La recaudación por cotizaciones seguirá subiendo en 2019. Superará por primera vez los 120.000 millones. Las previsiones del Ejecutivo dicen que este año la Tesorería de la Seguridad Social ingresará un 7,5% más que el año pasado, lo que se traduce en unos ingresos de 123.584 millones.

No obstante, incluso aunque se cumpliera esta optimista previsión de ingresos, los gastos seguirán bastante por encima. Esto llevará al Gobierno a transferir 15.164 millones a al Seguridad Social a través de un préstamo de Hacienda y a prever gastar 3.693 millones del Fondo de Reserva.

Solo las pensiones contributivas superan la cifra de ingresos por 11.684 millones, ya que llegarán a 135.268 millones, un 6,4% más que en 2018. Cuando se incorporan los demás gastos en pensiones (clases pasivas y pensiones no contributivas), la factura total alcanza los 153.168 millones.

Hay que precisar que las pensiones de los funcionarios, las llamadas clases pasivas, su gestión y su presupuesto no se incluye entre las competencias de la Seguridad Social. Este capítulo supera los 15.000 millones por primera vez en 2019, al llegar a 15.501,29 millones.

A la hora de explicar por qué el Gobierno prevé que los ingresos de la Seguridad Social crezcan un 7,5% en un solo año, el resumen de presupuestos se detiene en las diferentes medidas que el Gobierno ha puesto en marcha que pueden tener un impacto directo o indirecto en la recaudación: aumento de bases máximas de cotización un 7%, impuso del 22,3% del salario mínimo y las bases mínimas que lleva aparejada, cotización por las arcas públicas de las cuidadoras no profesionales o aumento de las bases de cotización de los subsidios por desempleo del 100% al 125%.

Todas estas medidas tendrían casi tanto impacto en la recaudación como la propia mejora derivada del aumento del empleo y los sueldos. Según el escenario macroeconómico que ha puesto sobre la mesa el Gobierno, en 2019 los salarios subirán un 2,1% y el empleo un 1,8%. La suma de ambas traería un incremento de recaudación por cotizaciones del 3,9 puntos porcentuales. Los 3,6 puntos restantes dependen, pues de que los cálculos del Gobierno sobre el impacto de las medidas adoptadas sean correctos.

Pero no son las cotizaciones las fuentes de ingresos de la Seguridad Social, también hay diversas transferencias del estado y un préstamo para completar el agujero financiero de 15.164 millones. En esas transferencias destacan los 7.337 millones de la partida destinada al complemento a mínimos (las pensiones contributivas que no llegan al mínimo se complementan por parte del estado).

También es siginificativa la aportación por las prestaciones no contributivas en sus diferentes variantes (pensiones, protección familiar, maternidad), alcanza los 4.458 millones. Este año, además, por primera vez hay una transferencia directa de 850 millones a la Seguridad Social «en apoyo a su sostenibilidad presupuestaria». En total, las transferencias del estado suman 15.484 millones.

Por el lado de los gastos, no solo están las pensiones entre las competencias de la Seguridad Social. Entre ellas también se encarga de las prestaciones por incapacidad temporal de los trabajadores (8.637 millones), las prestaciones por maternidad y paternidad (2.858 millones) o las prestaciones familiares (1.850 millones), entre otras.

Fuente: El País