El dato de inflación en Estados Unidos ayudó a calmar al principio de la sesión los ánimos al arrancar la jornada estadounidense, hasta el punto de que el índice Dow Jones rebotó modestamente y llegó a estar en verde. Los precios en Estados Unidos subieron una décima en septiembre y la tasa anual se mantuvo en el 2,2%, lo que está en línea con la estrategia de la Reserva Federal. Pero el efecto placebo duró poco y dominó la volatilidad, lo que provocó que la tendencia se tornara negativa.

Al final contribuyó a rebajar la tensión que se confirmara que Donald Trump se reunirá con su homólogo chino, Xi Jinping, coincidiendo con la cumbre del G20 que se celebra en noviembre en Buenos Aires. Eso podría contribuir a abrir una nueva vía de diálogo para solucionar el litigio comercial entre las dos potencias económicas, uno de los factores que crean incertidumbre entre los inversores junto al efecto por el alza de los tipos de interés. 

El principal indicador de la Bolsa española, el Ibex 35, cayó un 1,69%, hasta los 9.007,90 puntos, y, aunque se mantiene por encima de la barrera de los 9.000 puntos, ahonda en mínimos anuales. En lo que va de año ha perdido un 10,31% de su valor. Pablo Fernández de Mosteyrín, analista de Renta 4, considera que estos descensos por contagio no se justifican en las Bolsas europeas y, en concreto, en la española.

“Estos parqués ya han tenido una corrección importante; los precios a los que cotizan las acciones —en relación con los beneficios esperados—, están en un ratio de 11 veces para 2018 y de nueve veces sobre 2019, que son razonables”. No obstante, Fernández reconoce que si siguen los sustos en Wall Street, por los problemas de la guerra comercial, saltarán el Atlántico y teñirán de rojo las Bolsas europeas.

Ignacio de la Torre, socio y economista jefe de la firma de inversión Arcano, coincide en esperar más rebajas en Estados Unidos “porque el precio de los títulos están a la misma altura que en 1929 y en 2000”, cuando se vivieron fuertes correcciones.

Pinchazo de la burbuja

Además, De la Torre advierte que ha ocurrido algo extraordinario: la Reserva Federal (Fed) ha comprado activos por 50.000 millones, una cifra superior a los 25.000 millones que ha adquirido el Banco Central de Japón y los 15.000 millones del BCE. “Por primera vez se retiran más activos de los que se compran. Esto empezará a rebajar la burbuja de precios. De hecho, ya está ocurriendo como se refleja en la subida de los tipos del bono a 10 años, que ha subido del 2,7% al 3,15% en poco tiempo. Hasta ahora ha sido una subida de tipos sin inflación, que incluso ha repercutido en el Bund alemán”.

Este economista cree que seguirá la volatilidad con tendencia a la baja porque los inversores exigen más rentabilidad a las acciones al compararlas con los bonos “y no podrán alcanzarla”. Además, De la Torre recuerda que hay muchos robots manejando carteras de acciones cuyas reacciones “son inmediatas ante las caídas y, al actuar todos a la vez, aceleran los descensos”.

La jornada de este jueves en el Ibex fue la peor en cuatro meses. Cerró con caídas en casi todos los valores ya que solo se libraron tres —Meliá, Cellnex y Grifols-A—, y uno que cerró plano, Técnicas Reunidas. Las más castigadas fueron las energéticas, las constructoras e inmobiliarias y algunos bancos.

El euro se ha apreciado hasta los 1,157 dólares. El BCE admitió hoy que las tensiones comerciales podrían reducir la confianza en la economía a medio plazo. El barril de crudo Brent —de referencia en Europa— se depreció hasta los 80,82 dólares y el oro subió un 1,24%.

Trump insiste: “La Reserva Federal está fuera de control”

El presidente Donald Trump cree que la desbanda está siendo “causada” por la subida de tipos de interés, hasta el punto de que durante las últimas horas llegó a decir que “la Reserva Federal se ha vuelto loca”. Considera que la autoridad monetaria está siendo “demasiado agresiva” al retirar los estímulos y cree que se está “equivocando” con su estrategia. “Está fuera de control”, reiteró.

No es la primera vez que el republicano pone en cuestión la política de la Fed. Pero nunca había llegado al punto de insultar a la institución y a su presidente, Jerome Powell, que él mismo nominó para suceder a Janet Yellen. Su teoría es que el alza de tipos pone una zancadilla a su plan económico, porque eleva el coste de la deuda. Pese a decir que se siente “decepcionado”, asegura que no va a despedirlo.

Fuente: El País