Está considerado uno de los mayores expertos y visionarios en la industria audiovisual. Y su curriculum lo respalda. Mitch Lowe formó parte del primer equipo directivo de Netflix; se unió a esta compañía en 1998, cuando esta apenas era una idea. Allí ocupó el cargo de vicepresidente de desarrollo de negocio y alianzas hasta 2003. Más tarde fue presidente de RedBox, una empresa que quiso reinventar el mundo del alquiler de películas con quioscos y que hoy factura en torno a 2.000 millones de dólares tras evolucionar su modelo de negocio. Ahora, Lowe es CEO de MoviePass, una empresa que el mismo define como el Netflix del cine y que quiere revolucionar la industria del séptimo arte en las taquillas.

La firma, fundada en 2011 y con sede en EE UU, se hizo muy popular en ese país en agosto de 2017 cuando lanzó una tarifa plana que permitía al usuario ver una película al día en los cines estadounidenses por solo 9,95 dólares. La agresividad de esta oferta (el coste medio por entrada en EE UU es de unos 9 dólares) por poco no lleva a la compañía a la quiebra este verano. “Es cierto que tuvimos graves problemas financieros. Problemas de efectivo. A lo largo del último año tuvimos que pedir del orden de 45 millones durante varios meses seguidos, pero también tuvo problemas financieros Netflix y RedBox. En Netflix hubo un momento en que cada 90 días parecía que se iba a tener que cerrar el negocio porque no conseguían dinero, y ahora mire, es un éxito increíble”, asegura en una entrevista con CincoDías.

El directivo remarca que han superado la crisis y que cuentan con un equipo extraordinario que cada día hace que las cosas vayan mejor. “Estoy convencido de que algún día veremos MoviePass de una forma muy parecida a como vemos hoy Netflix”. La Bolsa por ahora no ofrece muchos alicientes. Las acciones de Helios y Matheson Analytics, su matriz, reflejan aún los momentos críticos vividos por la compañía y sus títulos apenas valen 0,017 dólares, tras haber caído más de un 99% desde principios de año. Su capitalización apenas supera en estos momentos los 23 millones de dólares. No obstante, la compañía, que también ha levantado fuertes críticas de la mayor cadena de cines del mundo AMC, que amenazó con demandarles, asegura que captó 65 millones de dólares en septiembre. Un dinero que confían les dé oxígeno para impulsar su negocio.

Estamos revitalizando el negocio de los cines en EE UU, donde llevaba cayendo 15 años de forma ininterrumpida”

Lowe, que ha visitado Madrid para participar en el McKinsey Digital Summit, cuenta de hecho que MoviePass tiene planes de expansión internacional y asegura que “desembarcarán en España en 2019. Estamos hablando con empresas en España, Brasil y Colombia, los tres mercados donde primero nos gustaría entrar. Este es un negocio que funciona muy bien en países donde la industria del cine está fragmentada, y creo que en España irá bien”. El directivo apunta que no ocurriría así en México o Canadá, donde hay sendas cadenas de cine que tienen el 60% y el 90% del mercado”.

El directivo detalla que en agosto de 2017, cuando lanzaron la tarifa plana que daba opción a ver una película por día, la compañía tenía 20.000 suscriptores. Esa cifra subió hasta el millón a final de ese año y hasta los tres millones en abril de 2018, cuando alcanzaron unos ingresos de casi 400 millones. “Nuestros suscriptores crecieron casi un 15.000%”, relata Lowe, que admite que para salir del atolladero donde se habían metido, MoviePass se ha visto obligada a cambiar su oferta comercial. “Crecíamos demasiado rápido y los sistemas que teníamos no eran capaces de absorber ese crecimiento”, dice, sin referirse al enorme incremento de gastos que también le sobrevino a la compañía derivado de ese éxito.

