Liberbank es el más pequeño de los bancos supervisados por el BCE, con un balance de 35.500 millones de euros. Pero se ha sacudido los miedos que lo asediaban tras la resolución de Popular en junio de 2017.

La entidad que pilota como consejero delegado Manuel Menéndez logró cerrar la ampliación de capital por 500 millones de euros el pasado noviembre con un éxito incontestable. Y ahora está lista para dar un puñetazo en la mesa que demuestre su fortaleza.

En marzo del año pasado, lanzó 300 millones en bonos que computan como Tier 2 en el escudo anticrisis con un cupón del 6,875%. Después de marcar un máximo por encima del 11% de rentabilidad en plena crisis de la entidad, ahora pagan menos del 4%.

El mercado ha dado su veredicto y, aunque anticipa su integración con una o varias entidades a medio plazo, considera que tiene un plan de negocio realista. La primera prueba de fuerza de Liberbank llegará tras el verano, cuando colocará alrededor de 200 millones de euros en bonos contingentes convertibles (cocos), según fuentes del mercado.

Más solvencia por dos motivos

La decisión de Draghi. Liberbank está en negociaciones con el BCE para reducir los activos ponderados por riesgo de la cartera hipotecaria en más de 3.000 millones a inicios de 2019. Esto tendría una repercusión directa en la ratio de capital que subiría entre 250 y 300 puntos básicos.

Vencimiento de ‘cocos’. Liberbank tiene unos 160 millones de euros en cocos que entregó a los dueños de la deuda subordinada de Cajastur, Caja de Extremadura y Caja Cantabria. Pero una parte de esa deuda fue recomprada por la entidad y quedan unos 90 millones que se convertirán el 17 de julio. Esta metamorfosis dejará su ratio de solvencia como si todas las reglas de Basilea III fueran aplicables en el 12%.

Ese es el calendario oficial, pero fuentes del mercado señalan, no obstante, que esta hoja de ruta es flexible y que el banco buscará el mejor momento para emitir este tipo de deuda, debido a la mejora de sus ratios operativos y a que los plazos para construir el escudo anticrisis (MREL, en la jerga) se han ampliado hasta 2024.

Ese es un instrumento para llenar el escudo anticrisis. Entre las entidades medianas, solo Ibercaja lo ha emitido. Es cierto que la banca de menos tamaño contará con un plazo adicional para cumplir con el volumen mínimo de instrumentos para absorber pérdidas en caso de resolución (MREL, por sus siglas en inglés), como publicó CincoDías. El año marcado en rojo para ellas es, en principio, 2024.

Será la segunda entidad mediana en emitir este tipo de deuda tras Ibercaja el pasado mes de marzo

Pero Liberbank dará una muestra de su fortaleza con la emisión, y al mismo tiempo, intentará colocar esta deuda convertible a precios extremadamente bajos.

Pese al plazo adicional, el programa de Liberbank para ir cubriendo los requisitos de MREL continuará con 400 millones de euros de deuda sénior no preferente en 2019 y de otros 150 adicionales en 2020.

El banco se propone reducir la ratio de morosidad para que se sitúe en el 3,5% en 2019, desde el 7,8% de cierre de marzo. Antes, prevé concluir el presente ejercicio con una ratio del 5%. Retomará además el dividendo con un porcentaje destinado a retribuir al accionista (pay out, en la jerga) del 20%, con el objetivo de subirlo hasta el 40% en 2020.

Otra de las misiones clave de Liberbank es elevar su rentabilidad sobre fondos propios (ROE) a más del 8% en 2020. Beka Finance apunta que la rentabilidad sobre fondos propios tangibles en los que no se incluyen ni fondo de comercio ni convertibles (ROTE) fue negativa el año pasado, debido a sus pérdidas de 259 millones, y estima que este año será del 4,3%. Pero esta casa de análisis y Renta 4 consideran que la entidad financiera está dando los pasos en la buena dirección para lograr sus objetivos de cara a los próximos años. Su misión es que el ROE se acerque al 7% en 2019 y ronde el 8% en 2020. La tasa de morosidad está también enderezada, con un 7,8% a cierre de marzo, frente al 8,6% de cierre de 2017, con una ratio de cobertura del 53%.

Fuente: El País