Mediaset España, envuelta en un proceso de fusión con su matriz italiana, ha mantenido una generosa política de retribución al accionista en los últimos años, tanto a través de dividendos como de recompra de acciones. De hecho, se ha situado en los primeros puestos de la Bolsa española. Así, Mediaset España ha destinado a dividendos más de 685 millones de euros entre 2015 y 2019.

La retribución no dejó de aumentar entre 2015 y 2018, hasta alcanzar ese año una cota de 0,60 euros por acción, equivalentes 197,4 millones. De ellos, 164,6 millones correspondieron a dividendo ordinario con cargo a 2017, y el resto a dividendo extraordinario con cargo a reservas de libre disposición.

Este año, abonó un dividendo ordinario de 0,315 euros por acción, con cargo 2018, con un desembolso de 99,9 millones de euros (se pagó el 30 de abril). La cifra suponía el 50% del beneficio neto de 2018.

A principios de año, y coincidiendo con el anuncio del dividendo, Mediaset España puso en marcha un programa de recompra de acciones de 200 millones de euros, por un máximo del 9,9% del capital. La compañía señaló entonces que buscaba aprovechar la coyuntura bursátil, indicando que no reflejaba la realidad del negocio. La firma aseguró que buscaba remunerar de forma extraordinaria a los accionistas y evidenciar su confianza en el sector y el modelo de negocio”.

La empresa precisó que, con este nuevo programa, en los últimos seis años habría invertido 937 millones de euros en adquirir de títulos propios, lo que prácticamente representaba un 50% de su capitalización. Ahora bien, coincidiendo con el anuncio de la fusión, Mediaset España decidió poner fin al plan de recompra de acciones, tras inversor 95,53 millones en recomprar el 4,40% del capital. De esta forma, las recompras suman 823 millones.

La estrategia de fuerte retribución, según fuentes del sector, ha tenido entre sus objetivos tratar de cuidar al accionista en un momento complicado en Bolsa. Entre mayo de 2017 y final de 2018, las acciones bajaron más de un 50%, en parte por las dudas del mercado sobre el negocio televisivo, ante la presión de los OTT. En los primeros meses de 2019, gracias a factores como las recompras de acciones, los títulos han rebotado de un 19%.

Fuentes del mercado explican que Mediaset España es una compañía que apenas tiene deuda, con estructura de costes bajo control y pocas necesidades de capex. De hecho, la empresa redujo los costes un 3,6% en 2018, pese a la compra de los derechos de emisión del mundial de fútbol de Rusia, y cerró el año con una posición financiera neta positiva de 167 millones de euros, 32 millones más que a final de 2017.

“La compañía ha destinado la mayor parte del beneficio a retribuir a los inversores porque no tenía otros ámbitos a los que destinar los recursos que generaba”, dicen estas fuentes. La empresa señala que la elevada retribución al accionista ha sido gracias a su fuerte generación de caja.

Futuras retribuciones

Mediaset ya ha trazado algunos de los futuros planes de retribución a los inversores, una vez que se cierre el proceso de fusión de las filiales de Italia y España, anunciado el viernes. En principio, la nueva compañía, bautizada como Media for Europe (MFE), y que tendrá su sede en Holanda (cotizará tanto en España como en Italia), abonará un dividendo a sus accionistas de 100 millones de euros, con una rentabilidad del 2,4%, y lanzará un plan de recompra de acciones por 280 millones. Según Mirabaud, el payout supondrá cerca del 50% del beneficio neto. Para este banco de inversión, implicará una rentabilidad por dividendo cercana al 4%, en línea con la estimación que tenía establecida para Mediaset España.

Fuente: El País