La exención del pago de IRPF en las prestaciones de maternidad y paternidad arroja ya una factura de 1.675 millones de euros para las arcas públicas, entre la cuantía devuelta correspondiente a los últimos años, la que se ha dejado de cobrar del ejercicio 2018 y la pérdida de las retenciones de este año, según los últimos datos manejados por la Agencia Tributaria. El monto supone un 70% de toda la desviación de ingresos públicos de 2019 debida a cambios normativos que afectan al impuesto de la renta y un 41% del impacto total generado por las modificaciones regulatorias del conjunto de tributos.

El origen de esta factura está en la sentencia del Tribunal Supremo del pasado octubre que decretó que “las prestaciones públicas por maternidad percibidas de la Seguridad Social están exentas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas”. El fallo suponía que el tributo debía dejar de aplicarse a estas ayudas públicas y abría la puerta a que sus beneficiarias recuperaran lo pagado de más en los últimos cuatro años.

En respuesta, el Gobierno de Pedro Sánchez puso en marcha un mecanismo de devolución para evitar un potencial colapso judicial y agilizar por cauce administrativo el previsible aluvión de reclamaciones sobre las declaraciones de la renta no prescritas, esto es, desde las correspondientes al ejercicio 2014 en adelante.

Además, a fin de evitar nuevos litigios para aclarar cada casuística, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunció que también se devolvería el IRPF cobrado por las prestaciones de paternidad, así como el aplicado a los funcionarios dependientes de mutuas en lugar de la Seguridad Social. Finalmente, el pasado junio Montero aceptó compensar también a los afectados que ya contaran con un fallo en firme en su contra previo al fallo del Supremo, de nuevo hasta el año 2014.

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Como resultado, la Agencia Tributaria ha devuelto ya 1.127 millones de euros inicialmente cobrados a los titulares de prestaciones de maternidad y paternidad entre los ejercicios 2014 y 2017, según los últimos datos disponibles, correspondientes al cierre del mes de julio. De ellos, 94 fueron abonados en diciembre y 1.033 millones en lo que va de año.

A su vez, Hacienda ha aprovechado la campaña de la renta del pasado ejercicio, que concluyó este último mes de junio, para abonar a los beneficiarios de las prestaciones el monto que se les había retenido en los 10 primeros meses de 2018 (hasta la sentencia del Supremo). El fisco acaba de calcular este impacto por primera vez, que cuantifica en 478 millones.

Finalmente, la Agencia Tributaria ha dejado de retener unos 70 millones sobre las prestaciones de maternidad y paternidad concedidas en los siete primeros meses del ejercicio actual.

El monto que el fisco imputa al ejercicio 2019, una vez restada por tanto la devolución cargada al pasado mes de diciembre, se sitúa en 1.581 millones. Dicha cuantía es la principal responsable del desvío de ingresos tributarios por cambios normativos y de gestión que se ha registrado este año. En concreto, supone seis de cada 10 euros de los 2.683 millones en los que se ha reducido la recaudación de IRPF en lo que va de 2019 por modificaciones regulatorias y cuatro de cada 10 de los 3.862 millones de caída de ingresos por cambios legales del conjunto de impuestos. La cifra supera con creces la segunda partida del registro, los 1.059 millones de impacto de las devoluciones extraordinarias del impuesto de sociedades.

Más allá del efecto en la recaudación, los fondos destinados a compensar el cobro indebido de IRPF sobre prestaciones de maternidad y paternidad en los últimos años agravan el agujero de las cuentas públicas. En concreto, su impacto rondaría una décima de PIB en el déficit del Estado. El Gobierno aspira a rebajar este del 2,48% de cierre de 2018 al 2% a final de año.

Sin embargo, el Ejecutivo ha repartido el impacto fiscal de devolver el IRPF de maternidad entre los ejercicios 2018 y 2019. En concreto, imputó 622 millones al déficit de 2018 y solo cargaría el resto a 2019, según recoge el último análisis de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), que cuantificaba esta segunda partida en 741 millones. Aunque a la luz de los datos actualizados el cálculo de la autoridad fiscal podría quedarse corto, conviene poner en contexto las cifras. Así, incluso aunque se asumiera en un único ejercicio, la factura para el déficit de la exención de maternidad y paternidad es inferior, por ejemplo, a la de los 1.793 millones que se prevé que cuesten este año los EPAs (Esquemas de Protección de Activos), una suerte de seguros contra pérdidas, que el Estado abonará a los bancos que absorbieron entidades con problemas en la crisis.

Unos 800.000 contribuyentes beneficiados

Compensaciones. La devolución del IRPF aplicado a las prestaciones de maternidad y paternidad correspondientes a los ejercicios 2014 a 2017 acabará beneficiando a cerca de 800.000 contribuyentes, de los que 734.000 ya habían recibido el visto bueno del fisco en junio, cuando se ofreció el último dato oficial. La devolución media ronda los 1.300 euros a razón de 2.012 euros para las madres y 470 euros para los padres, que venían disfrutando de bajas de duración inferior. Además, Hacienda prevé abonar otros 11 millones a unos 8.200 contribuyentes que contaban con fallos en contra previos al del Supremo.

Fuente: El País