El capital sigue apostando por destinar gran cantidad de recursos a compras inmobiliarias. Este año, de hecho, se va a batir el récord en una década en inversión directa en propiedades, alcanzando los 730.000 millones de dólares (645.000 millones de euros), según datos de la consultora especializada JLL, que engloba las adquisiciones de activos de oficinas, comerciales, logísticos, hoteleras y residenciales.

Tal volumen no había sido alcanzado desde 2007, año previo a la quiebra de Lehman Brothers, punto de salida de una crisis financiera que se contagió por todo el globo. En 2009 se marcó el mínimo de inversión, que poco a poco se fue recuperando hasta alcanzar altos niveles a partir de 2014 (ver gráfico), como recoge el informe Global Market Perspective, de JLL. En porcentaje respecto a 2016, la previsión para este año es de un crecimiento ligero de un 0,5%.

“Si bien el fuerte crecimiento de los Estados Unidos ha apuntalado la economía mundial, los inversores continúan lidiando con las tensiones comerciales e incertidumbres políticas elevadas, así como con el aumento de las tasas de interés de los Estados Unidos y la volatilidad en los mercados energéticos. En este entorno, las inversiones inmobiliarias siguen resultando atractivas”, se señala en el informe. En los últimos años, en un entorno de bajos tipos de interés y con incrementos de las masas monetarias, se ha creado un gran flujo que se ha encaminado a la compra de propiedades como alternativa refugio, con mayor rentabilidad.

A pesar de que los yields (rentabilidad de las inversiones inmobiliarias) se mantienen en mínimos históricos en muchos mercados globales, apunta la consultora, los resultados empresariales de los inquilinos siguen siendo optimistas “y, con el pronóstico de crecimiento de los alquileres en 2019, el sector seguirá siendo atractivo desde una perspectiva de retorno”.

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A partir del máximo de este año, la consultora prevé que la inversión ceda en un 5% en 2019, hasta los 700.000 millones de dólares (615.000 millones de euros), “debido a que los actuales inversores son más selectivos en las compras y renuentes a reciclar capital ya que existe una dificultad de encontrar activos alternativos que generen ingresos”, según el documento.

En el informe se destacan algunos aspectos concretos del mercado español. Madrid, es tras Ámsterdam, la ciudad donde más crecen los precios de los activos en 2018, un 18,5%, mucho más elevado que la media del 6,5% a nivel mundial. Ese repunte de precios ha provocado, a su vez, que la rentabilidad que ofrecen la inversión en inmuebles en la capital española baje 25 puntos básicos. Para el próximo año, la consultora prevé que Madrid sea, tras Moscú, donde más vuelvan a aumentar los importes, entre un 5% y un 10%, como urbe que ha llegado más tarde a la recuperación del mercado.

Madrid también destaca en la ocupación de espacios de oficinas, un aspecto ligado a la recuperación y la necesidad de las empresas de crecer, con un aumento del 10% en la superficie contratada, solo por detrás de Singapur y de Berlín.

Esa tardía incorporación a la recuperación del mercado también ha tenido como consecuencia que mientras en otras economías los precios de las rentas (alquileres pagados por los inquilinos) se moderan, a una media del 2,4% en Europa, sin embargo en Barcelona y Madrid crecen más, al 3,1% y al 3% respectivamente.

Como operaciones relevantes por volumen a nivel europeo, JLL destaca una en España, concretamente la adquisición de cuatro centros comerciales que era propiedad de la francesa Unibail-Rodamco-Westfield por parte de Castellana Properties, una socimi controlada por la sudafricana Vukile.

El caso del residencial en España

El documento de JLL a nivel global da un apartado al caso de la inversión en vivienda destinada en España, un mercado que está atrayendo al capital internacional en los últimos años. “Los volúmenes de inversión institucional residencial en España se mantuvieron altos durante el tercer trimestre, alcanzando los 1.500 millones de euros”, se apunta en Global Market Perspective. Recuerda que hay “una participación significativa en el mercado residencial, ya sea a través de socimis” o a través de capital privado o promotores inmobiliarios españoles con respaldo de fondos institucionales que adquieren terrenos. La consultora destaca que hay 40 socimis que incluyen en sus carteras activos residenciales. Y señal también que los bancos están vendiendo o transfiriendo préstamos y viviendas a capital privado y servicers.

Fuente: Cinco Días