Los factores políticos y macroeconómicos han vuelto a impactar en Telefónica. Esta vez por culpa de Argentina. La operadora ha reajustado sus cuentas en el país esta semana por la hiperinflación, con una minoración en las ventas netas de 625 millones de euros a 30 de septiembre, y un impacto en el Oibda de 215 millones.

Y no es el primer impacto externo que sufre Telefónica desde la llegada a la presidencia de José María Álvarez-Pallete, en abril de 2016, quien ha tenido que bregar con inesperadas circunstancias a ambos lados del Atlántico. Estos factores han contribuido a frenar el crecimiento de la teleco, además de penalizarla en Bolsa, en un momento en el que el mercado ha estado pendiente de la reducción de deuda.

Nada más llegar al cargo, Bruselas bloqueó la venta de O2, filial de Telefónica en Reino Unido, a Hutchison, al considerar que la reducción del número de operadores móviles de red penalizaba a los consumidores. La venta, valorada en 13.000 millones de euros, tenía una gran relevancia en la estrategia del grupo para reducir deuda. La decisión causó sorpresa porque suponía un cambio en la doctrina con respecto a la anterior Comisión, que sí había sido favorable a las fusiones de operadoras.

Poco después, en junio de 2016, llegó el brexit. Los británicos votaron en referéndum a favor de abandonar la UE. El primer impacto para Telefónica fue una de las mayores bajadas en Bolsa de su historia en la sesión que siguió a la votación. Se abría así un escenario de incertidumbre que todavía se mantiene, con la depreciación de la libra. En su folleto continuado, Telefónica dice que el brexit supondrá un “ajuste económico” independientemente de la nueva relación económica-comercial entre Reino Unido y el resto de Europa. Esta incertidumbre ha contribuido a frenar el plan de Telefónica para sacar a Bolsa O2.

En el propio continente europeo, Telefónica se ha visto obligada a incluir entre sus riesgos la crisis en Cataluña, por el proceso secesionista. Un escenario político en España casi inimaginable hace pocos años.

Latinoamérica

Con respecto a Latinoamérica, Telefónica ha contemplado el agravamiento de la crisis política y económica de Venezuela. Un país que en 2012 aportaba más del 5% de los ingresos del grupo y en la actualidad un 0,02% (cinco millones hasta junio). La hiperinflación, con la consiguiente depreciación del bolívar, ha penalizado a la teleco, que en más de una ocasión ha recibido amenazas por parte de las autoridades locales de una posible nacionalización. Además, con el agravamiento de la crisis, los daños en la red por vandalismo han ido en aumento en el último año.

En términos generales, Telefónica ha lidiado con los riesgos cambiarios, ampliados desde agosto con la depreciación del peso argentino y el real brasileño. En Brasil se ha unido la crisis política, con la inhabilitación de Lula Da Silva y el apuñalamiento del candidato Jair Bolsonaro en la reciente campaña electoral.

Ahora, y una vez celebrada la primera vuelta de las elecciones con la clara victoria de Bolsonaro sobre Fernando Hadad, los mercados esperan una disminución de la incertidumbre en Brasil, país que aporta más del 20% de los ingresos de Telefónica. De cara a la segunda vuelta, parece probable que ambos candidatos hagan propuestas más moderadas para atraer al electorado. Brasil debe acometer la nueva legislación de la seguridad social, clave para asegurar la sostenibilidad fiscal del país. En cualquier caso, el negocio ha resistido, con un aumento de los ingresos en moneda local del 0,8% hasta junio. El banco de inversión Berenberg espera un aumento de la generación de caja en Brasil en los próximos dos años, con factores como los ahorros fiscales.

Crisis del sector de las telecos

Escenario difícil. Las operadoras están viviendo un 2018 muy complicado. En Bolsa es, junto a la banca, el sector con peor comportamiento. Los inversores están penalizando el endeudamiento, junto con las necesidades de inversión para el despliegue de fibra y el futuro 5G. En este caso, la reciente subasta de espectro en Italia, donde el desembolso de las telecos ha superado los 6.500 millones de euros, ha reabierto la incertidumbre.

Telefónica. El grupo español se deja en Bolsa cerca de un 12% desde enero, en un sector en el que Vodafone y Telecom Italia registran las peores evoluciones, con caídas superiores al 30%. Berenberg dijo recientemente que las actuales macroeconómicas retrasarán el proceso de desapalancamiento, si bien destacó la mejora de la generación de caja que cubre el dividendo comprometido.

Fuente: Cinco Días