España fracasa en prevención y diagnóstico precoz del VIH, pese a los avances terapéuticos. ¿Relajación o banalización? Los especialistas lo atribuyen a ambas cuestiones. “Se ha perdido el miedo y el respeto al virus; no solo la población, sino también la Administración, y como la gente ya no muere por esta razón, no invertimos en prevención”, lamenta el doctor Santiago Moreno, jefe del departamento de enfermedades infecciosas en el hospital Ramón y Cajal.

Las estadísticas así lo constatan. En 2017 –últimos datos disponibles– se registraron 3.381 nuevos casos, una ligera mejoría respecto al ejercicio anterior, cuando se llegó a 4.041, según recoge el informe Vigilancia epidemiológica del VIH y sida, que publicó el Ministerio de Sanidad en noviembre pasado.

Los nuevos casos de VIH siguen en aumento, cerca de 4.000 al año

Una cifra que coloca a España por encima de la media europea en cuanto a incidencia anual, lo que impide el freno de su avance. “No lo podemos permitir en un país con medios para reducirlo”, insiste Moreno. En total, hay 150.000 infectados, de los cuales el 20% desconoce que es portador.

La mayoría son hombres (85%), con una edad media de 35 años. Mientras, el 46% de los diagnósticos se produce en fases avanzadas y un 50% de los pacientes con más de 50 años presenta comorbilidades –otras patologías crónicas, además de la infección– y envejece antes, añade Amaya Echevarría, directora ejecutiva de esta unidad de negocio en Gilead.

Una PrEP al día puede reducir en más del 90% el riesgo de contraer el sida, según el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC)

De ahí que, para cumplir con los objetivos globales 90-90-90 de Onusida, es decir, que el 90% de los portadores esté diagnosticado, reciba tratamiento antirretrovírico continuado y tenga supresión viral, España deba hacer mayores esfuerzos. Para lograrlo, los epidemiólogos apuestan por la incorporación de fármacos preventivos diarios, el PrEP –como se conoce a este medicamento por sus siglas en inglés– o profilaxis preexposición, fabricado por la farmacéutica estadounidense Gilead bajo la marca Truvada y del que ya hay genéricos.

Aprobado en 2016 por la Agencia Europea del Medicamento, la píldora se comercializa en Inglaterra, Holanda, Bélgica, Francia, Portugal y desde 2012 en EE UU para colectivos (adultos sanos) con elevado riesgo de contagio. El Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) informa de que una PrEP al día puede reducir en más del 90% el riesgo de contraer el sida a través de relaciones sexuales, aún más si añade preservativos, y en las personas que consumen drogas inyectadas supera el 70%.

Situación española

En España, el fármaco aún no está autorizado. “El Ministerio [de Sanidad] está valorando con las comunidades autónomas su mejor forma de implementación, acorde con la gobernanza de nuestro Sistema Nacional de Salud”, informan.

En noviembre de 2018, Sanidad y dicha compañía iniciaron un ensayo con 300 personas de diferentes autonomías para analizar su viabilidad. La previsión es que concluya a mediados de este año, de acuerdo con las declaraciones ofrecidas por los médicos especialistas en una conferencia de prensa del Hibic, un congreso anual que reúne a expertos en investigación de VIH, celebrado en Madrid a principios de febrero con el apoyo de Gilead.

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“Es una estrategia coste-efectiva buena. Nos consta que hay voluntad de aprobarlo y financiarlo. El Gesida [Grupo de Estudio del Sida-SEIMC] ha elaborado un documento de recomendación; el problema es la inercia de Sanidad, que tiene que tener el visto bueno de las comunidades autónomas, donde esperamos que el tema ideológico no influya”, indica Moreno.

Mientras eso sucede, el doctor del Ramón y Cajal avisa de que algunos individuos están comprando esta píldora por internet y luego piden asesoría a ONG o grupos activistas, lo que supone un riesgo, a su juicio, porque esta terapia implica seguimiento y controles sanitarios trimestrales.

En breve comenzará un ensayo en España que combinará una vacuna terapéutica con el fármaco Vesatolimod

No es la única novedad. Los epidemiólogos trabajan también en la cura. José Ramón Arribas, jefe de sección de medicina interna del hospital La Paz, especializado en enfermedades infecciosas, cita otro ensayo piloto que comenzará en breve en España para probar la combinación de una vacuna terapéutica, desarrollada en el hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, con el fármaco Vesatolimod (agonista del receptor TLR-7).

Su objetivo: determinar su “seguridad y eficacia al suspender después de un año el tratamiento antirretroviral”, explica Arribas, dado que el virus se queda en los reservorios (ganglios) y no desaparece por completo. En este estudio participarán 90 pacientes –que reciben tratamiento antirretroviral– y ocho hospitales –Germans Trias i Pujol, La Paz, Ramón y Cajal, Gregorio Marañón, 12 de Octubre, Bellvitge, Clínic de Barcelona y el Vall d’Hebron–.

Fuente: Cinco Días