si la empresa finalmente toma esa decisión, también se enfrenta a explicar a los inversores la entrada en una actividad no prevista inicialmente.

Quiénes son los protagonistas

El mercado del alquiler está controlado en entre un 96% y un 97% por los particulares y solo entre un 4% y un 3% por fondos y socimis, tal como calculó este diario el pasado año con datos propios de las grandes empresas. Como principal actor está Testa Residencial, controlada en un 80% por Blackstone desde 2018 y cotizada en el Mercado Alternativo Bursátil. La mayor parte de estas firmas se han convertido en socimis por las ventajas fiscales. En el MAB, 25 de esta sociedades controlan una cartera residencial por 4.533 millones de euros, de los que más de 2.000 millones corresponden a Testa, aunque hay otros nombres como Témpore o Vivenio. Una de las carencias de este segmento, es precisamente un parque de obra nueva para el alquiler.

Fuente: Cinco Días