El acuerdo presupuestario pactado entre el Gobierno y Podemos pone el foco del aumento de ingresos públicos en una mayor tributación a las empresas. Por una parte, habrá un tipo mínimo impositivo del 15% en el Impuesto de Sociedades, además, se crea una tasa nueva sobre las transacciones financieras (tasa Tobin) y otro gravamen sobre la actividad de las grandes compañías tecnológicas (tasa Google). También se estrechará el control sobre las sicavs y se aumenta la fiscalidad sobre las sociedades de inversión inmobiliaria (socimis). 

El documento hecho público hoy explica que España tiene margen «para elevar paulatinamente la recaudación tributaria actuando en la lucha contra el fraude, en la reducción entre los tipos impositivos nominales y reales en la tributación de las grandes empresas y la incorporación al sistema impositivo de sectores económicos que se encuentran infragravados».

1. Impuesto de sociedades

Una de las propuestas más novedosas del acuerdo hecho público hoy es la intención de establecer un tipo impositivo mínimo, del 15%, para el Impuesto de Sociedades. De esta forma, se evitaría que las empresas paguen muy pocos impuestos a base de aplicarse deducciones y exenciones de todo tipo, tal y como ocurre ahora, especialmente con las grandes empresas. En el caso de los bancos y de las petroleras, el tipo mínimo será del 18%.

 Ese tipo mínimo se aplicará solo a los grupos que tributan en régimen de consolidación fiscal y empresas no integradas en grupos pero que tengan una cifra de negocio de más de 20 millones de euros al año. Es decir, que las pymes quedarán fuera de este tipo mínimo. Además, el tipo nominal de las pequeñas empresas pasará del 25% al 23%.

Otra importante novedad es la referida a la tributación de plusvalías y dividendos obtenidos de filiales. Ahora, ese tipo de ingresos están exentos al 100%, para evitar una doble tributación. Con la propuesta del Gobierno y Podemos la exención se quedaría en el 95%, por lo que la matriz sí que tendría que pagar algún impuesto de los beneficios obtenidos por sus filiales.

2. Tasa a la banca

Una de las medidas estrella pactadas entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias es el establecimiento de un impuesto sobre las transacciones financieras (conocida como tasa Tobin). Este nuevo ingreso público pretende destinarse íntegramente a sufragar el déficit del sistema público de pensiones.

En concreto, se trata de una tasa del 0,2% para las operaciones de compra de acciones españolas ejecutadas por el sector financiero. Solo se aplicará a adquisiciones de títulos bursátiles de compañías que valgan más de 1.000 millones de euros (las empresas que están en el Ibex 35 y una decena de las que cotizan en el mercado continuo).

La compraventa de compañías no cotizadas y de pymes quedará exenta. También la deuda, los derivados y los bonos corporativos.

Las gestoras de fondos se han quejado del establecimiento de esta medida, al considerar que restará un 7% de la rentabilidad de los fondos de inversión españoles en un plazo de 25 años.

3. Tasa Google

El Gobierno y Podemos quieren crear un impuesto nuevo sobre «determinados servicios digitales». Con esta medida pretenden conseguir ingresos fiscales de gigantes tecnológicos como Google o Amazon que apenas pagan impuestos en España, pese a generar cientos de millones de ingresos.

Solo tributarán aquellas compañías con ingresos anuales de más de 750 millones de euros y con ingresos en España de más de tres millones de euros.

El impuesto gravará al 3% los servicios de publicidad en línea (principal fuente de ingresos de Google), los servicios de intermediación en línea y la venta de datos generados a partir de información proporcionada por el usuario (una de las líneas de negocio de Facebook).

4. Control sobre las sicavs

La tributación de las sociedades de inversión colectiva de capital variable (sicavs) ha estado en el foco de Podemos casi desde su creación. Para el partido morado estos vehículos son una fuente de evasión fiscal utilizada por grandes fortunas. En el pacto alcanzado con el Gobierno se modifican las exigencias de constitución de las sicavs, aunque su tributación permanece igual.

El documento establece un tope de concentración de capital en manos de un mismo inversor, para evitar que la sicav sea en un 99% de un multimillonario, acompañado de 100 hombres de paja o mariachis. «Así se regularía el uso fraudulento de las sicavs», apunta el documento.

Además, se otorgará a la Agencia Tributaria la competencia para declarar, a efectos exclusivamente fiscales, el incumplimiento de los requisitos establecidos para las sicavs en la normativa financiera.

5. Impuesto a los fondos inmobiliarios

Las sociedades cotizadas de inversión inmobiliaria (socimis) se crearon hace 7 años para canalizar inversiones en ladrillo, y que pudieran cotizar en Bolsa. Desde 2011 han surgido una veintena de este tipo de sociedades, que se dedican a la compraventa de suelo, la promoción, la construcción de viviendas, la explotación de centros comerciales…

El acuerdo entre el Gobierno y Podemos quiere establecer un nuevo tipo de gravamen para este tipo de sociedades, que ahora prácticamente no pagan impuestos. Las socimis seguirán sin pagar impuestos por las rentas obtenidas por el alquiler de inmuebles. Sin embargo, por las rentas que perciben por otro tipo de actividades tendrán que pagar un tipo de gravamen del 25%.

Además, se aplicará un gravamen del 15% sobre los impuestos no distribuidos por las socimis. 

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Fuente: Cinco Días