Ahora, el precio de su tarifa plana es el mismo, pero da derecho al usuario a ver tres películas al mes (además de recibir descuentos de entre 2 y 5 dólares por entradas adicionales). Su número de suscriptores actual ha bajado a 2,1 millones, quizás por los cambios de precios y condiciones continuos que la compañía fue aplicando hasta llegar a la oferta actual. Con todo, Lowe asegura que siguen comprando el 6% de las entradas de cine en EE UU, y defiende que, como Netflix, también solucionan un problema: “Hay que tener en cuenta que el mercado de los cines en EE UU lleva 15 años bajando ininterrumpidamente entre un 1% y un 6%, según el año. Y con la entrada de MoviePass ha crecido un 9%. Hemos creado un servicio atractivo para los millennial, que son justo la gente que había dejado de ir al cine por la aparición de plataformas como Netflix o Amazon”.

“Ellos consideraban que ir al cine era caro, que la comida y las bebidas que te ofrecen allí son caras y habían dejado de ir a las salas a compartir una película con los amigos. MoviePass está ayudando a revitalizar los cines, quizás la parte más anticuada de la industria del entretenimiento junto con la televisión estándar como la conocemos lineal”. Según Lowe, los datos demuestran que los suscriptores de MoviePass van al cine el doble de lo que iban antes y cuando van consumen más comida y bebidas”.

“Estoy convencido de que algún día veremos MoviePass de una forma muy parecida a como vemos hoy Netflix”

El ejecutivo resalta igualmente otra ventaja que, en su opinión, proporciona su compañía a la industria del cine. “Nuestra tarifa plana abre el negocio más a los directores y productores de cine independiente y extranjero, porque ayudamos a que sea más fácil para ellos descubrir buen cine”.

La empresa también ha empezado a producir y comprar películas como Monster and Men como una forma de impulsar su negocio. “Las compramos y logramos hacerlas exitosas, porque sabemos apelar al público adecuado. Cuando nosotros promocionamos una película, compramos el 20% de las entradas que hay, así triplicamos la recaudación. Y no porque seamos unos genios del marketing, sino porque todo eso se ofrece a los espectadores sin un coste incremental para ellos”, continúa.

Los medios estadounidenses explican que el modelo de MoviePass está muy centrado en los datos, en recopilar información sobre los hábitos de visualización de sus suscriptores como Netflix. Una estrategia que les permitiría dirigir las promociones de las películas a los usuarios indicados y lograr así elevar las ventas en taquilla. En este sentido, Lowe asegura que los cines físicos llevan 60 años igual. “El 60% de las veces, la gente va al cine sin saber exactamente lo que va a ver, te sientan allí, pero nadie sabe quién eres. Solo saben algo del 20% de las personas que van porque pertenecen a algún tipo de cineclub y su única forma de innovar es subir cada año los precios de las entradas un 2-3% y subir las palomitas para compensar la pérdida de público. Pero esa innovación no va a ningún sitio; lo único que logra es que la tasa de abandono del cine siga creciendo. Por eso entendí que el cine es el sector perfecto para ser objeto de innovación y disrupción a día de hoy”.

Las acciones de Helios y Matheson Analytics, su matriz, reflejan aún la crisis vivida por la firma y valen 0,017 dólares

Lowe dice que mucha gente le llama masoquista “porque parece que solo me gusta estar en la parte difícil de los negocios”, pero afirma confiar en el proyecto. “Incluso creo que fuera de EE UU será aún más prometedor, porque hay más flexibilidad a la hora de atraer tráfico a los cines. En EE UU hay acuerdos muy férreos entre cadenas de cine y estudios cinematográficos, que hacen difícil ofrecer ofertas”. Pero quizás MoviePass haya provocado ya cambios en el sector, pues la cadena AMC lanzó el pasado junio una tarifa plana propia de 19,95 dólares mensuales que permite ver también tres películas al mes, pero incluyendo filmes en 3D e IMAx, algo restringido hoy a los usuarios de MoviePass.

En España, Lowe asegura que trabajarán con socios “que conocen mejor el mercado local que nosotros. Utilizarán nuestra tecnología y todo lo que hemos aprendido a lo largo del camino”. El directivo no da detalles sobre las empresas con las que están negociando (“aún es pronto”), pero sí cuenta que abrirán una oficina en el país.

Fuente: El País