La junta de accionistas de Dia ha sido la primera ocasión en que el consejo de la compañía, liderado por Borja de la Cierva, y su primer accionista, el fondo Leterone con Stephan DuCharme a la cabeza en España, se han enfrentado en público cara a cara. En medio, un ejército de accionistas minoritarios que reclamaban un plan que les evitase perder aún más dinero en la compañía.

El primero en tomar la palabra ha sido el vicepresidente primero, Richard Golding, que presidió la junta ante la ausencia aún de un presidente. Aprovechó para relajar la tensión con Letterone, tras el cruce de acusaciones de las pasadas semanas. «Personalmente, lamenté la salida de Letterone del consejo. Aportaban importante valor al grupo. Solo puedo expresar mi gratitud por su aportación y compromiso», ha afirmado.

Golding también ha lanzado un mensaje de tranquilidad sobre la viabilidad del grupo: «La compañía tiene un futuro prometedor». Y ha señalado como claves el éxito de formatos como Dia&Go, con un crecimiento de su facturación en el doble dígito. También ha puesto sobre la mesa que el consejero delegado, Borja de la Cierva, ha renovado buena parte de los cargos del grupo, por lo que ha reclamado el apoyo de los accionistas a su plan.

El plan del consejo

El propio De la Cierva ha defendido su plan y desgranado los resultados de 2018 y los principales acontecimientos. «La caída de ventas en superficie comparable, la falta de adecuación de la política promocional y la deficiente cadena de suministro están en la base del [pobre] desempeño financiero de la compañía», ha afirmado. Y ha defendido su plan de cinco pilares, como la tabla de salvación del grupo, basado en fomentar los productos frescos, en mejorar el modelo de franquicia, en transformar la cultura corporativa y en mejorar la cadena de suministro.

«Nuestras tiendas tienen un aspecto desfasado y poco cuidado», ha afirmado. Ya ha explicado que la compañía está desarrollando una nueva tienda omnicanal, donde convivan lo online y lo offline. También ha señalado los frescos como uno de los principales caballos de batalla en el futuro, donde ha puesto de relevancia aumentar su calidad y ofrecer una oferta diversificada por geografías.

El consejero delegado ha hecho especial hincapié en los cambios en su oferta promocional y de su marca blanca. «Las promociones excesivas nos han llevado a roturas de stock. Reducir el número de referencias y simplificarlos nos permitirá liberar espacios y evitar esas roturas de stock», ha defendido.

Con respecto a las investigaciones sobre las irregularidades contables de ejercicios anteriores, De la Cierva ha afirmado que el informe forense realizada por EY «no encontró pruebas de que el consejo conociese estas irregularidades». También afirmó que, como consecuencia de estas investigaciones, el director financiero y el director comercial de la compañía fueron despedidos.

«No es posible tener un rango razonable de precio a los que se realizaría la ampliación de capital [la propuesta por el consejo]», ha explicado De la Cierva a un accionista. Con todo, la reducción del capital social dejaría el nominal de las acciones en 0,01 euros, de manera que este sería el umbral mínimo para ejecutarla. Esta rebaja está incluida en el acuerdo de preaseguramiento de Morgan Stanley como una exigencia del banco para blindar la operación.

En caso de que la inyección de capital se hiciera a ese precio mínimo, el número necesario de títulos nuevos para recaudar 600 millones de euros sería de 60.000 millones, lo que supondría una dilución del 99% para los accionistas que no suscriban la operación. Estos deberían aportar casi un euro por acción en caso de acudir.

La respuesta de Letterone

Stephan DuCharme, el representante de Letterone en España, ha pedido de nuevo que la junta apoye su ampliación de capital y rechace la de la compañía, por estar «fuertemente condicionada» y por «incrementar la dilución de los accionistas». «El consejo no ha acreditado suficientemente que su propuesta sea una solución viable y a falta de un compromiso de aseguramiento incondicional», ha dicho.

«Nuestra propuesta es mucho más favorable para los minoritarios. Ofrece la oportunidad de vender y no tienen que comprometer nuevo capital en efectivo por un importe muy superior al valor de mercado», ha afirmado DuCharme. Y también ha señalado que Dia «tiene futuro», pero «solo si se abordan cambios de liderazgo y de propuestas», ha añadido el socio director de la división de retail de Letterone. El consejo ha rechazado responder a LetterOne al considerar que DuCharme no ha hecho ninguna pregunta y se ha remitido a las comunicaciones anteriores de la empresa.

La posición de los bancos

Pero, más allá de estas dos propuestas, la clave está en la posición de los acreedores. Dia debe pagar cerca de 900 millones de euros a los acreedores en mayo, y afronta un vencimiento de deuda por otros 306 el próximo 22 de julio. Por el momento, la banca ha ido de la mano con el consejo de administración, pero la firma, ayer, de un acuerdo de refinanciación hasta 2023, podría facilitar un acuerdo con Fridman.

También se votará la reelección de KPMG como auditor de las cuentas de 2019, 2020 y 2021, la designación de EY como coauditor, así como las reelecciones de Miguel Ángel Iglesias Peinado como consejero ejecutivo y de Jaime García-Legaz Ponce como independiente.

Fuente: Cinco Días