El imperio se edificó sobre los cimientos de la moda en 1965 y se agrietó este verano, al menos moralmente, con la caída del puente de Morandi en Génova, donde murieron 43 personas y dejó en él un dolor irreparable. Gilberto Benetton, uno de los fundadores del Grupo Benetton, un hombre extremadamente reservado y simple, según quienes le conocían, murió el lunes a los 77 años en Treviso, localidad a la que la empresa familiar siempre asoció su nombre para patrocinar al mítico equipo de baloncesto. Su apellido ha marcado la historia de Italia en los mejores y peores momentos y permite explicar el origen esplendoroso de un camino accidentado.
Benetton, el miembro de la familia que abrió el abanico empresarial de la firma más allá de la moda, ingresó en los últimos días en un hospital de Treviso con una pulmonía y sus condiciones empeoraron en las últimas horas. Había creado con hermanos Luciano, Giuliana y Carlo, un grupo que fue dando pie a otras empresas como la sociedad Edizione Srl, que en la actualidad posee el 30,25% del capital de Atlantia. Pero también fue consejero delegado del Grupo Benetton, Atlantia, Mediobanca, Pirelli & C. y Allianz, una muestra de como siempre quiso ampliar los horizontes de una firma asociada siempre a la moda. También gracias al impuoso del fotógrafo Oliviero Toscani, que firmó las campañas más emblemáticas y provocativas de la marca.
Gilberto siempre miró más allá. Y Atalantia, de las empresas controladas por el grupo, anunció en 2017 una OPA sobre la concesionaria española de autopistas Abertis, que se ejecutó definitivamente en junio. En octubre de ese año, el grupo de infraestructuras español ACS presentó una oferta competidora a través de su filial alemana Hochtief. Finalmente, el pasado mes de marzo, Atlantia y ACS llegaron a un acuerdo para tomar el control de Abertis de forma conjunta.
El drama llegó este verano. Atlantia, matriz de Autostrade per l’Italia, la empresa italiana que se encargaba del mantenimiento y de la gestión del puente de Morandi que se derrumbó el pasado 15 de agosto. El suceso, junto a la muerte de su hermano Carlo (el pasado 10 de julio), produjeron en Gilberto una mella de la que no logró recuperarse.
Fuente: El País