Los cinco economistas que integran el Consejo Alemán de Expertos económicos, conocidos como los «cinco sabios», y que asesoran al gobierno federal alemán, han mostrado su rechazo a los planes de fusión de Deutsche Bank y Commerzbank. Ambas entidades financieras reconocieron el pasado domingo, a través de un comunicado conjunto, que habían iniciado negociaciones para una fusión.

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El prestigioso grupo de economistas integrado por Christoph Schmidt, Lars Feld, Isabel Schnabel, Achim Truger y Volker Wieland, temen que el dinero del contribuyente corra el riesgo de ser utilizado de forma excesiva en el supuesto de que el «banco global» resultante de la fusión de las dos entidades más grandes de Alemania entre en crisis. «No estamos convencidos de que esta sea una buena solución», dijo Isabel Schnabel, la única mujer miembro del grupo de expertos durante una rueda de prensa en Berlin.

«Tras una fusión de este tipo, está perfectamente claro que un banco así nunca se hundirá. En este sentido, yo desaconsejaría claramente la creación de un campeón nacional aún mayor», indicó la economista, al mencionar la posibilidad de que el Estado federal tenga que involucrarse en la fusión. «En ese sentido, creo que es una muy mala idea en todos los sentidos».

La economista alemana recordó cómo los contribuyentes tuvieron que pagar por los rescates bancarios durante la crisis financiera. «TIenes que preguntarte si no has aprendido nada de la crisis financiera», insistió Schnabel. «Desde cualquier punto de vista es una idea muy mala».

A su juicio, «no es la solución» para los problemas de ambos bancos porque el supuesto ahorro de costes que se pretende alcanzar mediante despidos y cierre de filiales es «difícil de hacer realidad» y es «políticamente controvertido», añadió. Schnabel se refería a la posibilidad de que la fusión pueda provocar la perdida de entre 30.000 y 50.000 puestos de trabajo, según estimaciones de sindicatos y asociaciones de inversores particulares.

Según Schnabel, si el objetivo de Berlín con esta apuesta es «reforzar» el sector bancario nacional, lo mejor sería que el Gobierno alemán se retirase del negocio y dejase más margen a las entidades para mejorar su rentabilidad.

En la rueda de prensa, ninguno de los cinco sabios hicieron una valoración positiva del proyecto. Lars Feld, otro de los cinco sabios, dijo que no veía opiniones disidentes sobre el tema. «Las dos entidades tendrían que determinar por sí mismos si una fusión tendría sentido desde el punto de vista económico, pero si esto se organizara con ayuda estatal, tendríamos que ser muy escépticos», dijo el economista

La confirmación de que los dos bancos han iniciado negociaciones para estudiar la posibilidad de una fusión no ha sido comentada por el gobierno alemán, pero la canciller, Angela Merkel, se pronunció a favor de la prudencia del Gobierno en la operación.

«Se trata de decisiones del sector privado y abogo por que el gobierno alemán no interfiera en ellas con una votación», dijo Merkel el martes en Berlín en una conferencia sobre política internacional. «Las consolidaciones en el mercado bancario no son nada nuevo en Europa.

Fuente: El País