La multinacional del aluminio Alcoa ha anunciado el cierre de dos de sus tres factorías en España: la de Avilés y la de A Coruña. Esta decisión supone el despido de 317 trabajadores en la planta asturiana y de otros 369 en la gallega, según un comunicado de la propia compañía. La nota del grupo estadounidense no dice nada de la planta de San Ciprián (Lugo), la mayor de la empresa en España en la que trabajan unos 1.300 asalariados.
«Las plantas de Avilés y La Coruña se encuentran afectadas por problemas estructurales productivos y tecnológicos como su menor capacidad de producción, una tecnología menos eficiente y elevados costes fijos. Estos problemas estructurales, unidos a factores externos de mercado, como la sobrecapacidad de producción de China, el elevado precio de las materias primas y el coste de la energía, han generado pérdidas significativas en estas plantas en los últimos dos años. Pérdidas que previsiblemente continuarán», expone Alcoa para justificar su decisión.
El Ministerio de Industria, por su parte, ha mostrado su sorpresa porque, «durante los contactos mantenidos [con Alcoa] en los últimos tres meses, la empresa nunca había informado de que podía adoptar una decisión en este sentido».
El anuncio ha provocado la reacción inmediata del presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, quien ha trasladado este miércoles a la dirección de la multinacional su oposición al cierre de la compañía en Asturias. Además, lamenta lo «insólito» de la manera de proceder de la empresa, al convocar a los tres comités a una reunión para este mediodía sin orden del día.
Según ha explicado en rueda de prensa el consejero de Presidencia y portavoz del Ejecutivo asturiano, Guillermo Martínez, el Gobierno del Principado lamenta la posición de la empresa sin haber avisado de que el cierre estaba entre sus planes inmediatos. «Traslada un despido colectivo, estamos hablando de cierre», ha lamentado el consejero.
Igualmente, el presidente asturiano ofrece colaboración al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, para tratar de que la empresa reconsidere su decisión y se evite el cierre de las plantas de Alcoa. El Ejecutivo autonómico, asimismo, mantiene contacto con el Gobierno central y el Ayuntamiento de Avilés. También convocará una reunión con la patronal y sindicatos para abordar situación de la industria en Asturias. «Nos oponemos al cierre de las instalaciones y pedimos que reconsideren», ha dicho Martínez, advirtiendo de lo dañino de la medida para los trabajadores y la comarca de Avilés.
Según el consejero, los argumentos de la compañía son los mimos que 2014, cuando se planteó el cierre aunque no se llegó a producir. Alcoa señala como motivos el precio energía, el precio de la materia prima y unas instalaciones ineficientes.
Respecto al estado de las plantas, el Gobierno asturiano incide en que eso es imputable a la falta de inversiones de la propia empresa, añadiendo que la compra de materias primas se realiza en el mercado internacional.
En cuanto al precio de la energía, Guillermo Martínez ha afirmado que «se ha ido atenuando» desde 2014. «El Gobierno de España acaba de llegar y no le hemos escuchado que se vaya a suspender el sistema de subasta competitiva que abarata, no encarece, el precio de la energía», dice.
Fuente: El País