Pregunta.»El presidente de la Asociación de Farmacéuticas Británicas, Mike Thompson, ha dicho hace unos días que no está seguro de que los políticos hayan entendido a qué hace frente este sector debido al Brexit. ¿Comparte esa afirmación?»

Respuesta.»Sí, la comparto. Por eso estoy haciendo esta entrevista. La complejidad de la industria farmacéutica, con su flujo constante de mercancías atravesando las fronteras, y todas las licencias y certificaciones que eso requiere, no es algo que puede reajustarse de la noche a la mañana. Por eso estamos intentando asegurar que los medicamentos lleguen a los pacientes durante un periodo de tiempo que puede ser muy incierto. No creo que los políticos, a uno y otro lado del Canal de la Mancha, busquen provocar un desabastecimiento de modo intencionado. Pero se echa en falta un mayor entendimiento de lo complejo que es este sector, y de cuáles pueden ser las consecuencias no intencionadas. No podemos llegar a una situación en la que la gente nos pregunte: ¿Por qué no nos avisaron? Por eso estamos diciéndoselo a la opinión pública y a los políticos».

P.¿Y qué sería necesario para obtener mayor tranquilidad?

R.»En primer lugar, un periodo de transición serio, que no obligue a cambiar demasiadas cosas. Y que ayude a eliminar la incertidumbre actual. Aunque, evidentemente, ese periodo transitorio algún día terminará. Así que cuantas más certezas tengamos, mejor. El Gobierno de Reino Unido ha dado un paso importante al comprometerse a aceptar los medicamentos que sean aprobados por la Agencia Europea de Medicamentos. Yo defendería que Bruselas hiciera lo mismo con la futura agencia británica de medicamentos».

P.¿Qué preparativos han llevado a cabo en AstraZeneca, y desde cuándo?

R. «Desde que se aprobó el Brexit en referéndum hemos estudiado alternativas al suministro procedente de Reino Unido. Y para nosotros la alternativa obvia es Suiza. Contamos con las instalaciones necesarias para llevar a cabo el plan. Pero es una duplicación de esfuerzos que ya nos ha costado 45 millones de euros. Si el Brexit llega sin acuerdo, el próximo 29 de marzo, no podríamos producir y entregar a tiempo algunos medicamentos. Así que estamos acumulando reservas de esos medicamentos y transportándolos a lugares de almacenamiento cercanos al mercado de destino, en vez de esperar y tener que cruzar la frontera».

P.El Gobierno de Reino Unido les ha pedido que preparen reservas para un periodo de seis semanas. ¿No suena demasiado alarmista?

R.»Absolutamente, pero esa es la realidad. Si surgen nuevas fronteras, la cifra de camiones que hoy circula ya es desorbitada. Si les hacen pararse, inspeccionan la mercancía, comprueban los documentos y todos esos detalles, así, de repente, a partir del 29 de marzo, el esfuerzo será descomunal».

P.¿Teme una reducción de la financiación en investigación después del Brexit?

R. «El Gobierno de Reino Unido ya ha ofrecido su participación en futuros programas de investigación europeos. Ahora corresponde a la UE aclarar si eso es posible. Creo que sería bueno para ambos. Lo que ocurre ahora entre Londres y Bruselas no es lo único que pasa en el mundo. Tenemos un competidor enorme en Estados Unidos, y uno cada vez más grande en China. Si ambos lados del Canal de la Mancha siguen centrados en este ‘pequeño asunto’ que nos traemos entre manos, lo estarán enfocando de un modo incorrecto.Si la Unión Europea llegara a romperse, otros países como Estados Unidos o China saldrían beneficiados. Si los europeos comenzamos a retroceder hacia los ‘Good Old Days’ (los buenos y viejos tiempos), que básicamente supusieron dos guerras mundiales, y volvemos a ser Estados más nacionalistas y menos europeos, nos haremos un daño considerable.

P.¿No tiene la impresión de que asuntos delicados, como la seguridad interna o el intercambio de medicamentos, no están recibiendo la necesaria atención en las negociaciones?

R.Creo que a veces se mezcla la política, incluso la política doméstica, a ambos lados del Canal. No es algo que ocurra únicamente en Reino Unido. Ocurre también en Francia o Alemania. A veces incluso los acuerdos comerciales se convierten en un asunto de política doméstica. Y se pretende lograr el todo sin entrar en los detalles. El problema de ese enfoque, desde un punto de vista empresarial, es que construye un elevado muro de incertidumbre delante de nosotros. Y debemos esforzarnos en compensarlo. Yo creo que sería mucho más fácil negociar por separado cada sector económico, aunque resulte menos atractivo desde un punto de vista político. Habría sido mucho más pragmático para acelerar las negociaciones del Brexit. Un planteamiento nada realista, ya me han dicho, pero por eso yo no soy un líder político.

P.¿Comparte ese reproche del Gobierno británico de que la «Burbuja de Bruselas» y su dogmatismo legal es el culpable de que no haya avances?

R.No, es un planteamiento general con el que no estoy de acuerdo. En nuestro sector la UE lo ha hecho bastante bien. Los acuerdos de cooperación entre todos los países europeos, empezando por el Erasmus, por ejemplo, han sido muy buenos para nuestra industria. La dificultad de todo esto no reside en la voluntad, o mala voluntad, de los diferentes países. Para todos es un area de máxima prioridad. El problema reside en los aspectos prácticos. Los británicos quieren salirse de la UE. Muy bien. Desde mi punto de vista democrático es una decisión que les corresponde a ellos. Para mi esa no es la cuestión. la cuestión es qué hacemos entonces a partir de ahí, y cuáles son las reglas con las que a partir de ahora AstraZeneca debe tratar desde Cambridge con el resto del mundo.

Fuente: El País