Las grandes constructoras españolas cotizadas vivieron en 2017 el año definitivo de su recuperación tras la crisis, que hundió su facturación y sus beneficios por la caída de los contratos en España. Esa obligación de salir al exterior no solo ha sido una solución temporal a la crisis sino que se ha convertido en el pulmón de sus cuentas y el futuro de su rentabilidad.

ACS, Acciona, FCC, OHL, Ferrovial y Sacyr registraron un beneficio neto conjunto de 1.712 millones de euros en 2017, un 70% más que en el ejercicio anterior y aumentaron su facturación un 11,6%, hasta los 54.360 millones. Se trata del mejor año que viven desde que explotó la crisis, y se pinchó la burbuja inmobiliaria y se desplomó la obra pública. De hecho, el beneficio de las seis grandes cayó en 2016 un 50%.

Aunque los mayores beneficios fueron cosechados por ACS (802 millones de euros), la mayor mejora la experimentó FCC, que por fin ha cerrado con beneficios (118 millones) después de cinco años en números rojos. La compañía participada mayoritariamente por Carlos Slim gracias al proceso de reestructuración, la reducción de los gastos y la venta de la filial de la gestora del agua.

OHL fue la única constructora que sigue en números rojos (-12,1 millones de euros), aunque logró reducirlas en más de un 97% respecto a 2016. Ferrovial ganó 454 millones, que comparado con 2016 (+20,7%), y Acciona registró un beneficio de 220 millones, un 37,5% menos. Sacyr se anotó en el conjunto de 2017 unas ganancias de 130,6 millones, por encima de los 120,2 millones que logró en 2016.

Tampoco les fue mal a las constructoras en los mercados. Con la excepción de Acciona que se dejó un 2,1% de su valor, todas ellas experimentaron una fuerte revalorización en Bolsa en el conjunto de 2017, desde el 6,2% que subió Sacyr, al 51% que aumentó la cotización de OHL. Los títulos de FCC subieron un 14,2% y los de Ferrovial un 11,3%.

Autopista I-66 en Virginia de Ferrovial.Autopista I-66 en Virginia de Ferrovial.

Reducción de deuda

Las seis grandes aprovecharon la mejora de su rentabilidad para reducir deuda. A 31 de diciembre de 2017, la deuda financiera total de ACS, Acciona, FCC, OHL, Ferrovial y Sacyr ascendía a 18.181 millones, un 16,2% menos que un año antes. El mayor esfuerzo correspondió a OHL que dejó su deuda en 1.000 millones, tras rebajarla en un 65,6%, aunque cuando formalice la venta de su filial de concesiones la eliminará completamente. ACS ya ha acabado prácticamente con su pasivo el pasado año, tras reducirla hasta una cifra testimonial (153 millones).

La internacionalización es la clave la mejora de todos los ratios. Las empresas han diversificado sus mercados exteriores, reduciendo su presencia en Latinoamérica, en favor de nuevos países con mayor seguridad jurídica como Estados Unidos y Australia embarcados en importantes planes de renovación de infraestructuras.

ACS ha tomado la delantera en ese proceso gracias a los proyectos a través del sistema de Participación Público Privada (PPP), una fórmula que reparte los riesgos en la financiación, construcción y explotación de infraestructuras, tanto de transportes como sociales (hospitales, colegios o cárceles) y que solo en Estados Unidos y Australia hay proyectos por 200.000 millones. En 2017, la empresa presidida por Florentino Pérez facturó el 38% de sus ventas en Estados Unidos (13.300 millones), el 20% de Australia (7.000 millones) y solo el 13% de España (4.400 millones).

Ferrovial también debe todo su beneficio a la aportación exterior, como los aeropuertos en Reino Unido y autopistas en Estados Unidos y Canadá, cuyos dividendos le reportaron 553 millones.

Esa presencia en el exterior aumentará en los próximos años. Solo en 2017, las seis grandes constructoras españolas han ganado contratos en el exterior por más de 44.000 millones de euros, de los que casi la mitad corresponden a ACS.

Fuente: El País