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Los pilotos de la aerolínea colombiana Avianca han aceptado cinco minutos antes de la medianoche del jueves poner fin a una huelga que ha afectado duramente las operaciones de la compañía durante 51 días. Los trabajadores afiliados a la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles (ACDAC), alrededor de 700, han votado en asamblea volver a sus puestos el próximo lunes. Esta decisión llega tras la mediación del Defensor del Pueblo, Carlos Alfonso Negret Mosquera, que ha suscrito un acuerdo con el presidente del sindicato, el capitán Jaime Hernández.
El acuerdo señala que la suspensión del paro responde al compromiso con “la protección de los derechos humanos de los ciudadanos” y resalta que “la Defensoría del Pueblo acompañará el retorno de las actividades de los pilotos”, cerca de la mitad de los contratados por la aerolínea, “y velará por el ejercicio de sus derechos legales y constitucionales”. Los aviadores reclamaban mejoras salariales y de las condiciones de trabajo.
La huelga ha llevado a Avianca a cancelar casi 14.000 vuelos y las incidencias han afectado a unos 400.000 pasajeros durante casi dos meses de máxima tensión entre la empresa y los trabajadores. Hace un mes, el Tribunal Superior de Bogotá declaró ilegal el paro por considerar que las actividades de la compañía tienen carácter de servicio público.
El Gobierno intentó, sin éxito, mediar entre las partes y la propia ministra colombiana de Trabajo, Griselda Janeth Restrepo, reprendió a las partes por no avenirse a una solución. “Les faltó voluntad durante todo el proceso”, dijo al cumplirse un mes de huelga.
La aerolínea aún no se ha pronunciado sobre esta decisión. Según el acta del acuerdo, “manifestó que se acogería únicamente a las decisiones judiciales y arbitrales que se encuentran actualmente en trámite”.
El acuerdo recoge también que “el Defensor del Pueblo, en uso de la magistratura moral que le confiere la Constitución y la ley, invita a Avianca a recibir de buena fe la decisión de la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles-ACDAC, y hace un llamado a que sus derechos como trabajadores sindicalizados sean respetados”.
Fuente: El País