Las insistentes recomendaciones del Banco Central Europeo (BCE) y de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) para que la banca europea mejore sus ratios de capitalización han tenido su respuesta. Según las conclusiones de los test de estrés realizados por el BCE y de la EBA (en el caso de las principales entidades) en 2018, y publicadas el viernes de forma agregada, los 87 bancos supervisados por la institución que preside Mario Draghi han mejorado su base de capital y sus colchones de capital con respecto a las anteriores pruebas de resistencia de 2016.

Tienen un ratio medio de instrumentos de capital ordinario de nivel 1 (CET1) del 10,1%, después de un escenario adverso, frente al 8,8% en 2016. El análisis agregado publicado el viernes incluye a las 33 entidades que fueron parte de la prueba de resistencia en toda la Unión Europea (UE) coordinada por la ABE. A ellas se suman los test realizados a 54 entidades de tamaño mediano que supervisa directamente el BCE, pero que no realizaron el test de la EBA.

El análisis que ahora publica el BCE, y que incluye el resultado de la banca mediana, arroja como resultado que en conjunto de la banca europea se ha vuelto más resistentes a los impactos financieros en los dos últimos años.

Pese a que el escenario adverso fue más severo que en la prueba de resistencia de hacía dos años, el ratio de capital de máxima calidad Cete1 medio es superior. El BCE explica que el ratio Cet1 es una medida clave de la solvencia financiera de las entidades de crédito y está compuesto por el capital básico, acciones ordinarias y reservas, al que se añaden las participaciones preferentes y los instrumentos híbridos.

Los 54 bancos medianos a los que el BCE hizo la prueba también están mejor capitalizados y han mejorado su capacidad de absorber impactos financieros, explica el supervisor.

Estos 54 bancos tenían un ratio medio de capital Cet1 del 16,9% al comenzar la prueba de resistencia, en comparación con el 14,7% en 2016. También tenían ratio de capital mejor al final de la prueba del 11,8%, en comparación con el 8,5% en 2016.

Tras estas pruebas de resistencia el Banco Central Europeo está ahora ultimando los ratios de MREL, o colchón anticrisis, que solicitará ahora a la gran banca y a la banca mediana, y que está previsto que lo vaya comunicando a cada banco este mes de febrero. Además, de las exigencias anuales de capital, que también varían de un año para otro. 

Fuente: Cinco Días