El sector hotelero afronta la temporada de invierno con «menos optimismo» que en los años anteriores y, aunque prevén estabilidad, apuntan a connotaciones negativas en términos de rentabilidad, tras los récords históricos alcanzados durante los ejercicios pasados.

La patronal hotelera Cehat ha alertado hoy de que, por primera vez en tres años, algunas empresas del sector reconocen que tendrán menos pernoctaciones que en años anteriores y que podrían bajar los precios, los ingresos y la rentabilidad, dado que, además, los costes se están incrementando.

El presidente de la patronal, Juan Molas, ha explicado hoy, en una rueda de prensa, que España finalizará 2018 probablemente con cifras similares a las del año pasado o una ligera caída de hasta un 0,9 % en la llegada de turistas extranjeros, lo que no es relevante, ya que lo importante es que el gasto medio por cliente se ha incrementado en un 3 %.

Molas prevé «bastante normalidad» en el turismo español para los próximos meses, excepto en el mercado británico, donde se nota una cierta lentitud en la compra de reservas, fundamentalmente en Canarias y en algunas islas más que en otras.

Teniendo en cuenta que el mercado británico supone un 23 % del total de turistas que visitan España (unos 18 millones al año) y que uno de cada dos que salen de vacaciones en invierno acude a Canarias, a los hoteleros les preocupa muchísimo el ‘bréxit’ porque, además, «nadie nos da ningún tipo de explicación», ha lamentado.

Cehat ha solicitado una reunión con la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, para configurar una campaña de comunicación dirigida al mercado británico, con el objetivo «no tanto de trasladar las bondades de España como destino que ya las conocen», sino fundamentalmente de sentimiento, de cariño y de acogimiento, «para que vengan y que les seguimos esperando, pese al ‘bréxit'».

Molas ha explicado que su preocupación por cómo va a terminar la negociación del ‘bréxit’ no sólo se refiere a la movilidad de viajeros entre España y Reino Unido, sino también al transporte aéreo, por lo que espera, que en el caso de que, al final no haya un acuerdo, España pueda llegar a un tipo de acuerdo bilateral.

La situación política en Cataluña (donde la ocupación se ha recuperado pero a costo de los precios que han bajado) y, en general, en España, con un intenso calendario electoral y sin saber si habrá o no los presupuestos generales tampoco es un escenario propicio para el turismo.

Los hoteleros temen que se pueda producir un parón en la actividad política, no tanto la recurrente, sino en cuanto a grandes proyectos y normativas, y reclaman una mayor dotación presupuestaria para el sector turístico y la promoción de España, hasta ahora «muy escasa».

Aunque los mercados emisores siguen estables, si bien es cierto que el sector nota la competencia de otros países del Mediterráneo como Turquía, donde las ventas para el próximo verano han aumentado entre un 25 % y un 28 %, impulsadas por la depreciación de la lira.

Molas se ha mostrado, asimismo, preocupado por el tema de visados y ha reclamado a la administración española que se agilicen sus trámites, teniendo en cuenta que en 2030, un 80 % de los nuevos viajeros procederá de mercados emergentes como Rusia, China y otros países asiáticos y latinoamericanos.

Respecto de las posibles movilizaciones que podrían llevar a cabo en fechas navideñas los tripulantes de cabina de Ryanair, la patronal hotelera está reclamando un replanteamiento en la ley de huelga que defienda las estructuras fundamentales (agua, luz, electricidad o aeropuertos).

Las compañía privadas tienen derechos laborales, pero hay que entender que ciertas infraestructuras o actividades tienen que tener limitado su derecho de huelga o buscar alguna manera de llevar adelante sus reivindicaciones, ha matizado Molas.

Fuente: Cinco Días