El fuego cruzado por el control de la concesionaria de autopistas Itínere sube en intensidad después de que Sacyr haya materializado la venta de su 15,5% a Itínere Investco, el pasado 28 de febrero, por 202 millones. Una de las partes en liza, la operadora de infraestructuras Globalvía (GVI), demandó acceso a ese contrato de compraventa y la incorporación de la compradora al procedimiento arbitral, siendo denegadas ambas solicitudes en el día de ayer, según resoluciones a las que ha tenido acceso Cinco Días.

Al hilo de la desinversión de Sacyr, con un paquete accionarial sobre el que GVI defiende un derecho de adquisición, esta última realizó una nueva petición de cautelares por las que exigía los documentos sobre el acuerdo y ejecución de la operación, así como la prohibición al nuevo accionista de Itínere de enajenar o disponer de la participación que ha tomado de Sacyr.

El contexto de la reclamación es que Corsair habría burlado la medida provisional dictada por la misma corte de arbitraje, que le impedía hacerse directamente con las acciones de Sacyr en Itínere, invirtiendo a través del vehículo Itínere Investco.

Sobre esta primera solicitud, la corte arbitral de la Comunidad de Madrid ha resuelto que Globalvía no ha cumplido con el “requisito fundamental” de justificar la relevancia de esos documentos para exigir su exhibición. Al mismo tiempo, la corte ha liberado a GVI de la obligación de mantener una garantía bancaria a favor de Sacyr, por 0,8 millones de euros, una vez que el grupo que preside Manuel Manrique ha abandonado Itínere.

Crisis abierta

Sacyr, Abanca y Kutxa acordaron la venta conjunta de sus paquetes en Itínere (55,6%) a GVI por 1.300 millones. La constructora defiende que su acuerdo estaba condicionado a que Corsair, titular entonces del 38%, no ejerciera su derecho de tanteo. Finalmente, Kutxa y Abanca vendieron a GVI, y Sacyr lo ha hecho a Itínere Investco, vinculada a Corsair y el fondo APG, que suben al 60,19% de Itínere.

Pese a ello, Sacyr continúa en el arbitraje al ver denegada su petición de abandonarlo tras la desinversión, por si el tribunal alcanza decisiones que le puedan ser “oponibles”. La que no se incorpora al procedimiento es la tomadora del 15,5% de Itínere, Itínere Investco, en contra de la reclamación que, de nuevo, partió de GVI. Este segundo fallo describe como inviable sumar nuevas partes al arbitraje “sin poner en riesgo la resolución efectiva de la disputa”, cuya audiencia se producirá en seis semanas.

La sucesora de Sacyr en el capital de Itínere se ha adherido al contrato de accionistas que se discute en la corte arbitral, ante lo que los árbitros estiman que la compradora es conocedora del avanzado estado del procedimiento y sus posibles consecuencias, aunque no participe.

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Fuente: El País