El Gobierno calcula que las autopistas rescatadas requieren inversiones de, al menos, 317,6 millones de euros hasta 2022, tanto para su puesta a punto como para hacer frente a nuevas actuaciones, según la memoria que acompaña al nuevo esquema tarifario que publica este jueves el Boletín Oficial del Estado. La resolución establece las mismas tarifas para las nueve vías, con rebajas medias del 30% respecto a los actuales peajes, lo que incluye extender a todas su gratuidad entre las 0:00 y las 6.00 horas.

Además, fija bonificaciones para los usuarios que paguen con dispositivos electrónicos (Tag), con descuentos en las tarifas del 18% en el caso de vehículos ligeros y del 10 % en el de los pesados. Las nuevas tarifas entrarán en vigor el 15 de enero en las radiales madrileñas R-2, R-3, R-4 y R-5, la M-12 (Eje Aeropuerto), la Circunvalación de Alicante, la AP-7 (Cartagena-Vera) y la AP-36 (Ocaña-La Roda), que han revertido al Estado a lo largo de 2018. En el caso de la AP-41, que discurre entre Madrid y Toledo, será de aplicación cuando pase a ser gestionada por la Administración a través de la Sociedad Estatal de Infraestructuras del Transporte Terrestre (Seitt).

Tras asumir la gestión de estas carreteras, Fomentó encargó auditar su estado a Ineco que, a falta de incluir los datos correspondientes a la AP-41, estima que habrá que invertir 317,6 millones de euros, principalmente para su «puesta a cero», es decir, para que recuperen los estándares adecuados.

Estas inversiones, cifradas en unos 300 millones sin IVA, tenían que haber sido acometidas por cada sociedad concesionaria «con carácter previo a la reversión al Estado», añade el documento, que señala que una vez llevadas a cabo, se deberá diseñar un nuevo esquema de tarifas de cara a la relicitación de estas vías. Ese nuevo esquema deberá tener en cuenta el valor pendiente de amortizar de las infraestructuras, que será determinado en los procesos administrativos correspondientes a la liquidación de los contratos de concesión.

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Según fuentes de Fomento, todavía no se ha calculado a cuánto se elevará la conocida como Responsabilidad Patrimonial del Estado (RPA) o lo que es lo mismo, la cantidad que el Estado deberá pagar a los dueños de las concesionarias, en su mayoría fondos que compraron su deuda, por la inversión que se hizo en su día para construir las carreteras y que quedó pendiente de amortizar. El Gobierno ha calculado que esta esta respondabilidad patrimonial es de unos 1.800 millones aunque las concesionarias han llegado a pedir 4.000 millones. El Ministerio de Fomento tiene que anunciar el día 20 de enero el valor final de la responsabilidad.

En la memoria se detalla que la inversión de «puesta a acero» en los tramos de peaje asciende a 171,4 millones, mientras que en los tramos libres que se asociaron a estas autopistas, como por ejemplo parte de la M-50 (Madrid), se sitúan en 123,8 millones. Las inversiones para hacer frente a nuevas actuaciones motivadas por cambios urbanísticos o desarrollos de nuevas infraestructuras se sitúan en 22,3 millones de euros.

Además, se calcula que gracias al incremento de tráfico que se prevé con la rebaja de los peajes, las autopistas rescatadas, que cerrarán 2018 con unos ingresos de 77,5 millones, facturarán 122,8 millones en 2019, 126,4 millones en 2020, 129 millones en 2021 y 131,6 millones en 2022. En cambio, debido a las inversiones que se deberán acometer, el resultado bruto de explotación (ebitda) pasará de 45,3 millones en 2018 a arrojar saldos negativos de 19 millones en 2019, de 12,9 millones en 2020, de 7,4 millones en 2021 y de 3,2 millones en 2022.

Áreas de servicio

Del lado de los ingresos, han disminuido los que proceden de las áreas de servicios, dado que «Repsol ha mostrado su disconformidad con la continuación de los contratos que tenía en vigor con las sociedades que tenían las vías, lo que produce una merma de ingresos por este concepto», según Fomento.

También se registra una menor facturación por tráfico. Según Fomento, para este año se preveía un aumento del 7,5%, mientras que hasta el pasado mes de septiembre solo se había elevado un 2%. A cierre de 2017, el número de usuarios de estas vías aún estaban un 37,5% por debajo del que tenían antes de la crisis. Del lado de los gastos, Seittsa, sociedad de Fomento que las explota, ha logrado reducirlos gracias a la unificación y centralización de la gestión de los mismos y la decisión de «no subrogarse determinados contratos de los que las exconcesionarias mantenían».

Fuente: El País